No One Lives

Ryûhei Kitamura es un trotamundos en esto del cine fantástico. Su filmografía japonesa contiene títulos como la excelente Versus (2000) y la no menos impresionante Azumi (2003). También figuran en su filmografía cosillas más flojas como Sky High (2003), e incluso la que fuera su primera incursión norteamericana con El Vagón De La Muerte (2008) antes de empezar a perfilar No One Lives. En esta última nos hallamos ante un slasher de bajo presupuesto; pero Kitamura ya ha demostrado en varias ocasiones que se sabe manejar bien en este terreno y logra brindarnos una película bastante aceptable, que quizás no destaque especialmente en nada, pero de la que tampoco deberíais descartar su visionado porque, a pesar de ser una película más entre tantas dentro del saturado subgénero slasher, al menos cumple el cometido de entretener con una historia correcta y unas actuaciones bastante solventes. A partir de aquí me parece que voy a soltar algún que otro spoiler - aunque menor – , así que quedáis avisados.

No One Lives no rehúye el elemento sorpresa, aunque lo cierto es que la tostada se huele mucho antes de que acontezca cierto giro en la trama. Se trata, por lo tanto, de una tostada quemada que a nadie pillará por sorpresa. La película intenta mostrar cierta originalidad en su planteamiento, y la premio por ello…, pero no lo consigue, puesto que todo es narrado de forma excesivamente plana y los acontecimientos se suceden de forma demasiado natural. Asesinato por aquí, asesinato por allá; y desde el mismo inicio ya sabemos quién es el killer de la función, quiénes son las víctimas, y quién la dulce princesita aparentemente buena y entcantadora; aunque ya os digo que la tostada quema y enseguida te hueles que la linda muchacha es más bien una rapiñadora de mucho cuidado.

No one lives es una película recomendable. No vais a ver ningún mojón de cuidado, a pesar de que he leído, aquí y allá, críticas que la tumban y la vapulean sin miramientos. No estoy de acuerdo con dichas críticas porque a pesar de que, insisto, No One Lives no te ofrece nada especial a probar, al menos este plato cocinado y degustado montones de veces, no sabe nada mal y desde luego no merece ser tirado directamente a la basura.

Kitamura me parece un buen artesano en este oficio. Es un director que suele ofrecer garantías. El Vagón De La Muerte era entretenida, una película bastante, bastante gore con un Vinnie Jones pasado de rosca y. Luego tiene curiosidades como LoveDeath, que sin duda merece una oportunidad. Sus películas asiáticas son las mejores de su filmografía, especialmente Kairo (aka Pulse) y personalmente la que más me gusta es Azumi, una película de artes marciales ubicada en la época feudal que es muy, pero que muy entretenida. No One Lives quizás no esté a la altura de sus mejores películas hechas en Asia, pero al menos merece un visionado en calidad de cine slasher sin otra pretensión que la de entretener, que no es poco. Es una película que tiene escenas bastante violentas y gore, como ya pasaba en El Vagón De La Muerte. Luke Evans sabe lucir sus cualidades como actor interpretando a un cruel asesino que mata a sangre fría. También disfrutamos de la activa America Olivo en un papel de matona que le sienta como anillo al dedo. Aunque el gran papel de la película se lo reserva Adelaide Clemens, con un personaje que si bien no ofrece sorpresa alguna, la joven y guapa actriz lo desarrolla con una solvencia y profesionalidad estimables. Por cierto, a esta chica toca seguirla muy de cerca, que últimamente ha paseado palmito por el Vampire de Shunji Iwai y por la nueva adaptación de El Gran Gatsby llevada a cabo por Baz Luhrmann. También ha estado en la lamentable Silent Hill Revelación, pero se la pasamos por alto…, un fallo lo tiene cualquiera.

Para finalizar, una anécdota: siendo este un producto de la división cinematográfica de la WWE, la empresa de wrestling más popular en norteamérica y de contenido PG - es decir para audiencias juveniles – , sorprende un poco que inviertan dinero en productos tan gores como No one lives o aquella otra película titulada See No Evil. Curioso, ¿verdad?