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Lovely Molly

Juegos de luces y sombras

Lovely Molly

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

ATENCIÓN: La reseña contiene spoilers. Por sus características, hablar por encima de Lovelly Molly es destriparla. Así que aquellos interesados en un thriller psicológico narrado con un estilo personal aunque algo difuso y tramposo, echadle un vistazo sin mucha información adicional. Ni siquiera véais un tráiler que tildaría de tramposo, hasta eso os arruinará la película.

Molly se muda recién casada a la vieja hacienda donde creció. Una casa humilde en medio de la nada que vio morir a su madre y a su padre. Por desgracia, los primeros y felices meses pasan y el trabajo de su marido lo reclama fuera de la ciudad durante varios días seguidos. Sola en la casa, Molly empieza a recordar momentos incómodos de su niñez. Incluso siente algo acechándola desde las paredes. Los miedos que la llevaron a consumir heroína parecen volver en el silencio de la noche. ¿Estará perdiendo la cabeza o el espíritu de su padre ha vuelto para atormentarla?

Lovelly Molly es el último trabajo del conocido director cubano, pero afincado en Estados Unidos, Eduardo Sánchez. Ni más ni menos que el director, junto a Daniel Myrick, de El Proyecto de la Bruja de Blair, la película de 1999 que en cierta manera revolucionó el género del terror o, al menos, lo trajo de nuevo a la boca del gran público durante una mala época para el género, y todo gracias a su inteligente uso del “falso metraje encontrado” tan en boga actualmente. Su carrera no se ha prodigado mucho hasta la fecha, contando con solo dos películas previas a Lovelly Molly (y un experimento en formato vídeo, así como algún documental): Altered y Seventh Moon. Pequeñas obritas independientes que, dentro de sus propias limitaciones y discutible acierto, resultan una aproximación bastante fresca a historias ya muy conocidas. Es decir, dos largometrajes de obligado visionado para el núcleo duro de aficionados. En concreto, Altered es una obra que reenfoca la invasión extraterrestre desde una perspectiva inquietante, humana y salvaje en sus mejores compases.

Algo parecido, aunque con historias bien distintas, a lo que intenta traernos Sánchez con su último trabajo. Guionista (con ayuda de su fiel Jamie Nash), director y editor, nuestro cineasta intenta llevar a la pantalla la historia del descenso a la locura de una mujer, como otra cualquiera, con mucho humanismo pero, sobre todo, una ambientación retorcida que aporte la dimensión de horror suficiente a un drama personal, que en manos de otro director podría haber sido el típico telefilme sobre el uso de las drogas y sus consecuencias. Así no estamos ante una película de terror al uso, por mucho que todos los elementos del género se usen sin compasión y siempre al servicio de lo tenebroso, digamos que nos encontramos con un thriller crepuscular en la línea de La Escalera de Jacob o El Maquinista. Se establece un juego de luces y sombras con el espectador cuya pieza central es Molly, su transformación de “adorable”, de ahí el título, a “demonio” es el núcleo y conclusión de todo el metraje. El cómo y el por qué es lo que marca el devenir del argumento cuya simpleza hace que se vean venir muchas cosas de lejos, restándole intensidad, pero al menos retiene cualquier experimento innovador que sin lugar a dudas hubiesen hecho pretenciosa la cinta.

