Chronicle

Aunque se tiende a generalizar cuando hablamos de cine de superhéroes, el mismo subgénero admite varias ramas. Tenemos desde el héroe sobrehumano y, en ocasiones, de otro planeta (Superman, Capitán América), hasta al héroe más terrenal que, habitualmente, hace uso de diversos gadgets (Iron Man, Spider-Man), pasando por los anti-héroes justicieros (Batman, The Punisher) o desubicados (Hulk). Luego, tenemos otro grupo que juega en una liga ambigua. ¿Qué era el personaje que interpretaba Bruce Willis en la imprescindible El protegido (2000)? ¿Y los vigilantes melancólicos de la notable Watchmen (2009)? ¿Qué son, entonces, los chavales de la película que nos ocupa? Si me obligasen a poner una etiqueta, diría que Chronicle es el Carrie (1976) del cine de superhéroes.

Como la vida misma

Desde hace varios años, cineastas de todo el mundo se han empeñado en desgastar hasta las últimas consecuencias el estilo mockumentary. Así, propuestas de terror, o no, rodadas en falso directo, falso documental y falsas grabaciones encontradas por la falsa policía, han estado presentes en masa a través de cines o mercado domestico. Por desgracia, la mayoría de las veces su uso no es más que un modo económico de ocultar la falta de talento en sus responsables, pero, a veces, llega alguien dispuesto a innovar o, al menos, darle un uso inteligente al invento. El prometedor Josh Trank es uno de ellos.

Andrew es un adolescente que decide coger una cámara y grabar todo lo que ocurre. Su día a día se desarrolla entre los maltratos de su padre, la enfermedad terminal de su madre y el acoso en el instituto. Una noche, durante una fiesta a la que ha ido para acompañar a su primo, Matt, descubren junto a un amigo de éste, Steve, un gigantesco boquete en el suelo del bosque. Dentro, encuentran una extraña sustancia. Al entrar en contacto con ella, los tres adquieren poderes. En un principio los prueban sin destacar demasiado, para divertirse. Poco a poco los perfeccionan, llevándolo al límite, descubriendo que incluso pueden volar. Todo parece ir bien, son superhumanos, capaces de hacer cosas que el resto de la humanidad ni es capaz de imaginar, pero, ¿qué pasaría si Andrew hiciese uso de ellos para dejar escapar toda su rabia contenida?

Como veis, Chronicle, desde su sinopsis, no es la típica historia de superhéroes, como tampoco la citada Carrie era la típica historia de terror. Ambas comparten, cada una a su modo, la visualización de la triste realidad de un adolescente al que sobrepasan las circunstancias, llevando la explosión vengativa a un terreno puramente fantástico. Y al igual que otras interesantes aproximaciones como Cloverfield (2008) y Trollhunter (2010), utilizando el falso documental de forma creíble sin evitar los elementos improbables o imposibles. Todo ello sin que deje de resultar interesante e inmersiva en ningún momento, y además, deparando sorpresas técnicas. Un logro.

La base del acierto

Con todo, por buena que sea la dirección de Josh Trank y por imaginativos que sean los efectos especiales, la película no sería un acierto sin ser creíble en lo que respecta a sus personajes principales. Ahí entran las magnificas interpretaciones de Alex Russell (Matt), Michael B. Jordan (Steve) y, sobre todo, Dane DeHann (Andrew). Todos ellos con una frescura natural, resultando cercanos al espectador. Y es que, más de una vez, ocurre que estas falsas grabaciones, que se pretenden reales dentro del juego cinematográfico, caen en el ridículo por culpa de las malas interpretaciones. Ahí tenemos a los protagonistas repelentes y de comportamiento absurdo de las tres entregas de Paranormal Activity (2007, 2010, 2011), por poner un ejemplo popular y reconocible (si nos metemos de lleno en la morralla de video club, digamos que tres cuartas partes de lo producido entran en el club de lo poco o nada creíble).

¿Comienza una saga?

Aunque cueste creerlo, Chronicle ha sido producida con 12 millones de dólares. La parafernalia visual que utilizan, siempre sutil (excepto en el clímax final, durante el cual, en algunos momentos, exceden sus posibilidades técnicas) y dosificada en su justa medida, hace pensar que estamos ante un producto de mayor envergadura. Nada más lejos de la realidad. Lo que sí han sido elevadas son sus recaudaciones: 125 millones de dólares alrededor del mundo. Es por ello, añadido a su calidad, que muchos se animaron a nombrarla “el District 9” del 2012.

Como podéis esperar, multiplicar por diez el presupuesto en taquilla suele tener una respuesta: la creación de una secuela. Y, teniendo en cuenta la naturaleza del proyecto, puede que estemos además ante una franquicia. De momento toca ver qué pasa con Chronicle 2, pues aún no tiene fecha de estreno, aunque sí luz verde. Y la confirmación de que Max Landis (si, el hijo de John) volverá a repetir trabajo como guionista.