The Weight

Jung ha encontrado su sitio en el mundo trabajando en una morgue. Su convivencia con los cadáveres y la sangre parece discurrir bajo una extrañísima naturalidad. Mientras Jung lucha contra la tuberculosis y la artritis, los muertos comienzan a convertirse en sus únicos amigos. El director, Jeon Kyu-hwan, hace auténticos equilibrios sobre la estrecha barra que separa el delirio de la realidad. Cadáveres que danzan, humanos que se sienten como monstruos y una desazón dibujados con la ya clásica poética oriental que no entiende el dolor sin la belleza.

The Weight es una película provinente de la siempre prolífica Corea del Sur y dirigida por Jeon Kyu-Hwan, el responsable de la trilogía Mozart Town, Animal Town y Dance Town. La película narra la historia de un jorobado agobiado por el dolor desde su nacimiento que trabaja en una funeraria donde fantasea con los cuerpos inertes y da rienda suelta a sus más bajos instintos, todo desde un prisma sórdido y a la vez poético.

Si recuerdan la película exhibida en Sitges 2011 Beyond The Black Rainbow, de Panos Cosmatos, una película de arte y ensayo que fue la rareza de esa edición; The Weight es, digamos, la rareza de la presente edición. Una película difícil, extraña y perturbadora que no es precisamente para todo tipo de público, y que Ángel Sala define muy bien en las siguientes palabras: “Una pequeña obra maestra, provocativa, tremendamente dura, que hace poesía del horror y que, sin duda, se convertirá en una de las películas más comentadas del Festival, porque habrá gente que sienta pasión por ella y gente que la odiará.”

The Weight obtuvo en el Festival de Venecia el premio Queer Lion 2012 a la mejor película de temática LGTB. Este premio se otorga a la película que mejor represente a los personajes gays, lesbianas o transgéneros.

The Weight cuenta la historia de Jung, un empresario de pompas fúnebres en la morgue que depende en gran medida de su medicamento para la tuberculosis y la artritis para seguir adelante. A pesar de su enfermedad, la limpieza y vendaje de los muertos es para él una obra noble y hermosa. Jung es la última persona viva que se hace cargo de los muertos. Su vida en la morgue es una realidad, pese a fantasear con que los cadáveres son sus amigos, lo cual le lleva a no parar de hablar y relacionarse con ellos. Una historia que promete ser curiosa y que a su vez parece tener un punto de humanidad y compasión hacia personas con deficiencias, en este caso físicas y posiblemente mentales. Una película a tener muy en cuenta, sin lugar a dudas.

Su pase en el Festival de Sitges 2012 se postula como una oportunidad casi única para ver una película de muy difícil recorrido comercial, que probablemente tan solo disfrutará de un circuito cerrado en los cines de su país y en festivales temáticos como el de Venecia o Sitges.