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Judge

El Juez de las Tinieblas

Judge

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  • Título original: Yami No Shihôkan, Judge
  • Nacionalidad: Japón | Año: 1991
  • Director: Hiroshi Negishi
  • Guión: Fujihiko Hosono
  • Intérpretes: Animación
  • Argumento: Existe una ley, La Ley De Las Tinieblas, que juzga a aquellos que a lo largo de su vida no cumplieron con la Justicia. Houichiro Ohma es El Juez De Las Tinieblas.
DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Existe una ley, La Ley De Las Tinieblas, que juzga a aquellos que a lo largo de su vida no cumplieron con la Justicia. Esta ley está escrita en el Libro De Las Leyes, con veredictos que poseen vida propia y recogidos sobre hojas de piel humana. El libro se halla bajo la custodia de un oficinista de apariencia normal, Houichiro Ohma, que en realidad es el despiadado “Judge”, El Juez De Las Tinieblas. Su legado es impartir la Justicia de manera implacable, así como antes lo hicieron sus antepasados.

CÓMO CAMBIAN LOS TIEMPOS

Nos encontramos en la España de comienzos de los 90, una época de cierta revolución cultural. Los videojuegos estaban comenzado a ser algo más que matar “marcianitos” y atrás habían quedado las “game & watch” como mudas semillas de la nueva generación que terminaría por germinar apenas tres años más tarde con los 32 bits de la PSX como un ya serio y generalizado divertimento de masas incluidos niños y adultos. Hideo Kojima surge como figura revolucionaria del mundo pixelado naciendo así una prolífica industria.

Lo mismo sucedería con los “tebeos”, ahora pasando a ser llamados “cómics”para referirse a aventuras superheroicas más allá de “Mortadelo y Filemón”, protagonizadas por tipos ataviados con mallas y dotados de superpoderes que en algunos casos, como sus trajes, también parecían ideados por Ágata Ruiz De la Prada, para finalmente referirse a ellos bajo el eufemismo de “obras gráficas” tratando de dotarlas de una seriedad que no tenían por qué tener pero con objeto de reivindicarse como elemento didáctico y no meramente lúdico. Nacen los correspondientes y justificadas idolatrías hacia Alan Moore y Frank Frazetta, aunque para un servidor, “JAN” siempre será Dios y “Superlópez” su profeta.

Y finalmente llegamos a los “dibujos animados”. En unas épocas pretéritas en las que veíamos con cándida inocencia series como “Marco”, “Heidi”, o “La Abeja Maya”, (de mis favoritas pues con Willy me descojonaba e identificaba igual que ahora) sin saber lo que era el “anime” ni el “manga”, nuestra adolescencia quedó epatada sin miramientos por personajes que se pasaban el día liándose a hostias y sangrando como cochinos en San Martín, para horror de nuestros conservadores progenitores, que asistían impotentes a nuestra absoluta devoción hacia “Bola De Dragón” y “Caballeros Del Zodiaco” con muda consternación. Japón nos había infectado con su “T-Virus” particular y no había cura posible para alegría de aquellos que de golpe y porrazo, como aficionados a estas tres temáticas habíamos pasado sin saberlo de ser los “niños raros del cole” a la categoría “frikis”, pero no ya como término peyorativo derivado del film imperecedero de Tod Browning, sino como admirados “extraños” por sus bizarros conocimientos en las áreas descritas.

LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN

El paso más difícil ya se había dado y pese a las protestas de algunas retrógradas Asociaciones de Padres que consideraban que estos nuevos “dibujos” estaban corrompiendo a sus pequeños retoños (como si la vida no fuera un combate a muerte diario) en vez de enseñarles una realidad de la que preferían desviar la vista, esto es, que en la vida hay como en los dibujos héroes y villanos y hay que luchar más que en ningún sitio de ficción, lo cierto es que su vano intento de censura no tuvo repercusión frente a una joven masa enfebrecida ante esos combates a muerte, mutaciones monstruosas y luchas de “mechas”.

Y así comenzaban a llegarnos las primeras producciones en codiciadas cintas VHS de importación como la que nos ocupa, para luego pasar a los terrenos más escabrosos del “ecchi” y el duro “hentai” con la inefable serie de “Urotsukidōji”. Los temas tratados eran cada vez más profundos (sobre todo en el “hentai”, nótese la pervertida metáfora) y serios.

En este caso nuestro protagonista se encarga de impartir Justicia Divina cual Salomón de ultratumba, para aleccionar a los crápulas de la mal llamada sociedad del bienestar. Si embargo, quien en principio, por su título parece un demonio transfigurado que trabaja para el lado oscuro, no es sino el héroe de la función.

Así se demuestra con su primera víctima, un compañero trepa de su propia oficina capaz de todo por llegar a lo más alto, con aspiraciones de yakuza chulopiscinas de baja estofa que serán “recompensadas” cuando es ajusticiado por sus crímenes ante “El Tribunal Del Infierno” quedando patentes sus acusaciones por la lectura de “El Código De Las Tinieblas”, una especie de Necronomicón Jurídico del que se desprenden alegatos de culpabilidad en forma de horribles torturas y hechizos demoníacos que condenan el alma del infeliz al limbo eterno.

