Sushi Girl

Para qué negarlo, ¡adoro el cine del maestro Tarantino!, prácticamente desde que era un mísero crío. Aún recuerdo aquella vez que fui, desconfiado, a ver una tal Reservoir Dogs de la que todo el mundo hablaba maravillas, y poco a poco esa temerosidad inicial se acabó convirtiendo en pura euforia. Y ese es el mayor regalo que le puedes hacer a un espectador. Sencillamente porque todo lo que veía era lo que, como espectador, quería ver; y eso es lo que hace del cine de Tarantino un cine especial. Puede que no sea todo lo original que dicen que es, pero tiene ese gusto por los detalles tan peculiar y exquisito que no solo admiro, sino que además comparto. Algo parecido me ha pasado mientras veía Sushi Girl, dirigida por el debutante en largometrajes Kern Saxton, película que se inspira en el cine de Tarantino y que, por lo tanto, es como un homenaje a muchas de las películas de su filmografía.

Un hombre apodado “Fish” ha pasado seis años en la cárcel manteniendo la boca cerrada sobre un robo y cuatro personas implicadas en el mismo a las que encubre. La noche en la que queda en libertad, las cuatro personas a las que protege le obsequian con una elegante comida liderada por Duke (Tony Todd) en el que el sushi reposa encima de una chica desnuda. Pero según transcurre el día, la desconfianza se va apoderando de unos y otros con la mirada puesta en dónde está escondido el botín. A partir de entonces veremos una sesión de venganza pura y dura.

Nada más empezar nos encontramos con unos créditos iniciales fantásticos, de calidad, en los que deslumbra el cuerpo completamente desnudo de Cortney Palm (en especial sus prominentes senos), nuestra “mujer sushi”. Lo cierto es que, para su bajo presupuesto, la película goza de un interesante poder visual y de un acabado de muy buena calidad. Evidentemente el hecho de que la mayor parte de la película transcurra en un simple comedor abandonado hace que no se aprecie, en todo su esplendor, el poderío visual que se demuestra de manera tan evidente en esos créditos iniciales; pero hay que reconocer que visualmente Sushi Girl está muy por encima de la media y de las expectativas iniciales. El tener al mismísimo Tarantino como referencia en todo momento, prácticamente le obligaba a disponer de un apartado visual muy cuidado…; y lo cierto es que lo está.

Argumentalmente, pese a su nula originalidad, sale airosa; pero también tiene algún pormenor que la echa un poco a perder. Los flashbacks están bastante currados y muy bien adscritos a la historia; al igual que ese potente clímax final. Luego también era importante caracterizar lo mejor posible a los personajes, aunque para ello la película roce, en determinados momentos, la exageración. Seamos claros, cuanto más exagerada sea la caracterización de los personajes, mayor será el recuerdo de estos en la mente del espectador y, en consecuencia, mayor será el disfrute. Lo cierto es que la película, en este sentido, logra su cometido. Siempre que uno habla de Sushi Girl, hay cierto personaje que, de repente, se me aparece en mente. Evidentemente hablo de Crow (Mark Hamil), sin duda lo mejor de toda la película. Es como un personaje antagonista de Batman, eso sí, afeminado; pero igual de potente que aquellos e igual de sádico.

Lo único que le puedo echar en cara al guión son las historias entrelazadas dentro de la película. Me faltó esa capacidad de recreación que consigue Tarantino dentro de sus películas cuando utiliza este mismo recurso de entrelazar historias. Las historias secundarias de Sushi Girl se desvían excesivamente de la película, de su trama principal, en lugar de acercarse a ella, que debería ser el objetivo de éstas. Acaban resultando anódinas e inconclusas, y vienen a demostrar que imitar los guiones de Tarantino no es una tarea nada fácil. Y ese es, precisamente, el mayor error que comete Sushi Girl, que pasa de homenajear a copiar, en un par de ocasiones concretas, y por lo tanto se arriesga a “la comparación”. Yo la definiría como una mezcla entre Kill Bill V.1 y Reservoir Dogs, con tintes “batmaníanos” (por definirlo de alguna forma).

Lo mejor de Sushi Girl, es el reparto. Los personajes están muy bien caracterizados y muy bien interpretados. Todos están muy correctos, pero Mark Hamil destaca entre todos ellos… básicamente los eclipsa. Además os recuerdo que hablamos de personajes muy exagerados; en seguida se les ve venir y por lo tanto requieren de actores que sepan mantenerse lo más lejos posible de la sobreactuación, y os aseguro que no he visto a ninguno de los actores de Sushi Girl sobreactuado en ningún momento. Tampoco hace falta que se profundice demasiado en este tipo de personajes para darse cuenta de lo sádicos y locos que están; el problema es que se olvida de profundizar en el más importante de todos ellos, cosa que le quita el factor sorpresa a la cinta y le resta muchos puntos, pero que por el contario también la hace más disfrutable y sangrienta. A todo ello hay que sumarle unos cuantos cameos interesantes y “en plan homenaje”, como el de Danny Trejo (Machete en” Machete”) o el de Sonny Chiba (Hattori Hanzo en “Kill Bill”), entre otros. Sin embargo, el no poder sentir una mera empatía hacia ningún personaje, hace de Sushi Girl una película olvidable y mucho menos tensa de lo que debería.

En resumen, Sushi Girl es un thriller a lo Tarantino muy disfrutable. Podría haber entrado perfectamente dentro de las películas derivadas de Grindhouse. Su mayor problema es que, por momentos, se dedica solo a imitar el estilo de Tarantino en lugar de buscar el suyo propio. Con esto no quiero decir que sea un remake porque hay ciertos detalles que la alejan de serlo, pero muchos otros (quizá demasiados) que la acercan, convirtiéndola en un corta-pega en toda regla. Sin embargo tiene ciertos “puntillos” a tener en cuenta, sobre todo, a la hora de caracterizar a los personajes. Tampoco creo que sea tan buena ni tan memorable como aseguran que es, pero reconozco que se pasa en un auténtico suspiro y es una propuesta interesante para ver, al menos, una vez. Cumple con lo prometido. Recomendable.