Carnieville

¿Sabíais que el miedo irracional a los payasos tiene una denominación científica? Coulrofobia, o fobia a los payasos. Suelen padecerla los niños, pero tampoco es extraña en adolescentes e incluso personas adultas. Y suele atribuirse al exceso de maquillaje de sus caras, la peluca, y la enorme nariz de goma; elementos que permiten al payaso esconder su verdadera identidad. Su orígen puede provenir tanto de una mala experiencia personal que haya tenido el afectado con los payasos, o incluso de la simple visión de un retrato o una imagen en cine o televisión que le haya impactado especialmente. De hecho, en los USA, fundamentalmente, suele atribuirse a la figura de Pennywise, el terrorífico payaso de It, popular novela de Stephen King adaptada en una recordada miniserie televisiva, el orígen de un buen número de coulrofobias.

Por supuesto el cine de terror no ha dejado escapar la posibilidad de potenciar este extraño e irracional miedo a través de una retahíla de títulos - con la mencionada It a la cabeza – que en cierto modo han ido edificando, a lo largo de los años, una especie de leyenda negra en torno a la figura del clown o el payaso. De esta manera títulos como Los payasos asesinos del espacio exterior (1988), Drive-Thru (2007), Clownhouse (1989), o Gacy (2003), película esta última que relataba las fechorías de John Wayne Gacy, también conocido como “Pogo” o “El payaso asesino” por asistir a fiestas infantiles o desfiles disfrazado de payaso, y que acabó con la vida de 33 jóvenes entre 1972 y 1978; han contribuído todas ellas a dar forma a esa leyenda oscura de la que antes os hablaba.

Y si antes he mencionado a Pennywise como orígen de un gran número de coulrofobias, no puedo evitar la mención del payaso que ocupó mis noches de insomnio siendo un crío: Ronald McDonald, la mascota de la omnipresente cadena de comida rápida. Siempre tuve la impresión de que tras el maquillaje de Ronald McDonald se escondía un pedófilo y asesino en ciernes. Por supuesto todos estos pensamientos eran el resultado de un exceso de imaginación condicionado por la perniciosa influencia que siempre ha ejercido en mí el cine de terror – sic, nótese la ironía -. Sea como fuere, Ronald McDonald incluso disfruta de su propia leyenda urbana, que cuenta, a grandes rasgos, como un muñeco del payaso cobró vida en un establecimiento mexicano dándole un susto de muerte, literalmente, a uno de los empleados que sufría de problemas coronarios. (Nota a los sres. de Mcdonalds: No se lo tomen a mal. Rindo pleitesía a un buen Big Mac acomañado de patatas fritas deluxe y coca-cola de máquina… pero es que Ronald McDonal…).

Pero vayamos a lo que realmente interesa: Carnieville. Dirigida por el debutante Victor Mathieu, Carnieville es una producción independiente que cuenta con una protagonista que sufre coulrofobia y que, como no podía ser de otra manera, da con sus huesos en una siniestra feria plagada de payasos asesinos y, si no me equivoco, caníbales. La película, cuyo divertido tráiler no os debéis perder, no tiene fecha de estreno.