Video Club

Daniela es una hermosa joven recién salida del colegio que vive una fuerte crisis existencial. Se refugia en un viejo video club con la intención de alquilar un buen número de películas y encerrarse en su habitación. Pero en el video club conoce a Miguel, un joven dependiente que vive por y para el cine. Afirma haber visto un total de 11.000 películas, y como no podía ser de otra manera su género favorito es el terrorífico. Daniela y Miguel se enamoran irremediablemente. Pero las cosas se complican. La temperatura del planeta comienza a subir y la gente se pone muy agresiva… hasta límites insospechados. Daniel y Miguel se verán abocados a defender su reciente amor en mitad de un apocalipsis zombi.

Una secuencia de imágenes muestra el pedestre mecanismo de un reproductor de vídeo rebobinando una cinta VHS. Qué fácil es, en ocasiones, tocar la fibra sensible de un servidor. Video Club es el título de la segunda película del chileno Pablo Illanes tras su recomendable debut Baby Shower. Ambientada en 1992, en Chile, Video Club cuenta la historia de un joven obsesionado con el cine de terror enamorado de una hermosísima jovencita con problemas existenciales propios de su edad. Hasta aquí nada especialmente destacable… o al menos nada que, a priori, pudiera tener cabida en Almas Oscuras. Pero cuando Miguel y Daniela, nombre de los dos enamorados en cuestión, se ven obligados a preservar su idílica historia en el marco de un apocalipsis zombi… la cosa cambia sustancialmente. Si además, esta joven pareja de enamorados, en su huída, se ven obligados a refugiarse en el viejo video club de barrio donde trabaja Miguel… entonces es cuando empieza a asomar la nostalgia y la cosa se pone interesante de verdad.

El tráiler de Video Club me ha traído a la memoria aquel estante, justo al final del local , en el que se amontonaban las películas de terror esperando a que jovencitos como un servidor se pasaran horas releyendo los argumentos y mirando las fotografías (acababas sabiéndote las portadas de memoria). No era una cuestión sencilla. Alquilar una película no era barato. Costaba un dinero que no tenía y por lo tanto dependía de la buena voluntad de mi señor padre para acabar viendo alguna de esas películas. Y teniendo en cuenta que el señor padre en cuestión consideraba un pecado salir del video club sin una película de Alfredo Landa o de Bud Spencer en sus manos, las oportunidades de poder llevarme a casa la última entrega del Vengador Tóxico, Body Parts, Ozone o Society… eran más bien escasas.

La nueva película del chileno Pablo Illanes parece conjugar de buena gana esa cinefilia que vivimos con tanta intensidad en nuestra adolescencia. Y lo hace junto a géneros tan diversos como la comedia costumbrista, la comedia romántica o el cine de zombis. Una combinación variada y arriesgada, pero que bien llevada puede atraer a un espectro de potenciales espectadores muy amplio. Os dejo con el tráiler y algunas imágenes de Video Club.