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Lesson of the Evil

Una auténtica lección de maestría

Lesson of the Evil

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Hablar de Takashi Miike, equivale a referirse a una de las personalidades con más peso y renombre dentro de la industria cinematográfica a nivel internacional. Con más de veinte años de carrera a sus espaldas, y habiéndose ganado un renombre espectacular con films de la talla de Audition (Ôdishon, 1999), la cual generó una auténtica legión de fans en torno a su persona, Visitor Q (Bizita Q, 2001), una bizarrada de grado extremo que despertó dispares opiniones de crítica y público, o la formidable e intensa Ichi the Killer (Koroshika 1, 2001), considerada objeto de culto por los seguidores del director a la par que uno de los mayores logros en la carrera de Miike; el prolífico cineasta ha sabido, en igual medida, alejarse de los arriesgados parámetros de la industria V- Cinema japonesa para debutar con éxito en terrenos más claramente comerciales, con títulos de la talla de A big bang love, Juvenile (46-Okunen no koi, 2006), premiada en el festival de Sitges del mismo año en la sección de largometrajes a concurso, Sukiyaki Western Django (2007), remake de un western del director italiano Sergio Corbucci en el cual colaboró Quentin Tarantino o Thirteen asassins (Jusannin no Shikako, 2010), remake con el mismo título que el film dirigido en el año 63 por Eiichi Kudo y que recibió el premio del público en Sitges 2010, o la más reciente Shield of Straw (Wara no tate, 2013), un thriller bastante más moderado que otros títulos anteriores que ha sido presentado en Cannes en este mismo año. Miike tiene claro que no es su intención permanecer encasillado en un único género, cosa que ha demostrado con creces a lo largo de sus ya experimentados años de abultada y prolífica carrera, por ello ha alegado en unas declaraciones recientes: “Hago las películas que quiero hacer, no pienso en un público concreto…”, un ¡zás, en toda la boca!, para todos aquellos que le han tachado de haberse convertido en un cineasta más moderado y comercial a causa, sobre todo, de su última y, para muchos, “suavizada” incursión en Cannes.

Este pasado año 2012 fue, también, bastante productivo para el director, el cuál rodo tres filmes de diferente carácter: For love´s sake (Ai to makoto), basada en un manga japonés escrito por Ikki Kawijara con una carga bastante romántica, Phoenix Wright: Ace Attorney (Gyakuten Saiban), adaptación de una popular saga de videojuegos, que contó con la producción de la propia compañía creadora, Capcom, y Lesson of the evil (Aku no kyôten), la cual será presentada este mismo año en el festival de Sitges y que viene a ser objeto de la reseña en cuestión. En esta ocasión, Miike toma como base una novela editada en el año 2010 del escritor japonés Kishi Yûsuke con el mismo título, cuya adaptación en forma de guión ha sido llevada a cabo, de forma excepcional, por el propio cineasta:

Seiji Hasumi es un joven, atractivo y reputado profesor de inglés que se implica, de forma altruista, en los problemas personales de cada uno de sus alumnos. El centro de estudios, lejos de ser un espacio tranquilo plagado de pormenores de la menor importancia, se va transformando en un hervidero de buying, acoso sexual y otro tipo de corrupciones no menos abyectas, lo cual empieza a afectar el estado de ánimo del profesor de forma visible. Rodeado por toda esta espiral de envilecimiento, Hasumi decide mostrar su auténtica naturaleza e impartir una lección verdaderamente memorable…

Lesson of the evil supone, una vez más, la vuelta al redil del Miike más violento y feroz. Una vuelta magistral que se aleja, quizá, del tufo underground y más transgresor despedido por otras de sus arriesgadas producciones pero que, en igual medida, derrocha calidad y originalidad a mansalva. Es por ello, que el film ha sido objeto de excelentes críticas en diferentes webzines y publicaciones, siendo considerada, casi por unanimidad, como una de las sorpresas más claramente gratas en lo concerniente a este pasado año.

Cabe la posibilidad de que, para aquellos espectadores poco o nada familiarizados con el cine nipón, Lesson of the evil pueda presentar un inicio inexorablemente lento, tedioso hasta la extenuación, lo cual puede representar una importante traba a la hora de completar el visionado. En su defensa, cabe alegar que, a lo largo de esa hora y poco durante la cual se llevan a cabo las presentaciones formales entre el público, los diferentes personajes y, asimismo, las respectivas tramas y circunstancias personales que envuelven a cada uno de ellos, el bueno de Miike solo pretende poner al espectador en situación y concienciarle, a fondo, de la magnitud de aquello que va a presenciar en el último y denso acto.