Alejado de dichos experimentos, Sánchez gusta de ir soltando las escasas piezas del puzzle de forma inconexa, casi descuidada, para ir reuniéndolas todas en un último tramo que, desgraciadamente, cuando comienza a tomar ritmo concluye. De forma morosa conocemos a Molly, poco a poco sabemos de su antigua adicción a la heroína, de los maltratos que sufría por parte de su padre. Sufrimos con ella la angustia de la soledad, al fin y al cabo su marido al ser camionero pasa gran parte de los días fuera de la siniestra casa perdida en la nada que antaño fuese el hogar de Molly y su funesta familia. Es cuando la soledad, que impera en la vieja casa, se apodera de la mente de Molly el momento en que se desencadenan las dudas sobre el estado mental de nuestra protagonista: ¿está loca, afectada por el consumo de heroína o ciertamente el demonio de su padre ha vuelto para atormentarla y poseerla? Aquí entra en escena la razón por la que Lovelly Molly se aleja bastante de ser un largometraje redondo: Sánchez se obsesiona con la ambigüedad de discurso, buscando una mirada humanista que se va desinflando poco a poco. Obstinado en rodar y mostrar los hechos con una patina ominosa, que señala hacia el origen sobrenatural del estado de Molly, nos narra una historia que finalmente no deja de ser el drama de una mujer engañada por la vida y por todos los que la amaban, aunque su reacción sea mucho más cruenta que las vistas en la triste realidad. Produciéndose una dicotomía que en mi caso, me alejó bastante de esa atmósfera escalofriante y los momentos extremos que van salpicando el metraje. Porque a medida que Molly se transforma, su conducta se vuelve más y más errática, convirtiéndose en una mujer impredecible que salta de la ternura a la violencia, pasando por una sucia seducción, con unos resultados en pantalla bastante truculentos. Los únicos momentos en que la cinta adquiere una dimensión aterradora, siempre sostenida por la iluminación fantasmagórica y la banda sonora de unos Tortoise venidos a menos.

No obstante, y como muestra de madurez narrativa, Sánchez siempre mantiene la atención del espectador gracias a la alternancia de escenas rodadas al estilo tradicional, aunque utilizando una cámara inquieta muy cercana siempre a Molly, con otras que pertenecen a la cámara con la que nuestra protagonista juguetea e intenta documentar los ataques sobrenaturales que sufre, así como el espionaje a una mujer y su hija, que mira tu por donde se convierten en las auténticas detonantes de su locura. Se podría decir que esta producción acoge el estallido de estilo de un director completamente maduro que simplemente ha querido darle un enfoque a su historia, terrorífico, que no termina de casar con lo narrado. Aun así, la interpretación de las cuitas de Molly intentan cobrar ese sentido “demoníaco”, que se empeñó en vendernos el tráiler, los carteles y las imágenes promociónales, tanto en un epílogo innecesario como en unos breves fragmentos que acompañan a los extras de un DVD norteamericano que al menos lleva subtítulos en inglés y el típico audio comentario. Unos fragmentos que documentan la historia de la película como si ésta fuese real. Lo cual aun tiene su interés, la verdad.

Las interpretaciones son más que adecuadas, destacando por encima de todo el elenco la debutante Gretchen Lodge. Sin ella no existiría Molly, todo un trabajo físico, mental y emocional que afronta con sencillez y naturalidad. Porque si se algo puede presumir este proyecto es la cercanía de sus personajes. Gente normal que afronta sus problemas con la misma estupidez que en la vida real, claro que sus problemas no dejan de ser bastante comunes al fin y al cabo (drogas, maltrato, infidelidad, aislamiento, incomunicación… las perlas de la sociedad 2.0). Gretchen se desnuda literal y metafóricamente frente a la cámara intentando manipular nuestras emociones para causar impacto sobre ese espectador sumergido en la atmósfera malsana de la cinta, desgraciadamente hay que dejarse llevar demasiado para sumergirse en dicha proposición. Estoy convencido de que será una actriz a seguir si continúa involucrándose tanto en sus papeles, aunque en este caso, su historia vaya enfriándose a medida que conocemos las causas de la inestabilidad de su personaje.

Un thriller psicológico en toda regla, que pese a sus aciertos no acaba de convencer por su lento desarrollo y la falta de fuerza provocada por su propia condición de melodrama expuesto como película de terror sobrenatural. Al acabar el primer tercio llegamos a un punto de inflexión en que la historia no avanza todo lo fluidamente que debería dada su simpleza. Lo que no impide para podamos disfrutar de una técnica muy depurada por parte de su director (que realmente se desvela como un editor de categoría, pues todas las transiciones son muy fluidas pese al montaje algo caótico) y una lograda ambientación siniestra al servicio de una narrativa que intenta mostrarse diferente sin lograr convencer al espectador que busque una cinta de horror. A mi, personalmente, no me ha convencido del todo pese a sus buenas cualidades.

