In Fear

Una de las razones que han hecho del Sundance uno de los mejores festivales del mundo (tanto el de Londres como el de U.S.A) es su excelente selección oficial – gusten más o menos, sean mejores o peores películas – , que en el terreno específico del terror siempre termina ofreciéndonos los films más encomiables y elogiados del año. Tal es así que os aseguro que de los títulos que he podido ver hasta el día de hoy, pertenecientes a la cosecha de este año, no suspendería a ninguno, a pesar de que alguno de ellos flojee un poco (véanse The Rambler y Hell Baby, por ejemplo). En realidad me ha encantado la selección de este año. Considero que Magic, Magic y la película que hoy nos ocupa, In Fear, son títulos muy bien trabajados, repletos de méritos, capaces de aportar una mirada personal y de ofrecer grandes dosis de tensión atmosférica – este año la selección ha ido encaminada hacia un terror atmosférico más que un terror elemental; un terror que, más que mostrar, sugiere lo que puede albergar. –.

Yo siempre he dicho que lo verdaderamente terrorífico de un buen susto es la incertidumbre; ese estado temporal, de escasos segundos de duración, en los que el terror se hace dueño de nuestras entrañas hasta que conseguimos despejar la malévolamente deliberada incógnita que origina ese miedo, y de esta manera poder volver a nuestro estado vegetativo de relajación. Pero, ¿y si prologásemos esa incertidumbre y esa intensidad al máximo? ¿Y si le diéramos continuidad durante un par de minutos más? Seguramente el resultado de dicha experiencia sería absolutamente terrorífico. Pues bien, si dicha premisa os parece sugerente entonces os encantará In Fear, el debut del director Jeremy Lovering que nos propone un intenso viaje a las entrañas de lo desconocido.

Por lo general es francamente difícil ofrecer algo nuevo en el subgénero de las road-movies. Ya se han contado multitud de historias que abarcan multitud de subgéneros (slashers, trolls gigantes, secuestros, vampiros, fantasmas, falsos documentales…); por lo que siempre está presente el odioso apego a buscar referencias e inspiración en películas derivadas (sobre todo por nuestra parte, que para eso estamos). Ciertamente tengo muy claras las inspiraciones presentes en In fear; tal es así que me apostaría la cabeza a que doy en el clavo, y es que In Fear recuerda en exceso a The Hitcher (Carretera al Infierno, 2007). Pero no a un The Hitcher sobado o sempiterno, sino a un The Hitcher que en realidad sabe a nuevo y al que parecen haberle añadido un par de gotas de la francesa Dead end. De hecho ya lo tenemos…, eso es precisamente In fear: el cruce perfecto entre Dead End y The Hitcher; lo mejor de ambas en una sola película. Puede resultar un tanto paradójico mezclar películas de preludios y aperturas completamente antitéticas, a pesar de ser road movies ambas; pero es precisamente ahí donde podemos apreciar cierto punto de originalidad en la historia. Y por supuesto ya no hablemos de los minutos finales: sencillamente magistrales. Muy, muy sagaz ese recurso final - buen ojo el suyo Mr. Lovering – . Por momentos me ha recordado a la técnica utilizada por el director Mike Flanagan en Absentia; este In Fear lo cuenta todo…, sin contar nada, y esa finalidad solo puede ser obra de un gran director, sea debutante o no.

Hay otro elemento igual de loable que las sagaces salidas que nos presenta In fear, y es su protagonista, Alice Englert (Hermosas criaturas). Por lo general, cuando nos encontramos con un actriz de enormes tetas y voz estridente gritando – o aullando – contínuamente, nos dan ganas, como es lógico, de taparnos los oídos y cambiar de canal – o al menos de desearle una muerte dolorosa en la que acabe despelotada por completo –; pero con In Fear ocurre el efecto contrario. Nuestra joven Lucy nos resulta tan real y su voz nos suena tan afinada, azorada y afectada por el miedo, que sus gritos nos saben a gloria bendita. No hace falta estar junto a Lucy para darse cuenta de lo aterrada que ésta; su miedo se palpa, se respira. Es el miedo que nos está acechando, y ese regalo, junto con el plano final, son lo mejor de In fear. No obstante he de añadir que los dos compañeros de Lucy también están muy correctos, en especial Allen Leech, que sabe perfectamente cómo poner al espectador en tensión en solo cuestión de segundos. Resumiendo: plausible reparto, faraónica scream-queen.

Sin embargo, tampoco nos engañemos, no todo en In Fear es un camino de rosas. Los bajones de ritmo y la amalgama que se nos presenta, la hacen un poco repetitiva en ocasiones muy puntuales (a pesar de lo dinámica que resulta en términos generales, puesto que aprovecha cada minuto a la perfección como si de una casa del terror se tratase). Y es que, una vez conocemos la estratagema que esconde su desarrollo, tanto abuso puede resultar demasiado cansino y abrumador (el espectador debe querer jugar, eso es evidente, si no el fracaso podría ser catastrófico). Incluso a veces tuve la sensación de que el filme se diluía y perdía el hilo entre vicisitud y vicisitud (algo parecido a lo que ocurría con Dead End pero en menor medida; se nota que Jeremy Lovering tomó nota de errores anteriores). En conclusión: a In Fear quizás le falta algo de consistencia. No obstante, como apuntaba antes, resulta sorprendente su capacidad para recuperar al espectador cuando las cosas se complican; es como un “tira y afloja” contínuo que Lovering resuelve de manera muy competente.

Los personajes en sí, más que en “in fear” parecen estar “en frío”; y es que, a pesar de que tenemos únicamente a dos personas como protagonistas principales de la película, ciertamente, dichas personalidades resultan un tanto… huecas. Aunque mejor eso que el sentimentalismo barato de muchas otras propuestas similares. En este sentido In fear tiene más clase. No se anda con bajezas y es innegable que en los pocos aspectos en que se decide marcar la personalidad de los protagonistas, se logra el objetivo con creces. Sin embargo, insisto, dichos personajes, durante buena parte del metraje, se mantienen demasiado latentes. Daban para mucho más.

En resumen, In Fear es una película sorprendente. Creo que nadie – yo inclusive – se hubiese imaginado lo agradable e inesperado que ha sido encontrarse con este pequeño viaje a las entrañas del miedo. En seguida conectas con una propuesta que te mantiene pegado al sillón hasta ese último y magistral segundo de metraje. In Fear es muy, muy intensa; además de ingeniosa, intransigente y malvada. Terror con clase y, bajo mi punto de vista, el cruce perfecto entre Dead End y The Hitcher. Es casi como un Fausto de cuatro ruedas: aquí todas las señales conducen al infierno. No sé si entrará en mi TOP 5 del año, pero en mi TOP 10, tal como van las cosas, indudablemente. Altamente recomendable.