No obstante, no todo le resultará tan fácil a “Judge”, pues si bien este primer “acusado” era un pobre diablo sin posibilidades, su segundo imputado será nada menos que el Jefe de la Empresa, un ricachón que ha cometido un crimen execrable para hacerse con el total control de la Compañía y como está forrado de pasta hasta las cejas, su primer enfrentamiento con “Judge” se salda con un “empate” pues en todo Juicio hay una Parte Acusadora y/o Fiscal además de una Parte Defensora y cuando “Judge” está en plena faena, se ve sorprendido y contrarrestado por un “Abogado Defensor Del Más Allá” contratado por este nuevo cliente, evidenciando así una exquisita segunda lectura crítica al mundo judicial, demostrando que quien es más pudiente puede dotarse de una mejor defensa y en ocasiones salirse de rositas pese haber realizado todo tipo de tropelías (y no lo digo por ustedes, señores banqueros, ejecutivos corruptos, y familiares de las más altas esferas, qué va).

De este modo, ambas Partes y su respectivo Acusado-Defendido se verán transportadas al Inframundo para ejercer sus correspondientes alegatos en forma de espectaculares hechizos que ponen en jaque la pericia mágica y jurídica de los letrados en un atroz combate de imprevisibles consecuencias.

Así pues, “Yami No Shihôkan: Judge” es una correctísima apuesta en forma de mediometraje hija de su tiempo, con una animación cuidada sin llegar a las actuales cuotas de perfeccionismo técnico como es lógico, y por tanto en completas dos dimensiones sin añadidos infográficos, lo que en vez de restarle calidad, le suma enteros al retrotraernos a una época en la que todo se realizaba de un modo mucho más artesanal y quizá más imperfecto, pero por ello mismo mucho más atractivo y dotado de un encanto especial que muchas de las producciones actuales en HD, Blu-Ray y demás espantajos técnicos carecen, pese a su depurada imagen. Tal como ha ocurrido con el mundo de los Videjuegos (siguen divirtiendo más algunos del MAME que esas “demos” llenas de bugs que nos venden a 70 euros y encima necesitan actualizaciones por Internet y una tarjeta gráfica más grande que tu piso) y los Cómics prostituidos por el uso y abuso de las paletas gráficas (a Goya o Miguel Ángel no les hizo falta ninguna Wacon Bamboo).

Lo mejor: Su entretenida propuesta e interesante segunda lectura crítica.

Lo peor: Su escasa duración y contenida violencia deja con ganas de más.


Vuestros comentarios

1. 26 oct 2012, 23:08 | avocado

Uhhhhhhhhhhhhh que bueno que empiecen a reseñar anime,sin duda una de las cosas que mas disfruto aunque ultimamente lo haya dejado un poco de lado.Eso si,en mi disco rigido tengo muchos animes y tambien muchas peliculas en dvd.
Sigan reseñando ya que hay tremendas obras maestras en todos los generos,gore/terror/thriller y demas.

2. 27 oct 2012, 01:17 | Hackenbush

Hace ya algunos años daban un programa, en el canal33 llamado, simplemente, “Manga” hacia las 23h, o así. En una ocasión, mi vhs (siempre atento en los momentos que se le necesitaba) grabó un anime llamado textualmente “El Jutge de les Tenebres”.
Tengo un buen recuerdo de él, aunque apenas vislumbro flashes de escenas sueltas, y una buena ambientación. Me encanta ver como le habéis dedicado un rinconcito en este blog. Otro acierto más. Seguid como hasta ahora!

3. 27 oct 2012, 09:17 | Joan Lafulla

Me alegra que os guste este nuevo rumbo que hemos tomado. Reconozco que yo al principio no lo veía muy claro… fundamentalmente porque desconozco por completo el universo Manga. Pero me lo pedía nuestro buen amigo MASP, que es un auténtico crack en todo lo que escribe, así que no podía negarme :-)

La idea es precisamente esa, reseñar piezas Manga relacionadas con el horror, gore, etc…

Un saludo

4. 27 oct 2012, 12:30 | Draghann

Pues a mí también me parece una excelente idea. Lo cierto es que llevo muchos años viendo anime de toda clase pero sin duda el que más disfruto es el de terror.

Hay verdaderas joyas (tanto Ovas/largometrajes como series) esperando a aquellos que todavía no han decidido adentrarse en este mundo ya sea porque no les llama, por desconocimiento o por simples prejuicios… ya sabéis, eso de que los “dibujos” son para niños.

Un saludo!

5. 30 oct 2012, 16:18 | MASP

Pedid, criaturas de la noche! Y vuestros perversos deseos os serán concedidos!
A cambio el depravado MASP sólo os pedirá leer Almas Oscuras y quizá un día… reclame vuestras corruptas almas! xD

6. 29 oct 2013, 06:11 | luis

Noto por el argot de tu análisis que posiblemente seas un abogado de profesión, me encanto el ensayo que hiciste respecto de este ova, hasta hace poco tuve conocimiento de su existencia y está buenísimo.

Saludos.

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