True Nature

True Nature es el primer largometraje del norteamericano Patrick Steele. La película en cuestión se ha ganado el favor del público en todos los festivales dónde ha podido participar, alzándose, de paso, con una larga lista de premios a tener en cuenta. Y gracias a Dios, este servidor ha podido verla por fin; quizá algo tarde, pero lo ha conseguido. Y coincidiendo con su reciente e inesperado estreno en su país de origen precisamente hoy, 22 de enero, creo que ya era hora de que alguien se decidiera a hacerle una reseña.

Es evidente, que al tratarse de una película tan aclamada por la crítica, True Nature era, por mi parte, una película indie muy esperada. Y lo curioso es que a pesar de las altas expectativas (que a menudo juegan en nuestra contra), True Nature ha conseguido sorprenderme. Cuando vi el tráiler pensé que estaría más cerca del thriller que del terror, pero no ha sido así, en absoluto. Lo cierto es que la película empieza un tanto floja, muy lenta; la ambientación es muy de propia de telefilm y los primeros minutos son desconcertantes…, muy desconcertantes. Marianne desaparece durante todo un año, y cuando regresa no existe reacción alguna por parte de quienes la rodean. No hay celebración, no hay alegría, no hay afecto; solo hay indiferencia. Marianne se reencuentra con una madre perfeccionista y superficial que solo se preocupa por sí misma y es incapaz de respetar los sentimientos de su hija; además de un padre avaricioso que solo se preocupa por su dinero y por el cómo aumentarlo. Dos personajes absolutamente mezquinos, egoístas e insufribles. Os aseguro que no había visto tanta perfidia junta en una sola película.

La naturaleza es un sistema abierto, y como tal, tiende a buscar un equilibrio; por lo tanto cuando hay una perturbación, todo debe estabilizarse cuanto antes. De esta manera la naturaleza puede parecer algo inocente. Por un lado es preciosa y angelical, pero por el otro es cruel y sádica como ninguna otra cosa. El peor enemigo de todo ser viviente. Eso describe True Nature, el concepto de la naturaleza, mostrando dos caras de una misma moneda. Uno podría definir el argumento de True Nature nombrando solo los contrastes tan bien definidos que se pueden apreciar: pasado y presente, oscuridad y luz, muerte y vida, mentira y verdad. Todos relacionados y presentes en True Nature.

El guión de True Nature es bastante complejo y ambiguo, sin embargo dentro de esa ambigüedad hay un concepto definido claramente, y esa es la razón por la gusta tanto, porque sabes que todo tiene un sentido, aunque no tengas ni la más remota idea de qué es lo que has visto. Y aun así incluso gusta y uno tiene la necesidad de comentarla (aunque sea con un árbol). La pregunta claves es: ¿Qué es True Nature? ¿Es un thriller psicológico o un thriller sobrenatural? Como ya comentaba antes, todo el guión de True Nature se basa en contrastes y, por extensión, el subgénero de True Nature es un contraste.
Ambas perspectivas, la psicológica y la sobrenatural, nos sirven para explicar True Nature. Ambas cuadran, y su mezcla da como resultado la película de Patrick Steele. Por lo que el interpretar la película de una forma u otra depende de cómo glose uno cada acontecimiento.

SPOILER Marianne vuelve a casa (el pollo está en el horno) y de repente todo explota. La Marianne del pasado renace, la naturaleza se está volviendo loca, la casa se cae a pedazos, y todo ello ocurre mientras la verdad está saliendo a la luz a través de esa “bestia del pasado”. Y cuando sale, de repente Marianne desaparece entre la naturaleza. ¿Es acaso esa la verdadera naturaleza del hombre? ¿Un monstruo lleno de ira y de bondad? ¿Es eso posible? ¿Puede existir semejante ambivalencia? Yo creo que sí, sencillamente porque la naturaleza es así: crueldad sin límites. No obstante no todo es psicología, ni naturaleza humana, lectores; hay un componente sobrenatural importante y clave en el significado central de True Nature. Y la duda surge de una manera necesaria y evidente: ¿es un personaje real o es solo una representación de una mente desfragmentada? (personalmente diría que hay más de lo segundo que de lo primero, sin embargo, es cierto que hay un toque sobrenatural a tener en cuenta; pero todo es absolutamente debatible y estaré encantado de debatirlo con vosotros). Lo que está claro es que al final todo vuelve a la normalidad, la naturaleza vuelve a estar en equilibrio, pero la pregunta clave es: ¿Por qué ahora? ¿Por qué después de un año? Es que Marianne se cansó de esperar o es la naturaleza quién se cansó de esperar por ella (o quizá sean las dos cosas) FIN DE SPOILER.

A pesar de las diversas interpretaciones que uno haga, siempre nos quedaremos sin la respuesta a la pregunta clave que os acabo de formular. En cualquier caso, y a pesar de reconocer que True Nature es una película muy inteligente, debo afirmar que no me gustó nada ese juego sucio que nos propone el Sr. Steele con el fin de atrapar a ambos espectadores, tanto al que busca un thriller psicológico como al que busca uno sobrenatural. Pero es evidente que True Nature siempre va por delante del espectador, en todo momento; y lo consigue partiendo de un guión muy sólido gracias al cual la película resulta tan entretenida (os lo aseguro, el film engancha. Yo me puse a verla a la 1:00 de la madrugada y me tragué hasta el último minuto de película). El encontrarse con algo tan diferente y tan bien cuidado, hace de True Nature algo adictivo. Algo que no es original pero que se sale completamente de la sempiterna basura a la que estamos sometidos.

En cuanto al apartado técnico, poco más que añadir que no hayan dicho ese montón de premios que de forma tan merecida se ha llevado. Y es que una de las razones por las que True Nature sorprende tanto es porque no solo sabe trasmitir ese mismo concepto a través del guión, sino también visualmente. Bajo esa bonita y superficial ambientación tan propia de telefilm (técnica muy habitual del director David Lynch) hay algo oscuro; una oscuridad que nos irá consumiendo poco a poco. Una oscuridad cada vez más angustiosa, que se vuelve más oscura e inclusive nauseabunda por momentos, hasta que toda esa aparente inocencia haya desaparecido por completo. Hasta que se vuelva algo inexistente. La fotografía es brillante, las luces y las sombras, están muy bien trabajadas. Ese tenebrismo tan extravagante (atención a la iluminación de la escena del baño), es una auténtica preciosidad.

En cuanto al reparto tan solo mencionar que es absolutamente fantástico. La actuación de Marianne Porter es brillante. Transmite una inocencia y una vulnerabilidad necesarias y creíbles. Transmite un realismo importante. Y a su excelente labor hay que sumarle la de sus otros dos compañeros de reparto, que también están de fábula. Como espectador he llegado a odiar a Becky (Carolyn McCormick) con toda mi alma; es de esos personajes que se te atragantan con facilidad y eso demuestra el gran trabajo que hacen los actores.

En resumen, True Nature es una película entretenida, inteligente y aterradora por momentos. Es una película muy eficaz. Engancha al espectador con suma facilidad; y recordad, por fuera puede parecer un telefilm de tintes dramáticos pero por dentro es terror, con todas las letras. Altamente recomendable, en especial a los amantes del cine indie y de los thrillers. No es que sea original pero es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados.

“Es un mundo extraño ¿verdad?”