Es en esta segunda parte cuando el film comienza a tomar forma y arranca de verdad, y lo hace de una manera estelar, vibrante, de infarto, lo cual se traduce en una súbita explosión de hemoglobina y violencia gráfica retratada con un salvajismo brutal y sobrecogedor. Siguiendo en esta misma línea, resulta inevitable no recordar títulos como Elephant, dirigida en el año 2003 por Gus Van Sant, en la cual se relataba la matanza llevada a cabo por dos jóvenes que sufrían vejaciones por parte de sus compañeros en el instituto de Columbine, Rampage (2009, Uwe Bold), donde se narra la historia de un tipo con problemas mentales que decide salir a la calle a matar a todo aquel que se ponga por delante o la más reciente Assault on wall street (2013, Uwe Bold), en consonancia con la anteriormente citada. Por supuesto, en el caso que ocupa esta reseña, el propio director trata de ir más allá e intenta “justificar” de algún modo, si es que esa la palabra adecuada, los excesivos actos de Hasumi. Es por ello que ofrece una visión pormenorizada de la doble cara del protagonista, desde su niñez hasta la época actual, consiguiendo hacer plantearse al espectador si es tan frágil la fina membrana que separa, en el extenso mapa de la psique humana, el estado de raciocinio de la transmutación a la más severa alienación. Lo cual delata que el supuesto cambio operado en Hasumi, un ser humano dechado de un adalid de virtudes, no deja de ser, simplemente, una grave transfiguración que viene a manifestar su auténtica condición de, lo que algunos expertos denominarían, monstruo o engendro antisocial. Este planteamiento logra poner en tela de juicio un hecho que puede constatarse a diario atendiendo a los diferentes medios de información o, sin ir más lejos, saltando a los terrenos de la prensa rosa, un género social bastante en auge en los últimos tiempos, por desgracia: la auténtica naturaleza del ser humano, naturaleza de carácter insidioso, dañino, dotada de una capciosa necesidad de regocijo en la desgracia ajena, sea del género que sea. Un planteamiento que, a juicio propio, aporta cierta carga moral a esta reciente obra, pero que no por ello la eleva a la categoría de drama sino que, muy por el contrario, le otorga la fuerza necesaria para ser reconocida como una creación verdaderamente macabra y llena de veracidad.

A la hora de llevar a cabo semejante logro, Miike no ha pasado tampoco por alto una cuestión de suma importancia, como lo es elegir el plantel adecuado para que los diferentes personajes representados en el film cobren vida adecuadamente. Cabría destacar, de manera primordial, la elección de un actor bastante experimentado, con nada más y nada menos que cuarenta y seis títulos a sus espaldas y estrella recurrente en otros trabajos del director, como Hideaki Itô, para el papel principal. Resulta irónico, cuanto menos, que Itô, vislumbrado por muchos como salvador, gracias al heroico rescate de los pasajeros de un avión en Brave Hearts: Umizaru (2012, Eiichiro Hasumi) cuarta película de la serie Umizaru, basada en un comic manga de Shuho Sato; haya tomado el registro contrario, para transformarse en la auténtica reencarnación del mal. Una vuelta de tuerca bastante inteligente por parte del director, que aporta el toque de interés definitivo a la ya de por sí formidable propuesta.

Por supuesto, es imposible desmerecer al resto del, también, interesante reparto, entre los cuales, destacan de manera especial, Fumi Nikaidô como Reika Katagiri, joven promesa que se ha forjado una nominación en la trigésimo sexta edición del festival Japanese Academy Awars a mejor actriz incipiente gracias a esta brillante intervención, o Shôta Sometani como Keisure Hayamizu, otro joven valor del cine japonés que cuenta en su haber con once años de carrera a sus espaldas. Imposible no obviar tampoco nombres como Mitsuru Fukikoshi, protagonista de Cold Fish, con más de veinte años de experiencia en el sector, interpretando a uno de los enemigos de Hazumi o Takayuki Yamada (Sono yoru no samurai), en el papel del profesor de gimnasia Tetsuo Shibahara. Excelentes nombres para una producción no menos merecedora de elogios.

