All the boys love Mandy Lane
¿Conoces los encantos de la maravillosa Mandy Lane?
- Título original: All the boys love Mandy Lane
- Nacionalidad: USA | Año: 2006
- Director: Jonathan Levine
- Guión: Jacob Forman
- Intérpretes: Amber Heard, Anson Mount, Whitney Able
- Argumento: La bellísima Mandy Lane y sus amigos pasan el fin de semana en una casa junto a un lago. Al caer la noche, un asesino obsesionado por Mandy hará desaparecer a sus amigos, uno a uno.
65 |100
Estrellas: 4
Curioso caso el de la bellísima y seductora Mandy Lane.
En varias ocasiones he intentado poner de manifiesta la grave crisis de ideas y la acuciante falta de originalidad de las propuestas de género que, durante los últimos años, nos han llegado de EE.UU (sobre todo en productos que han conseguido estrenarse en salas comerciales de medio mundo).
El problema se agrava cuando nos adentramos en el subgénero del slasher o body count. Unos esquemas repetidos hasta la saciedad desde los años 80, y una continua marea de subproductos destinados a un público juvenil, que jamás lograban superar los límites de la más absoluta y cruda mediocridad; han condenado al slasher a la agonía de un producto previsible, reiterativo, y carente de interés.
La única razón por la que siguen llegándonos propuestas de este tipo desde Hollywood, parecen ser los estupendos resultados en taquilla que siguen cosechando durante su primera semana en cartel (suficientes para arrojar ganancias), abarrotando los cines de jóvenes ávidos de una nueva y clónica muestra de terror adolescente, y cayendo en el olvido a partir de la segunda semana.

Pero cuando todo el panorama parecía estar claro, y el estado catatónico del subgénero parecía irreversible, llega Mandy Lane para sacudir nuestras cabezas y hacernos ver que no todo está perdido para el slasher.
“All the boys love Mandy Lane”, película dirigida en el 2006 por Jonathan Levine, transita por los familiares terrenos del slasher clásico. Un grupo de amigos deciden pasar un fin de semana en una casa junto a un precioso lago. Un sádico asesino irá acabando con todos ellos, de uno en uno.
Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Parece lo mismo de siempre (y realmente lo es). Pero entonces, ¿por qué “All the boys love Mandy Lane” me ha seducido y reconfortado hasta el punto de renovar mi confianza en el género?
Tras un magnífico inicio en el que somos testigos de las dramáticas consecuencias que el influjo de Mandy Lane puede ejercer sobre aquellos que la rodean, la película discurre por cauces afines a la comedia juvenil más trillada: sexo, drogas, lugares comunes, y personajes estereotipados –el ligón seguro de sí mismo, el ocurrente sin ninguna posibilidad, la amiga insegura, …-.
Pero todo cambia cuando la noche cae sobre el lago, y un misterioso asesino (que pronto dejará de ser un misterio, en uno de los giros más interesantes y originales de la película) decide librarse de los posibles competidores que puedan disputarle los favores de Mandy Lane (por cierto, excelente interpretación de la joven actriz Amber Heard).
Se nos presenta entonces un slasher sólido y contundente que, al margen de posibles reinterpretaciones pseudo religiosas que a mí, personalmente, me dejaron frío (Mandy Lane como la fruta prohibida que llevará al desastre a todos aquellos que la deseen y adoren), pero que harán las delicias de quienes disfruten de las dobles lecturas; destaca por una trama atractiva, coherente y efectiva, poseedora de una tensión palpable, y que no siente la necesidad de recurrir a vacíos sobresaltos, tan en boga en los slashers juveniles.
Las muertes son directas, sin preámbulos, sin demasiados artificios. Efectivas en su crueldad pero sin permitir que se conviertan en el principal –o único- reclamo de la función.
La excelente fotografía, sucia y granulosa, deudora de los grandes clásicos de los 70, contribuye a crear una atmósfera de constante inquietud y desasosiego.
La descripción de los personajes está por encima de la media en este tipo de producciones. No es que los protagonistas se alejen de los roles de simples estereotipos que esperan pacientemente el momento de su brutal muerte; pero el hecho de que sus comportamientos y actitudes graviten en torno a la figura de Mandy Lane, les contagia de cierto atractivo e interés a los que no estamos acostumbrados.
Y por supuesto su conclusión. Unos últimos veinte minutos que nos proporcionan uno de esos finales capaces de congregar detractores y entusiastas a partes iguales. No faltaran las voces que nos dirán que el final es previsible, tramposo y poco inspirado.
Mi opinión es muy distinta. Una conmoción final impresionante, salvaje, brutal y sorprendente (puede que a estas alturas peque de ingenuo, pero no me lo esperaba), y que deja bien resueltos algunos aspectos del guión que generaban ciertas dudas.
En definitiva creo que “All the boys love Mandy Lane” es una magnífica y necesaria película de la que hay que gritar sus excelencias y ocultar, en cierta forma, sus defectos (que también los tiene: carencias en el ritmo, excesos en la estética de video clip, …).
Con “All the boys love Mandy Lane” recupero la fe perdida en un género que creía que no podía dar más de sí. No añade nada nuevo. No rompe ningún esquema ni reinventa el género. Pero sí es la prueba concluyente de que todavía es posible fabricar un slasher de estructura clásica que sea digno, entretenido, sugestivo, y que no insulte nuestra inteligencia.
Quizás quienes nos apresuramos a profetizar la muerte del subgénero estábamos equivocados. Quizás incluso el desgaste del slasher no sea un síntoma tan evidente como pensábamos. Cabe la posibilidad de que toda esa percepción fuera irreal, incierta, un espejismo creado a partir de una inacabable lista de títulos que no lograban sobrepasar un listón de mediocridad al que “All the boys love Mandy Lane” acaba de darle una patada en el culo.
Mandy Lane es esa belleza inaccesible y etérea que recorre los pasillos de nuestros institutos ante la libinidosa mirada de quiénes sólo pueden soñar con poseerla.
¡Entreguémonos a los encantos de la seductora Mandy Lane!
Lo mejor: Que por fin me vuelva a entusiasmar un slasher clásico Lo peor: Ciertos fallos de ritmo y, sobre todo, que una película innecesaria como Prom Night (2008) haya sido un relativo éxito de taquilla, mientras que seguimos sin saber nada de la distribución de Mandy Lane.