Serie B

Willie Molina es un actor ya retirado que ha pasado parte de su vida en Hollywood interpretando películas de SERIE B. Su mayor hobbie es la caza, y mientras esta en el monte dispara sin querer contra unas chicas que estaban caminando entre los arbustos, hiriendo a una de ellas. La herida es superficial, pero Willie las invita a pasar el día en su finca. Al llegar a la mansión, las chicas descubren que están ante un hombre muy rico. En realidad, las jóvenes ejercen de gancho en la carretera a hombres ingenuos a los que desvalijan valiéndose de sus encantos. Su protector, Robín, llega a la casa junto a Katy, una nueva chica. Acorralan al viejo actor amordazándole y golpeándole. Las cosas se ponen feas para el hombre. Aunque mientras los demás se distraen curioseando por la casa, Willie consigue liberarse… y entonces empieza una cacería llena de sorpresas en donde no se llega a saber hasta el final quien es más malvado de todos ellos.

Los chicos de Serie B lo dejan muy claro en la página facebook de la película; hay todo un decálogo al que atenerse para hacer frente a una película como la suya. Y dicho decálogo incluye, entre otros, preceptos tales como: “Títulos de crédito psicódelicos con cancioncilla a lo Bond tirando a barato” (¡CUMPLIDO!, los títulos de crédito incluyen una canción interpretada por Gisela, exconcursante de OT), “Hay que desnudar a las chicas con cualquier excusa: ducha, piscina, cambio de ropa… y dejarlas con poca ropa” (¡CUMPLIDO!, de ello se encargan los cuerpos esculturales de Cata Munar, Marta Simonet o Sonia Monroy) y “Escenas violentas y eróticas, con mucho zoom, cámara en mano y colores subidos de tono” (¡CUMPLIDO!… aunque sin exagerar).

Serie B supone el regreso a la pantalla grande de Richard Vogue tras casi 30 años de ausencia como director de cine. Vogue cuenta en su filmografía con títulos clásicos del cine erótico de la transición tales como No me toques el pito que me irrito o Sueca bisexual necesita semental, ambas de 1983. Durante los últimos 30 años ha dedicado su carrera, como guionista y director, a la televisión y al teatro bajo su nombre real, el de Ricard Reguant. Ahora vuelve con un proyecto que parece irle como anillo al dedo y en el que da la impresión de que se ha sentido muy a gusto. Serie B es un canto de cisne a aquellas películas “baratas y sin trampa”, como define el propio Vogue, que durante los 50, 60 y 70 fueron carne de programa doble y que gracias a autores como Roger Corman, Lucio Fulci o Dario Argento, llenaron las pantallas de los cines de barrio de sangre, horror, acción y sexo.

Tuve la oportunidad de ver Serie B hace apenas un par de semanas en los cines Alexandra de Barcelona. Reconozco que me divertí. Me reí. Lo pasé bien. Pero debo advertiros que la película de Vogue se disfruta, exclusivamente, como un placer culpable. La línea que separa el homenaje a esas “malas películas, pero que acababan siendo buenas” o el hecho de estar ante una mala película, sin matices; es muy estrecha. Yo me decanto por el producto paródico, consciente en todo momento de su naturaleza, y en última instancia un espectáculo tan vacío e irrelevante… como divertido. Hay sexo, hay violencia, hay humor y también un guión absurdo al que, ni por asomo, os podéis tomar en serio. En realidad nada de lo que pueda ofrecernos Serie B puede ser tomado demasiado en serie. Es puro cine de género. Autoparódico, irónico y muy sencillo en su propuesta. A vosotros os toca decidir si sirve como simple divertimento honesto sin ningún otro tipo de pretensión, o si realmente la película es todavía peor que aquéllas “malas películas” a las que sirve de homenaje. El propio Vogue reconocía la dualidad de su obra en una entrevista que le realizaron a raiz del estreno de Serie B en la pasada edición de la Semana de Terror de Donostia: “A algunos les hará gracia y a otros les hará maldita la gracia”.

La buena noticia es que, tras su paso fugaz por los cines y su exhibición en algunos festivales especializados, ahora tenéis la posibilidad de posicionaros ante Serie B gracias a su reciente estreno - ayer mismo – en VOD a través de Filmin. De manera que, si os apetece (yo os lo recomiendo… qué coño) echadle un vistazo a Serie B.