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Slashers

Lavado de cerebro televisivo

Slashers

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Bienvenidos a “Caspa Movies”, una etiqueta bajo la que se reseñaran las películas fantásticas y de terror que caminan descalzas sobre el filo de la navaja: cintas de bajo presupuesto, serie B y Z cuyo único objetivo es entretener sin tener que ser sometidas a la misma mirada crítica que otras películas de más altos vuelos. Aquí no hay cabida para las grandes estrellas o los efectos especiales más caros que el caviar Beluga; nos adentramos en un vergel de atrocidades y producciones que tal vez no deberían existir, pero cuyo valor es el puro atrevimiento a “ser” y capaces de contar con un puñado de fotogramas tan malos que sean capaces de arrancarnos una sonrisa de satisfacción.

Slashers es el programa de moda en Japón. Todas las semanas, unos concursantes se juegan la vida enfrentándose a los asesinos más sádicos que la cadena de televisión pueda encontrar. Un programa sin reglas donde perder significa la muerte y ganar, un premio tan sustancioso que te faltarán vidas para gastarlo.

Tanto éxito está teniendo Slashers, que hoy contamos con una edición especial completamente norteamericana. Seis estadounidenses fuertes, guapos y atléticos tendrán que enfrentarse con nuestros tres asesinos favoritos: El Doctor, el Predicador y Charlie el Paleto de la Sierra Mecánica. Con diferentes motivaciones para luchar por el premio, nuestros concursantes se someten a un viaje sin reglas hacia las más macabras evisceraciones.

Detrás de un argumento algo traído por los pelos, nos encontramos frente a una producción canadiense, directa a DVD, que a principios de este nuevo siglo irrumpía en los videoclubes, tomando como excusa el exagerado auge de los “reality shows” (o experimentos sociológicos televisados que le gustaría decir a la prepotente y arrugada Mercedes Milá), para recorrer ciertos tópicos de las películas de “asesinos en serie” o “slashers”, con el humor negro como telón de fondo y el gore ejerciendo de justificación visual de cara a la galería, o el sector más duro de los aficionados al terror.

El trabajo de Maurice Devereaux tras la cámara y el guión se demuestra efectivo durante casi todo el rodaje, desenvolviéndose bastante bien entre el divertimento puro, propio de una tarde de encefalograma plano con amigos bien encervezados, y las pinceladas justas de crítica social para con los programas de televisión que se basan en hundir al individuo hasta el cuello en su propia mierda para divertimento (por supuesto sociológico e inocente) de los espectadores. Si el equilibrio existe es precisamente por su ausencia; paradoja que se explica al poco de avanzar su metraje gracias al abandono de cualquier mensaje pedante o filosófico por parte del guión. La crítica hacia los “reality” es tan solo un telón de fondo para cuatro reflexiones fáciles sobre lo que desea ver el aficionado (“tetas y sangre”, se podría resumir en la acepción más cateta del cine de terror), las cuales sirven como motor de los asesinatos y horrores a los que se somete a los concursantes, que no olvidemos participan por su propia voluntad, revelando que la carnaza de los “slashers” lo es por su propia estupidez.

Como dato anecdótico comentar que Deveraux dirigiría y escribiría otra película de género bastante superior a la que tenemos entre manos, incluso algo más seria, pero también con la crítica, esta vez religiosa, como leitmotiv de la misma. Os hablo de End of the Line, otro bajo presupuesto que paso sin pena ni gloria junto a los estrenos de 2007, pero que bien merece un visionado para disfrutar de la libertad que goza el verdadero cine independiente, claro que a costa de otras debilidades que algunos nunca aceptaran.

Esta libertad y estos defectos se encuentran grabados en el ADN de Slashers. Efectivamente, durante el recorrido de los concursantes por un set bastante cutre – y esa cutrez refleja muy bien el “reality” que se intenta plasmar – observaremos una libertad de discurso muy coherente que permite explorar la citada necesidad de “Tetas y Sangre” por parte del público del cine de terror, pero sin hacer discursos morales y mostrando precisamente lo que buscan aquellos que quieran un simple entretenimiento cafre y presentado a la ligera. Y aquí es cuando aparecen las debilidades clásicas… siendo la principal la penosa caracterización de los asesinos sueltos por el plató del programa y la, aun peor, caracterización de sus victimas que se podrían calificar de personajillos enervantes mal interpretados. No es de extrañar que se haga divertido ver como son guiados por los pasillos de su matadero particular hasta un desenlace con las sorpresas justas para arrancarnos una sonrisa. Como veis, acabamos disfrutando del entretenimiento que se nos propone, como el rebaño descerebrado que contempla un “reality” donde los concursantes deben morir solo para nuestro goce y el incremento de ingresos por publicidad. Una ironía que por mucho que parezca accidental, ya os digo que no veo a Devereaux siendo capaz de seguir un discurso intelectual, no deja de resultar satisfactoria.

Hora y media de personajes corriendo como pollos sin cabeza, todo siempre desde la perspectiva de un “reality”, me parece una idea muy resultona si al menos la exponemos con pulso y capacidad de auto parodia; y la verdad que así es: el ritmo no decae pese a la abundancia de diálogos superfluos o quizás justamente por su presencia, porque resulta casposamente fascinante escuchar los razonamientos de los protagonistas ante una situación que no tiene ni pies ni cabeza.

