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El Ansia

La Maldición de la Eterna Juventud

SINOPSIS:

Miriam Blaylock, rica y hermosa, vive una vida regalada en Manhattan, tiene un esposo al que adora, antigüedades de valor incalculable y magníficas rosas. Pero John Blaylock, como todos sus amantes anteriores, empieza de repente a envejecer. En apenas una noche su cuerpo revela la verdad: John tiene cerca de dos doscientos años.

Temiendo la terrible soledad de la eternidad, Miriam encuentra a una nueva pareja: Sarah Roberts, una joven y brillante investigadora del sueño que ha descubierto el factor sanguíneo que controla el envejecimiento y que podría contener el secreto de la inmortalidad. Miriam la ansía desesperadamente, por ella y por su conocimiento pero para conseguirla tendrá que destruir el amor de Sarah por el doctor Tom Haver, quien descubrirá que su enemigo no es como otra mujer que haya existido jamás.

WHITLEY STRIEBER: EL HOMBRE CONTACTADO

Nació en 1945 en San Antonio, y vive actualmente en Nueva York. Se graduó en 1968 en la Universidad de Texas y estudió en la London School of Film Technique. Trabajó en el mundo de la publicidad hasta 1977, año en que empezó a dedicarse de manera profesional a la literatura. Sus novelas de terror y sobre el fenómeno OVNI como “Comunión”, tienen la categoría de best sellers internacionales y son consideradas obras de culto dentro y fuera del género.

EL VAMPIRO: LA DUALIDAD DE UN MITO

Con los vampiros ocurre un fenómeno semejante al de los zombies. Y no es para menos, pues a fin de cuentas en ambos casos hablamos de “no muertos”. Pero la pregunta del millón que se hace todo lector o espectador al enfrentarse a una obra con semejantes protagonistas es la de: “ya, no muertos, pero ¿de qué tipo?”

¡Ah, queridas Almas Oscuras, he ahí el quid de la cuestión! Si se trata de zombies, ¿nos encontramos ante los típicos sujetos germinales “post-romerianos” de “La Noche De Los Muertos Vivientes” de movimientos artríticos y descoordinados cuya ventaja reside en ser una multitud? ¿O más bien estamos ante “infectados” a lo “28 Días Después” de Danny Boyle que corren como gamos en celo detrás de uno?

Pues bien, con los vampiros se nos presenta la misma disyuntiva en términos análogos. ¿Estamos ante el galante vampiro victoriano atormentado por la sed de sangre a que le obliga a someterse su inmortalidad como nuestro querido Louis de “Entrevista Con El Vampiro” de Neil Jordan? ¿O quizá nos encontramos ante una bestia parda sin escrúpulos movida por su simple adicción hemoglobínica como los cabronazos de “30 Días De Oscuridad” de David Slade?

Y a estas alturas de la historia, un servidor que siempre gusta de convertir el eclecticismo diletante en una forma de vida, suele preguntarse ¿Por qué esta radical disyuntiva? ¿Acaso no sería más interesante unir ambas opciones en una misma figura para dotarla de una cruel y carismática ambigüedad?

Porque vamos a ver, que un zombie de 85 años, me persiga a paso de tortuga amenazándome con su pútrido bastón tiene su lógica pero que un no muerto de 18 años se mueva con la misma lentitud siempre me ha parecido algo contradictorio. Y que nadie me venga con el manido argumento de que el virus en cuestión atrofia el cerebro y el sistema nervioso, porque a esa edad todos hemos fusilado a la mayoría de nuestras sufridas neuronas a base de kalimochos insalubres y botellones psicotrópicos y hemos llegado a casa en mejores condiciones, vomitona o no mediante.

Imaginaos lo interesante que sería dar la vuelta a la esquina y toparte de narices con un zombie tan descompuesto que no eres capaz de determinar su edad mientras piensas acojonado perdiendo unos segundos vitales: “¿Será de los que corre o de los artríticos? Porque si es de los primeros estoy bien jodido”.

¿Y ante un vampiro? ¿Será todo un gentleman o una femme fatale que tratará de seducirme refinadamente antes de la, quien sabe si hasta deseada sensual dentellada final? ¿O se lanzará a las primeras de cambio, cual fan de Justin Bieber, a desgarrarme la yugular sin parsimonia alguna?

LA COMPLEJA NATURALEZA DE LA INMORTALIDAD

Pues afortunadamente para nosotros, Whitley Strieber, se planteó en su momento parecidos interrogantes y decidió que ya iba siendo hora de dar un puñetazo creativo al manido género adjudicando esa polifacética personalidad nada menos que a una vampira para así romper con la iconoclastia machista imperante.

