Quite a Conundrum

Debería haber sido un día normal de sexo, diversión, alcohol, hormonas y libertinaje para Tabitha y Mimi, dos privilegiadas veinteañeras que no se preocupan de otra cosa que no sea de sí mismas y del caos que pueden llegar a provocar a su alrededor. Pero la supuesta normalidad se lanza por la ventana cuando un evento inesperado y devastador tiene lugar durante la celebración de una fiesta nocturna en la piscina. A medida que el alcohol empieza a escasear se eleva el número de muertos. El infierno se desata y no hay vuelta atrás.

No se ponen de acuerdo… Hay quienes se empeñan en definir Quite a Conundrum (que en castellano vendría a significar algo así como “todo un enigma”) como un híbrido perfecto entre la saga de American Pie y American Psycho; mientras que otros la señalan como un cruce entre Clerks, la ópera prima de Kevin Smith (de cuando Kevin Smith todavía tenía gracia), y Scream. La finalidad en ambos casos, y por más disparatadas que puedan parecer las comparaciones, es siempre la misma: hacernos notar que estamos ante un nuevo slasher con algunas notas de humor… o ante una comedia con concesiones al corta y trocea. Supongo que el orden de los factores, una vez más, no altera el resultado.

De hecho hace escasamente un par de días ya os hablamos de otro slasher con tintes de comedia que estaba recibiendo una calurosa acogida por parte de la crítica especializada en los USA: Kill me now. Pues bien, parece que Quite a Conundrum no le va a la zaga; o al menos eso es lo que se desprende de la media docena larga de laureles que adornan la página inicial de la web de la película. Vencedora en los festivales de Nueva York, Chicago Horror Film Festival, Bare Bones Film Festival, World Independent Film Expo; y con menciones especiales en el Indie Fest o el New Jersey International Film Fest. Pero más allá de los premios obtenidos por Quite a Conundrum (hay dos cosas a las que jamás debéis prestar demasiada atención: los premios obtenidos por una película y la reseña escrita por un pseudocrítico que escribe en un blog) hay algo en esa misma web que sí ha logrado captar poderosamente mi atención: el tagline de la película. “Sexo, tambores, tequila, redes sociales, un pirata ¿?, píldoras del día después, Jesús ¿? y una pistola. ¡Es un embrollo sexy!”. Vuestro querido amigo RedRum mata por verla. De momento os dejo con el tráiler y algunas imágenes de Quite a Conundrum.