Headshot

Pen-Ek Ratanaruang, director tailandés de películas tan interesantes como Invisible Waves y Ploy, nos trae Headshot, una historia sórdida de dolor, sufrimiento, redención y venganza; en un cóctel visualmente apasionante y un desarrollo decididamente vibrante. Ratanaruang es un director que suele conceder pausas muy amplias en sus películas y por ello se suelen calificar sus obras de lentas. Pero mas allá de esa tesitura tenemos a un director de mucho talento y con un excelente pulso narrativo, a pesar de que el desarrollo de sus películas es cierto que en ocasiones pueda ser catalogado,como mínimo, de sosegado.

De todas maneras aquí nos encontramos con la película más accesible del director hasta la fecha. Headshot es una película más directa y más fluida de lo que nos tiene acostumbrado Ratanaruang, con una mayor celeridad y agilidad a la hora de narrar los acontecimientos de la misma.

La mejor idea de la película es, sin duda, la de que a un policia lo hieran en la cabeza y, después de un largo coma, despierte y lo vea todo del revés. Hay una escena muy divertida – atención al spoiler… si no quieres saber lo que sucede en un determinado momento de la película no sigas leyendo esta frase – en la cual el protagonista tiene su televisor invertido para poder ver, de manera correcta, lo que están poniendo en pantalla – fin del spoiler – . Es una idea excelente que se despliega en varios momentos a lo largo de la trama y que aporta un plus de interés y espectacularidad a una película que, por otro lado, reúne unas buenas dosis de acción, sangre y violencia; aunque condensadas en momentos puntuales.

Estamos ante una típica película de venganza. Ojo por ojo y diente por diente. Todo aquello que me hiciste en el pasado te lo devuelve con intereses. La película está rodada con un contínuo sistema de avance y retroceso en la historia, por lo que requiere que el espectador preste mucha atención para evitar perderse entre tanto “voy y vengo… y por el camino me entretengo”. Su guion no es nada malo, es sugerente y tentador; aunque creo, honestamente, que también resulta al lioso incluso para espectadores avezados, de esos que lo pillan todo a la primera. Headshot es una película densa argumentalmente, no tanto por la trama en sí misma, si no por la forma de contarla, de exponerla. Como ya dije anteriormente, la película transcurre a base de idas y venidas que necesitan de la implicación y un alto grado de atención por parte de quien se decida a verla.

Headshot es una buena película, de historia sugerente, con alguna sorpresa muy recomendable, y con un excelente manejo de cámara y de su entorno. Los actores cumplen a la perfección y eso beneficia a una película que se define por su dinamismo y su complejidad.

Es interesante señalar, para terminar, que vale mucho la pena acercarse a la filmografía de este director tailandés, Pen-Ek Ratanarunag, y ver sus interesantes, pero siempre algo complicadas películas.