Ooga Booga

La venganza se cocina a fuego lento cuando unos policías corruptos asesinan brutalmente a Devin, un inocente estudiante de medicina afroamericano. El alma de Devin se transfiere mágicamente al cuerpo de una figura de acción llamado Ooga Booga. Armado con su arma tribal y con la ayuda de su antigua novia, Donna, Ooga Booga toma las calles para encontrar a los hombres que le robaron su brillante futuro. Los cuerpos empiezarán a apilarse cuando Ooga Booga imponga su venganza troceando a policías corruptos, camellos y funcionarios municipales con el fin de limpiar su nombre. ¡Que los racistas tengan cuidado! Ni siquiera tendrán tiempo suficiente para gritar, “¡Ooga Booga!”

No abandonamos a los muñecos asesinos. Si hace apenas unos minutos os informábamos de que Puppet Master era una de las películas escogidas para la primera sesión doble organizada por los amigos de Klowns Asesinos, ahora nos detenemos precisamente en Charles Band, guionista y productor de Puppet Master, patrón de la mítica Full Moon (con la que lleva producidas, atención… 259 películas), y todo un gurú en el subgénero de los muñequitos asesinos y cabronazos. Su último título como director es Ooga Booga, estrenada el pasado mes de febrero en VOD dentro del Full Moon’s Grindhouse Collection, un portal donde disfrutar de algunos de los exploits más demenciales de la productora.

¿Qué cabe esperar de una película como Ooga Booga, protagonizada por un muñecote africano de apenas un palmo de altura impartiendo venganza? Pues supongo que lo habitual en este tipo de propuestas: humor, gore, algo de sexo y todo el gamberrismo y sinvergüencería habituales en una producción de la Full Moon. La crítica especializada no parece ponerse de acuerdo con Ooga Booga; mientras algunos se dedican a despedazar la película señalándola como una de las peores películas de la Full Moon y acusándola de racista, otros se dan por satisfechos y afirman haber encontrado en las aventuras del muñeco afro asesino justo lo que esperaban: humor políticamente incorrecto, tetas, gore y chistes malos.

Lo cierto es que si la última producción de Charles Band hubiera puesto de acuerdo a la crítica… sería signo inequívoco de que algo no acaba de funcionar bien. Por cierto, si a alguno de vosotros les suena el careto del asesino afro tiene una explicación: Ooga Booga ya hizo acto de presencia en dos películas anteriores de la Full Moon, Doll Graveyard y Evil Bong. Ignoro si os han entrado ganas de echarle el guante a Ooga Booga (posiblemente no) pero al menos echadle un vistazo al trailer. Serán tan solo un par de minutos de vuestras vidas y, quién sabe, igual os arranca alguna sonrisa. Yo, por mi parte, reclamo un crossover de Ooga Booga y Black Devil Doll.