Scream 4

Pensad qué complicado sería para cualquiera de nosotros, yonkis del horror, contestar a una pregunta tan fácil como: ¿Cuál es tu película de terror favorita? Os imagino resoplando con cara de ofendidos ante la magnitud del abanico de posibilidades. Hombre, pues depende, concreta un poco más, ¿no? ¿De qué estamos hablando? ¿Slasher o terror psicológico? ¿Cine inglés, francés, asiático, nórdico, español…? ¿Más del palo survival en la naturaleza o del rollo lavadoras asesinas? ¿Terror gótico clásico a lo Hammer, de monstruos de la Universal o realismo de falso documental moderno? Diez minutos más tarde habríamos asistido al primer caso documentado de suicidio de un Ghostface.

Con esa frase, Wes Craven y Kevin Williamson lograron dos objetivos: uno, deshacerse de Drew Barrymore; y dos, darle un buen chute de autoestima a un slasher que arrastraba el desgaste de las interminables secuelas de Viernes 13, Halloween o Pesadilla en Elm Street, engendrando a un nuevo psycho killer con un atuendo que se debatía entre lo ridículo y lo terrorífico, pero cuyo mayor atractivo es que podía esconder un rostro muy cercano. Si una cosa debe haber aprendido Sid a lo largo de tres entregas, es que no se puede fiar ni de su sombra. Un novio, un hermano, un amigo, un compañero de clase friki, una ex suegra vengativa…, cualquier nombre que aparezca en los créditos es susceptible de esconderse tras la blanca máscara de boca desencajada.

15 años después y dos secuelas más tarde, una de las sagas más representativas del género vuelve a estar en boca de todos. Vale, sí, el resultado puede ser desastroso, pero el viaje vale la pena. Randy solo nos preparó para una trilogía, un manual de supervivencia para una tercera entrega, pero esta vez nos enfrentamos indefensos a una cuarta parte con nuevas reglas –eso reza al menos el poster de la película–. ¿Quién más puede querer descuartizar a la dulce Sid? ¿Volverá Maureen Prescott de la tumba para terminar de una vez por todas la carnicería perpetrada en su nombre? ¿Destaparán por fin Gale y Dewey su lado psicótico y acabaran con ella de la manera más cruel posible? ¿O se suicidará ella sola enfundada en el disfraz de Ghostface al más puro estilo Lugosi?

Si, como la que suscribe, os hayáis en un sin vivir contando los días que faltan para volver a Woodsboro, desde Almas Oscuras os convocamos a una quedada para asistir juntos al estreno de Scream 4 en BARCELONA el 20 DE ABRIL. Me gustaría poder crear un lugar imaginario en el que pudiéramos reunirnos todos desde cualquier rincón del país y más allá de la península, pero aun no me han concedido esa capacidad. Os animo, de todas maneras, a organizar citas alternativas en otros puntos de España y alzar los puños juntos en nombre del terror. Dicho esto, los que estéis interesados en conocernos, ver la película, devorar palomitas y debatir el resultado en un análisis posterior entre copas, hacédnoslo saber en los comentarios. Si nos reunimos unos cuantos podría ser una grata experiencia. El lugar y la sesión se concretaran cuando se acerque la fecha y sepamos en qué cines la proyectan.

Notad que no he incluido ninguna sinopsis ni comentario sobre la película puesto que me he prometido a mí misma llegar al día del estreno sin haber visto/leído absolutamente nada de ella y poder disfrutar así de la experiencia desde cero. Aun así, os adjunto una dirección en la que podéis encontrar información de interés: scream4-spain.blogspot.com.