Lo mejor: Su atmósfera enrarecida, aporta una gran ambientación oscura.

Lo peor: Finalmente esa atmósfera se revela como bastante superflua para la trama.


Vuestros comentarios

1. 02 sep 2012, 13:21 | Draghann

Qué casualidad. La tengo para verla esta noche aunque estoy dudando entre ésta y “Rites of Spring” (si alguien me recomienda una por encima de la otra, mejor que mejor) así que, por si acaso, no leeré la reseña y, si acabo viéndola, mañana daré mis impresiones!

Un saludo!

2. 07 sep 2012, 18:45 | Mr Zombie

Vista. No me parecio nada mal esta propuesta de Eduardo Sanchez, y eso que no me gusto nada El proyecto de la Bruja de Blair.

Lovelly Molly me parecio por encima de la media de estas ultimas peliculas post Paranormal activity, aunque sin duda es la mas casta de todas en cuanto a sangre o violencia explicita. Lo que Sanchez supo hacer muy bien es dotar de angustia y opresion al film y a su protagonista principal.

A mi gusto, bastante recomendable esta Lovely Molly.

3. 08 sep 2012, 13:56 | Lady Necrophage

De acuerdo con el comentario anterior, recomendadísima.No es una gran maravilla pero si bastante pasable.
Salu2¡¡¡

4. 29 sep 2012, 13:50 | Bafometh729

Jai Pipol:

Luca, muy bien reseñada la película y sobre todo tu último párrafo.
Vaya Mr Zombie, ¿es una peli tipo Paranormal Activity?? Que conste que la que citas ni la he visto ni tengo intención pero la que comentamos no tiene nada de Paranormal sino más bien esquizofrénica o paranoica.
Reconozco que se deja ver pero como para recomendarla con tanto énfasis como lo hace Lady Necrophage, pues va a ser que no.
Puntuación: 60/100.

Un saludo. Si iu.

5. 20 oct 2012, 18:22 | nina

Estoy con bafometh729… se deja ver…y ya, para mi gusto.

6. 20 oct 2012, 20:01 | Draghann

Desde luego el mayor problema de “Lovely Molly” es, más allá de una historia poco más que aceptable, su tremenda lentitud. Fui capaz de mantenerme despierto porque soy de una de esas pocas personas en el mundo que son incapaces de dormirse en el sofá. De lo contrario la siesta hubiera sido de campeonato.

Por mi parte sólo recomendable si no tienes otra cosa mejor que hacer o padeces de insomnio galopante.

Un saludo.

7. 17 feb 2013, 01:38 | Skalope

Gretchen Lodge esta riquísima, sus desnudos son excelentes. Por lo demás.. un truñito insufrible, lenta e insulsa a más no poder.

8. 09 feb 2014, 04:15 | PAOLALVAREZ

Alguien me quiere explicar por qué la cara del caballo al final en todas las fotos del padre? Creo que soy muy tonta, porque no dí con la gracia…

9. 21 feb 2018, 02:23 | matias

las mas recomendables que hizo “blair witch eduardo sanchez” (pobre, siempre se lo va a recordar por esa pelicula) son: esta (se deja ver perfectamente por su oscuridad y sordidez y como dice “skalope” hay un desnudo total!!!), exists (la del pie grande, veanla) y altered, que no vi, pero no encontre a nadie que dijera que era fea.
la que es una caca es Seventh Moon (ay dios mio…) que grande fue mi sorpresa al ver que estaba criticada acá (la agarre empezada en Hbolas y nunca pude saber el nombre)
podria no existir tranquilamente y no se perdería nada.
y claro “blair witch” que todavia me sigue causando gracia cuando la estrenaron que decian que era la cosa mas aterradora jamas vista y que la gente salia huyendo despavorida del cine o vomitando y que se yo…
estos gringos se asustan de nada!!

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