Como no podía ser menos, a la hora de hablar de este tipo de cine, en cuanto a factura técnica la producción tampoco se queda corta, mostrando una escenografía colorista y, a la par, oscura; muy bien nivelada y especialmente destacable en los momentos de mayor tensión. Un auténtico goce para los sentidos, que consigue poner los pelos como escarpias en más de una ocasión. Merece especial mención la preciosista y sobrecogedora fotografía de Nobuyasu Kita, colaborador habitual en el departamento de imagen y sonido en diferentes producciones de Miike, que aporta al conjunto un toque visual elegante a la par que grotesco y profundamente expresionista.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce pues, pese a todos los aspectos positivos que muestra el film a todos los niveles, también es poseedor de ciertas carencias o defectos, como quieran llamarse, que restan puntos al ya de por sí maravilloso conjunto. Para empezar, a titulo más personal, remarcar el inequívoco error del director a la hora de hacer uso de un recurso tan desgastado como la utilización recurrente de una única pieza musical como main theme. El tema elegido para tal fin ha sido Die Moritat Von Makie Messer (La copla de Mackie el navaja), compuesta en el año 1928 por Beltor Brech y Kurt Weill y que, en el año 1929, fue incorporada a la ópera Die Dreigoschenoper (La ópera de los tres centavos). Evidentemente, la elección de esta composición como principal tiene un significado primordial a tenor del significado del título de la canción, siendo el resultado bastante desacertado y contrario al pretendido. Otro de los pormenores que contiene la obra, radica en ciertos tramos del metraje que llegan a resultar desconcertantes, tanto a nivel argumental como a nivel visual , remitiendo al espectador a la faceta del Miike más bizarro y surrealista, pero sin llegar a los extremos de otras de sus celebradas y más comentadas producciones. Es este profuso estado de confusión debido en parte a los saltos de tiempo y a una estética con tintes vanguardistas rayana a la corriente Pop art, lo que impide que la puntuación final de esta obra maestra se torne en un soberano cinco, cosa que pocas veces, por no decir ninguna, tiende a suceder.

Como conclusión final, y para culminar esta review, señalar, una vez más, el placer indefinible que se experimenta al encontrarse, de cara, con una joya fílmica como esta, dotada de una trama muy bien urdida, que asegura el más sincero entretenimiento durante las dos horas y diez minutos que dura la proyección. Un coctel de escándalo, aderezado con unas interpretaciones que, literalmente, quitan el hipo y una parafernalia visual no menos destacable. Una de las mejores y más brillantes contribuciones al cine de género en los últimos años. Por supuesto, queda recomendada.

Lo mejor: Excelente guión, actuaciones a la altura, apartado técnico impecable...

Lo peor: La desquiciante banda sonora, ciertos fallos argumentales y altibajos en el metraje que consiguen distraer la atención del espectador.


Vuestros comentarios

1. 18 oct 2013, 18:03 | May

Esta me la recomendó RedRum y no me decepcionó para nada,la pondría también como un “Must See” y va directa a mi lista del año como favorita,tienes mucha razón cuando dices que hay que tener muuuucha paciencia para ver una peli asiática,muchos huyen de ellas porque les parece largas y aburridas en su principio,a mi me pasa todo lo contrario,las adoro,veo todas las que puedo,y esta…WOW! cuando sale en el tramo final la verdadera cara del profesor,creo que hasta me olvidé de respirar xD es brutal y va directa a dispararte en el corazón,qué puedo decir,que me encantó! :)))
Buena reseña Lady,me has hecho querer verla otra vez y me apunto la de Elephant que no la conocía ya que Van Sant no es precisamente santo de mi devoción.
Saludos!

2. 18 oct 2013, 18:15 | May

Perdón por el doble post,es que me di cuenta al darle al botón de enviar de que no lo había escrito xD es Uwe Boll y no Bold,ese inefable director? que se ha cargado mis 2 videojuegos favoritos y sin embargo la 2 que comentas fueron muy buenas.Perdón

3. 18 oct 2013, 18:53 | nina

Película asiática? allá que voy,jaja… cada vez me gustan más y esta no es una excepción. A mi me ha gustado mucho, aunque mi número uno es “revengue: a love story” sin duda y “ the chaser” detrás.

Merece la pena verla.

4. 18 oct 2013, 19:18 | VERDUGO

Peliculón y muy acertada crítica. Creo que sin duda es de lo mejor que hemos visto en tiempo.

5. 18 oct 2013, 19:47 | May

@Nina has visto confessions? Revengue es muy buena película,pero confessions la supera y con creces a mi gusto :)
Saludos!

