Estás aquí: Página de inicio » Comedia » Eddie: the sleepwalking cannibal

Eddie: the sleepwalking cannibal

Inspirar, expirar...

Eddie: the sleepwalking cannibal

Ver ficha completa

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Tras sufrir un accidente, Lards (Thure Lindhardt), un reputado pintor ha perdido su capacidad creadora y vive en un estado constante de bloqueo que dura ya más de 10 años. Tratando de cambiar el rumbo de su vida, decide dejar su residencia en Dinamarca y trasladarse a una localidad canadiense en calidad de profesor estrella de una diminuta escuela de arte. A su llegada descubre la crítica situación financiera del centro y conoce a Eddie (Dylan Smith), un alumno mudo y con trastornos sicológicos, que terminará por compartir casa con Lars. En su primera noche, nuestro protagonista descubrirá dos hechos transcendentales; Que Eddie se transforma en sueños en un salvaje caníbal con insaciables instintos homicidas, y que la visión de los cuerpos desmembrados le conecta temporalmente con su perdida inspiración permitiéndole crear obras incluso superiores a las que en su momento le encumbraron. La posibilidad de volver a pintar y la de poder salvar la escuela con unos pocos cuadros es muy tentadora… ¿Quién podría resistirse?

Eddie es una comedia negra bien construida, que comienza como una típica buddy movie (2 personajes masculinos y generalmente antagónicos comparten tiempo, o casa, o viaje, juntos y terminan por afianzar lazos y solucionar sus respectivos problemas) pero que, hacia la mitad de su metraje, lleva la acción por derroteros mucho menos explorados, más oscuros y, desde luego, más interesantes.

El personaje de Eddie comienza el film como un ser infantil y entrañable, pero al anochecer, cuando lo veamos recorrer el bosque en paños menores, conectaremos con su naturaleza más salvaje y nos daremos cuenta del enorme acierto de casting que ha sido la elección del actor, que puede poner la cara de cordero degollado en un momento y al siguiente poner la del carnicero. Por su parte Lars es un personaje mucho más complejo y sobre sus hombros y su construcción recaen todos los giros de la cinta. Afortunadamente Thure Lindhardt cubre su interpretación con gran solvencia. Lars esconde, bajo su amable e inocente apariencia, un ser egoista, morboso y violento, en constante lucha con este lado oscuro. Una personalidad que se transmite al espectador desde la escena inicial en la que ha de lidiar con un ciervo al que acaba de atropellar. A Eddie y Lars se suman una serie de personajes secundarios, la gran mayoría carnaza para nuestro inocente homicida, y la sempiterna chica de turno (Georgina Reilly) cuya historia de amor con Lars es menos típica de lo acostumbrado, algo también de agradecer, y que termina por dibujar mucho mejor a nuestro protagonista.

La mayoría de las buenas intenciones del film se ven lastradas por lo predecible del mismo. Desde el primer minuto en que aparezca cada uno de los personajes sabremos quienes vivirán y quienes harán de tentempié nocturno al silencioso Eddie. Otro tanto sucede con las reacciones de Lars y, en casi todo momento, nuestra intuición irá unos minutos por delante de la acción de la película. Aunque, personalmente, esto no me resultó molesto, sí que le restó interés al conjunto.

Mientras veía la película no dejaba de pensar en el personaje de Eddie como una suerte de hombre-lobo camuflado por el guión en un caníbal sonámbulo, algo que, aunque sólo sea por lo estrafalario y original, ya es un acierto. Y cual no ha sido mi sorpresa, al investigar un poco para hacer esta reseña, ver que el personaje de los primeros borradores era, en efecto, un licántropo.

Otro de los aciertos del film es evitar mostrar en todo momento la obra de Lars. Personalmente detesto en las películas donde hablan de cuadros excelentes y caen en la tentación de enseñarlos porque o suelen ser bodrios, o no cubren mis expectativas en la historia. Es un detalle pequeño, pero que se suma a otros aciertos de la dirección de la cinta, como la escena del supermercado o la de la escultura, que desde luego ayudan a que una historia tan predecible se vea con agrado y se valore de forma tan positiva. Los que busquen terror sólo encontrarán pequeñas pinceladas ya que su director y co-guionista, Boris Rodriguez, mantiene domadas las posibles opciones de asustar en favor de la comedia. Algo parecido pasa con el gore y la sangre, aunque la tendremos a borbotones - veremos amputaciones e incluso alguna muerte más bruta de lo normal – , lo presenciaremos todo con cierta distancia y sutileza haciendo de Eddie: the sleepwalking cannibal un título apto para estómagos sensibles.

Lo mejor: Eddie es un personaje fantástico. La escena de la escultura me pareció brillante.

Lo peor: Resulta muy predecible y eso le resta diversión.


Vuestros comentarios

1. 20 ene 2013, 15:33 | Nelson

¡Suena genial! Gracias almasoscuras.

2. 21 ene 2013, 18:17 | jesus pamplona

Nelson, si la ves no te olvides de comentar tus impresiones.

Escribe tu comentario:

¡ATENCIÓN! El formulario de comentarios utiliza un sistema de previsualización con el objetivo luchar contra el spam. Por lo tanto, tras pulsar el botón PREVISUALIZAR no olvides pulsar el botón ENVIAR para dar de alta definitivamente el comentario.


Si desea incluir un spoiler indique use las etiquetas [spoiler] y [/spoiler] para enmarmar el texto que se ocultará.