Luces Rojas

Simon Silver (Robert De Niro), un legendario psíquico, quizás el más famoso y dotados de todos los tiempos, regresa tras treinta años de misteriosa ausencia. En su espectacular vuelta a los escenarios, se convierte en el mayor desafío para la ciencia ortodoxa y los escépticos profesionales.

Mientras, el investigador de fraudes paranormales Tom (Cillian Murphy) desarrolla una densa obsesión con Silver, cuyo magnetismo aumenta con cada nueva manifestación de los peligrosos fenómenos que envuelven su siniestra presencia.

Explosivo plantel de actores para el regreso del director/guionista gallego Rodrigo Cortés, director de la aclamada – no era para menos – Buried. De vuelta con un thriller oscuro, pero sobrenatural, Cortés promete emociones fuertes con los primeros detalles – misteriosos y sugerentes a quintales – de la cinta protagonizada por dos pesos pesados: Robert De Niro, que vuelve al tipo de papel luciferino con el que nos enamoró en El corazón del Ángel (1987), y Cillian Murphy, que pese a no poseer una carrera tan dilatada e importante como su compañero, ha demostrado con creces sus dotes interpretativas, por ejemplo en Origen, Batman Begins o Vuelo Nocturno de Wes Craven. Dos actores intensos que aseguran un duelo interpretativo muy interesante, y el cuál, por si fuera poco, pivotará sobre la presencia de la gran Sigourney Weaver.

Valores seguros, tanto a nivel técnico como artístico, que me llevan al tópico “nadie es profeta en su tierra”. ¿Os imagináis esta película rodada en España? No voy a volver a señalar lo que ya hiciese el director Tinieblas Gonzalez en su famosa y polémica rueda de prensa, pero – enfocándolo desde otro punto de vista – me alegro de que Rodrgio Cortés esté bebiendo del cáliz del triunfo porque eso nos permite, como espectadores, gozar de sus películas siendo más profundas y trabajadas de lo que nuestra industria pueda soñar, de momento. No me consideréis un retrogrado o anti-nacionalista: se valorar el cine de mi país, amo la piel de toro profundamente, pero por eso mismo habrá que reconocer que proyectos de este calibre no se alcanzan con sobre-hinchada financiación pública; quizás así, algún día, podamos tener una industria saneada y fuerte.

Volviendo a Luces Rojas (o Red Lights en el mercado anglosajón), a pesar de conocer poco sobre su discurso, estamos convencidos de su éxito, así como del entretenimiento que nos proporcionará. El público afortunado del festival de Sundance del cercano Enero será el primero en salir de dudas. Nosotros tendremos que esperar a algún momento indeterminado del próximo año para disfrutarla.