Festival Sitges 2011: Día 1

El pasado jueves arrancó la 44 edición del Festival Internacional de cine Fantástico de Sitges con un Kike Maíllo pletórico. El director catalán estrenó su ópera prima, Eva, película inaugural del certamen que convenció al Auditorio con una cálida mirada a la robótica para hablar sobre la condición humana.

Se paseaba un hombre de rostro entusiasmado por el hall del Hotel Melià de Sitges, un exalumno y profesor de la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) que veía cumplido el sueño de subir al escenario del Auditori para inaugurar la 44 edición del Festival de Sitges presentando su primer largometraje: EVA, una cinta de robots que indaga sobre la imperfección humana. Una película que, según Ángel Sala – director del Festival -, “abre las puertas a la producción fantástica catalana”.

Maíllo llegó al pueblo costero acompañado de su elenco interpretativo encabezado por Daniel Brühl y Alberto Ammann en el papel de dos hermanos que comparten algo más que su pasión por la ciencia en un contexto situado en 2041 donde la línea entre lo artificial y lo humano es cada vez más fina. La vicepresidenta de la Academia, Marta Etura, que hace doblete también en la nueva y esperada película de Jaume Balagueró, Daniel Brühl y Lluís Homar (en un papel muy sorprendente) también asistieron a la rueda de prensa y posterior alfombra roja previa a la gala de apertura acompañados de la debutante Clàudia Vega, el rostro de Eva.

En la rueda de prensa de la película, Maíllo mostraba su entusiasmado agradecimiento al Festival y explicaba que “la premisa robótica permite hablar de la condición humana sin resultar pedante”. El director demostró estar puesto en las tres leyes de la robótica de Asimov y habló sobre el contraste de los nevados paisajes de Santa Irene – espacio donde se desarrolla la trama – con la calidez que desprenden sus personajes, en concreto el de la pequeña y perspicaz Eva. Explicó que su intención había sido la de acercar a la mujer al género de la ciencia-ficción precisamente a través de esos lazos emocionales entre los protagonistas. Destacó su interés en contar que cuanto más se intente perfeccionar al humanoide para parecerse a las personas, más imperfecto debe ser, porque así es el ser humano. Habló también del estilo retro de la película que “propone un futuro no muy lejano, como una marca que nos identifica con él y nos hace pensar en que ese futuro es posible a largo plazo”. Daniel Brühl – que se estrena en la ciencia-ficción – confesó su reticencia inicial al proyecto: “Tenía mis dudas, pero cuando vi el teaser que me mandó Kike, me sentí muy atraído por la idea. El rodaje fue complicado porque es muy difícil anticiparse a los resultados cuando se trabaja a lo Minority Report con tantos efectos de post-producción, pero me siento muy orgulloso de cómo han salido las cosas”. Lluis Homar, por su parte, explicó que jamás le había dedicado tantas horas a un personaje, el cual “resultaba ser al final el más humano de todos”.

Pero antes de eso, Steven Soderbergh nos removía las entrañas con la devastadora Contagión, provocando las primeras colas en los aledaños de un hotel Melià que luce el cartel de la próxima producción de Steven Spielberg, Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio – aun no sabemos el porqué – junto al nuevo espacio Fòrum FNAC donde se llevarán a cabo presentaciones y encuentros con actores y directores de películas presentadas al certamen. El film trata la gestación y el desarrollo de un virus mortal que acaba con la vida de millones de personas expandiéndose a través del aire y el tacto en un periodo de tiempo muy corto. Soderbergh se acompaña de un elenco de peso formado por Jude Law, Kate Winslet, Gwyneth Paltrow, Matt Damon, Marion Cotillard, Elliot Gould, Laurence Fishburne y Bryan Cranston para contar su historia pandémica con ecos al 11-S desde un punto de vista atípico, el de las cifras y los datos a toda velocidad, un enorme volumen de información en contraste con las imágenes de las convulsiones de los enfermos. No se escapa ni el gobierno ni la industria farmacéutica ni los medios de comunicación en una de esas situaciones caóticas en las que los intereses particulares chocan con los de el colectivo. Fotografía y dirección fría y distante que genera una constante sensación hipocondríaca en el espectador. Contagio es una propuesta mucho más aterradora que la mayoría de títulos que se podrán ver en el Festival, un horror que se puede tocar, sentir y respirar.

En la gala de inauguración se hizo entrega de tres premios María Honorífica: al director Bigas Luna – que se adelantó al protocolo y subió al escenario antes de tiempo – , a Mar Targarona por su taller de guionistas Rodar y Rodar (de manos de Sergio G. Sánchez, guionista del Orfanato que dedicó un mensaje a los profesionales anteriormente homenajeados: “sin guión no hay película, no se olviden señores productores”) y a Xavier Pérez de la Universitat Pompeu Fabra en reconocimiento a la labor de las escuelas de formación cinematográfica de Cataluña. Ángel Sala tuvo un recuerdo para el fallecido Steve Jobs tras recibir un iPad de “manos” de un robot que escenificaba la síntesis del leimotiv de este año que homenajea el 10 aniversario de la película de Stanley Kubrick y Steven Spielberg, Inteligencia Artificial. Precisamente su productor, Jan Harlan, y el diseñador Chris Baker, agradecieron el interés del Festival en recuperar la película, mostraron el tráiler original y una grabación especial de Spielberg para el público de Sitges. Jesús Orellana y Pau Teixidor en representación del talento que esconde este país y que poco a poco empieza a buscar su sitio, presentaron sus cortometrajes LEYENDA y ROSA respectivamente, el primero con un aterrador y muy visceral cuento de carretera con final violento y gore, y el segundo, una bella pieza de animación en 3D muy realista de fondo ecológico y ritmo trepidante. Tras los cortos, el equipo de Eva encabezado por su director subió al escenario para presentar la producción catalana. Kike Maíllo dedicó ese momento a sus abuelos, presentes en la sala, que se levantaron y recibieron el aplauso de todo el Auditori. “Es curioso como unos señores que emigraron de Andalucía y vivieron trabajando del campo ahora tienen un nieto que presenta una película sobre robots”, expresó el director en tono irónico.

Durante la jornada se proyectaron además otros títulos como: Haunters, Bullhead, Countdown to Zero, The Murder Farm, Essential Killing, The Caller, Knuckle, Westworld, Inteligencia Artificial y su posterior postScreening, Juegos de guerra, Tender Son-The Frankenstein Project, Boro in the Box, Midnight Son o The Robot.

Gran afluencia de público y muchos rostros conocidos en las inmediaciones del hotel Melià en su primer día, y esto solo acaba de empezar.

Galería de imágenes del Festival de Sitges. Día 1.