Resultan obvias las fuentes de las que bebe la cinta, siendo principalmente una: Perseguido (The Running Man 1987); permitiéndose incluso presentar, durante los títulos de crédito finales, una serie de anuncios muy jocosos sobre cigarros de marcas imposibles como “Clavos para tu ataúd”, algo bastante futurista, ¿no creéis? Aunque los decorados de guerrilla de Slashers nos retrotraen antes a la “Carpa Volante No Identificada” de los Killer Klowns, no cuesta mucho realizar un esfuerzo imaginativo para visualizar Slashers como una emisión pirata de un futuro poco esperanzador pero harto probable. A tamaña visión ayudan principalmente los collares de control que portan tanto los concursantes como los psicópatas; nombres como La Fortaleza Infernal o Battle Royale nos vienen a la mente; hecho muy divertido, puesto que Slashers no podría estar más lejos debido a su puesta en escena tan gárrula.

En definitiva, una cita simpática que sorprende desde su potente inicio, genial la presentación del show japonés que nos recuerda al enfoque netamente “psychocutrepop” de la obra en auge de Yoshihiro Nishimura (Tokio Gore Police, Vampire Girl Vs Frenkenstein Girl y un largo etcétera). Y que, además, a medida que va avanzando, navega entre la vergüenza ajena y el interés más primitivo (esa necesidad de ver erradicados a los más estúpidos del planeta) de una forma directa y no poco ayudada por unos decorados imposibles pero acordes con el planteamiento colorista del “reality” que se supone estamos viendo. A pesar de habérmelo dejado para el final, no es menos importante dejarse llevar por la sangrienta presentación de las masacres a las que los concursantes son sometidos – no menos interesantes que las vejaciones con las que se burlan de ellos, y es que semejantes gilipollas se merecen eso y mucho más –, un gore que sin ser la estrella de la función, desgraciadamente Canadá no es Japón, subraya los momentos álgidos en los que un concursante pierde la vida (¡Otra vez dejándonos lavar el cerebro por la caja tonta!). No obstante, la carcajada gruesa está asegurada con pequeños detalles como los tiempos muertos entre anuncios, la capacidad para aparecer y desaparecer de la nada de todos los personajes, los decorados de barraca de feria, los diálogos antes leídos que declamados, los forcejeos parapléjicos entre los asesinos y sus victimas, etc, etc… Es decir, una película bastante atractiva para lo que sería el canon del cine de bajo presupuesto, quizás podría haber sido más desternillante, pero ya no estamos en la época de la comedia involuntaria vía explotation italiana o el cine “kebap” (cine turco cuyo mayor exponente sería la versión “sui generis” de La Guerra de las Galaxias). Como podéis ver, una manera estupenda de adentraros en el mundillo de la “caspa movies”, una dimensión donde todo es posible menos ver buen cine…

Lo mejor: El humor negro y la crueldad propiciados por el entorno del “reality show” ficticio.

Lo peor: La caracterización de las victimas y sus verdugos: excesivamente pedestre.


Vuestros comentarios

1. 30 oct 2011, 15:44 | zalomero

Pues en otra de éstas, a ver si os animáis con otra de Deveraux: “End of the line”. También es bastante “Caspa movie”.

Ésta no la he visto, pero le echaré un vistazo.

2. 30 oct 2011, 17:32 | Blanch

Buenas Almas,

No tenía idea que fuera el mismo director que End of the Line una de esas películas que como dices pasan desapercibidas pero que es de visionado casi obligatorio para cualquiera que le guste el terror y como dice Zalomero yo digo todo lo contrario. End of the line no es para nada casposa.

Con Slasher, al igual que el estúpido público que va levantando los carteles, me lo he pasado pipa. Hacía tiempo que no veía puramente “sangre y tetas” sin sentido y ya era hora, sin transfondo, bueno sí que si miramos bien tiene un poco, pero que a la larga te olvidas de él y vas viendo poco a poco como se van cargando a los tontos de turno.

Especial mención al paleto con la motosierra ¿más penoso se puede caracterizar un personaje?

Para mi una película 100% recomendable donde seguro que en un par de semanas caerá el doble visionado.

Hasta pronto y viva El Caspa Movies

3. 31 oct 2011, 00:06 | zalomero

La verdad es que sí, después de ver el trailer de ésta, “End of the line” me parece una maravilla!

4. 02 nov 2011, 08:48 | Giles

Esta película la ví hace años y recuerdo que me divirtió de lo lindo. El hecho de hacerla pasar como un cruce entre Gladiadores Americanos y Perseguido y todo en plan slasher la convierten en una obra muy entretenida.

Además lo que realmente mola es… SPOILER que los asesinos son simples currantes que desempeñan un trabajo que en ese caso consiste en descuartizar a la peña FIN DEL SPOILER

5. 27 oct 2012, 21:50 | MY

Merecían la muerte por tan pésima actuación, salvo la presentadora nipona que no lo hacía del todo mal… y el Dj que tampoco. Lo mejor los dos primeros minutos de la canción y las SLASHERSGIRLS. Eché de menos a Maria Conchita Alonso. El guión no es tan malo….jejeje. Futuro inmediato. Proximamente comprarán los derechos en Tele 5.

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