Porque nuestro protagonista es un vampiro llamado Miriam, y me refiero a ella en masculino pese a ser una mujer, porque si bien no tiene reparos a la hora de servirse de sus voluptuosas y turgentes formas para proveerse víctimas de ambos sexos sin reparo alguno, lo cierto es que para Miriam la pasión física es algo necesario pero secundario. Ya que lo que verdaderamente busca nuestra sensual protagonista es un alma gemela, sea hombre o mujer, con la que compartir el resto de la eternidad que le aguarda.

Es algo que Miriam lleva buscando desde sus orígenes, consciente de que cada vez restan menos de los de su especie o puede incluso que ella sea la última y por ello su obsesión es hallar un humano al que transformar en un igual. El problema es que hasta la fecha todos sus intentos han resultado infructuosos, pues algunos murieron en el intento debido a la incompatibilidad sanguínea y otros como Eúmenes, un gladiador romano al que salvó de la crucifixión llegaron como mucho a los 400 años. Y ahora John se marchita con apenas 200 años. Sin embargo su instinto le dice que esta vez todo será posible, la Doctora Roberts, es la elegida que lleva eones buscando.

Estamos pues ante una novela sobresaliente de moderno vampirismo injustamente desapercibida. Aquí no hay cruces, ni ajos, ni agua bendita, ni Biblias. Los vampiros soportan la luz solar, se reflejan en los espejos y los crucifijos son para ellos un simple símbolo pagano. Se parecen casi tanto a nosotros… casi tanto… que resultan si cabe más aterradores que nunca. La diferencia radica en que ellos deben satisfacer su “Ansia”.

CUANDO EL ALUMNO SUPERA AL MAESTRO

Antes de lanzaros a leer esta magnífica novela es de obligado visionado su adaptación cinematográfica llevada a cabo nada menos que por el “hermanísimo” Tony Scott (R.I.P.), con un reparto estelar conformado por un convincente David Bowie como John Blaylock, una genial Susan Sarandon como Doctora Roberts y una sublime e insultantemente hermosa Catherine Deneuve como Miriam Blaylock.

Es una película fantástica en toda la extensión del término, filmada en los dorados años 80 del “fandom” más irredento. Con una escenografía gótica de infarto (esas sedas y cortinajes al viento), una iluminación con psicológicos juegos de claroscuros, un maquillaje soberbio sin trampa ni cartón informático de por medio, una banda sonora tan perfecta como melancólica y un final… ¡completamente distinto al de la novela! Mucho más light y hasta moralista, quizá un tanto acorde con los convencionalismos cinematográficos de la época, mientras que la novela posee un final tan cruel como inapelable.

En definitiva, libro y película a reivindicar, que sin que sirva de precedente se igualan en calidad e innovación y que resultan absolutamente imprescindibles.

Componentes

Sexo: 5/5
Terror: 5/5
Intriga: 5/5
Violencia: 5/5

Edición

Autor: Whitley Strieber
Título Original: The Hunger (1981)
Editorial: La Factoría De Ideas (Puzzle)
Nº Páginas: 348 Páginas
Precio: 8,95 Euros


Vuestros comentarios

1. 25 ago 2012, 11:28 | Bafometh29

Jai pipol:

De la novela no puedo hablar porque no la leido pero sí de la película. Maravillosa cinta que comienza potente con videoclip entrelazado de Peter Murphy (Bauhaus) y su Bela Lugosi’s dead acojonante (para amantes del afterpunk, siniestro, o como lo queráis denominar). Es de esas pelis que te enamoran o te enamoran porque no hay posibilidad de decepción si sabes lo que vas a ver. No esperes gore, brutalidad, no esperes efectos alucinantes (excepto los de maquillaje de David Bowie, ¡sublime!). Decir que fue un fracaso taquillero del malogrado Tony Scott (por belecebú Tony, ¡qué has hecho!, el género de acción no será el mismo sin ti) en su primer largometraje lo borda; increible que sea de él vistas todas las posteriores, pero sí señor, con dos cojones nos dejó esta perfección. Curiosamente por aquel entonces la música clásica me parecía un coñazo pero tras la peli descubrí ciertos temas, ciertas voces, y sobre todo una de Leo Delibes (disculpadme pera ahora no recuerdo el título) angelical, armoniosa, preciosa, que envolvía todo en esa lentitud disfrutable. ¡Perdón!, no se ni explicarme. Me enamoré de los ojazos de Susan Sarandon y sus escenas lésbicas con Catherine Deneuve, menos sucias, podéis darles todo tipo de calificativos positivos. Pienso que es una película de obligado visionado para cualquier amante de cualquier género de buen cine. Mi puntuación siguiendo la antigua Almas Oscuras: 95/100.
Un saludo. Si iu.
Bafomeh729

2. 12 nov 2017, 09:34 | Will

Hola, acabo de ver la pelicula, pero no entendi el final.

Al morir mirian, la dra Sarah se queda como vampira transformada y ha transformado a 2 chicos, xq al final una chica la besa y ademas se quedo con todo el dinero de Mirian??

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