6. 18 oct 2013, 23:42 | Elizabeth

Pelicula imperdible, coincido casi totalmente con la crítica, salvo que la banda sonora me parecio un enorme acierto. Magistral!!!

Saludos!

7. 20 oct 2013, 09:48 | Draghann

Una buena peli que empieza, quizás, con demasiada lentitud. Menos mal que a partir de la mitad la cosa cambia mucho.

De todas formas, hay una cosa de la reseña con la que no estoy de acuerdo. Soy un enamorado de todo lo que tiene que ver con Japón. Me encanta su cultura (bueno, casi todo porque hay cosas difíciles de entender para un occidental) y, sobre todo, su idioma pero por más que lo intento, no soy capaz de ver qué le ven algunos a los actores japoneses. En general me parecen muy sobreactuados y, por tanto, demasiado artificiales (El protagonista tiene momentos auténticamente desafortunados). Soy consciente de que parte de eso tiene que ver precisamente con su forma de entender la vida y las relaciones sociales pero aún así… desde luego, en cuanto al nivel de los actores, yo los veo muy alejados de los niveles de calidad de, por ejemplo, los surcoreanos.

En todo caso, es una buena película sobre todo, y como decía antes, de la mitad en adelante. Quizás falla un poco el final pero tampoco es demasiado importante, sobre todo, si eso ayuda a una posible segunda parte.

Un saludo.

8. 21 oct 2013, 02:19 | mr Zombie

Poco o nada que añadir. estupenda diseccion de Lady para con Lesson of the evil. A mi este trabajo de Miike personalmente me ha gustado, pero ni se acerca a trabajos como Audition o visitor q, pero es una aceptable peli, ya que a Takashi miike ultimamente le ha dado por meter demasiado cine para peques en su filmografia. No es que me parezca mal, pero yo prefiero ver su etapa destroyer con titulos como Ichi, pero supongo que Miike a partir de ahora nos ofrecera cosas mas parecidas a Lesson of evil que a Ichi the killer.

Saludos.

9. 21 oct 2013, 10:21 | nina

May, vi “confessions”, hace tiempo y no me gustó tanto aunque alguno se eche la mano a la cabeza al ver lo que digo…jaja, con “Audition” me pasó parecido, excepto la parte final, el resto me flojeó…

Me resultaron algo aburridas y predecibles, en cambio “Revengue” y “the Chaser” no dejaron de sorprenderme a parte de que tiene mucha más acción, que encaja más con mi gusto.

Otras que también me gustaron por ejemplo son “Slice” y claro, “I saw the evil”, pero mil graoias por decírmelo por si no la había visto, es un detalle por tu parte y está bien que alguno que no la haya visto se la apunte… ;)

10. 21 oct 2013, 16:18 | RedRum

Felicidades por la reseña Lady, que se que aprecías mucho que te dejemos algún comentario.
Yo la peli la tengo ya un poco emborronada, es muy buena y el guión en sí, pues se mueve bien, tiene sus metáforas y su simbología esquizoide… pero bastante bien, en eso estamos de acuerdo todos; lo único que no me gusta nada es ese final “continuará” jamás se lo podré perdonar jajaja…

Un saludo hermana!

11. 21 oct 2013, 20:05 | Lady Necrophage

Hell!!!
Amig@s, muchas gracias a tod@s por vuestros constructivos comentarios, así como vuestros cambios de impresiones. Se agradece siempre vuestro interés.

May: Elephant es un peli que, a priori, puede resultar algo lenta y tediosa, pero si le sabes encontrar el punto creo que te convencerá. En cualquier caso, me gustaría conocer tu opinión también ;)

Nina: que la disfrutes mogollón!!!

Verdugo: Simplemente, gracias por tu compañía y tu apoyo siempre….

Elizabeth: Bueno, en realidad ese tema la verdad es que no le quedaba mal al fin debido a las connotaciones que contiene. Lo que pasa que, simplemente, la odié. I´m sorry!!!

Draghann: Como tu bien explicas, es debido a su forma de entender la vida, si que es cierto que en algunas pelis pueden parecer algo hieráticos y carentes de alma, no así en éste… Yo creo que la elección de Itô para el papel es bastante acertada, tanto por su aspecto físico como por su participación anterior en “Umizaru”. En cualquier caso, es cierto que en corea del Sur hay un nivel altísimo (no hay más que ver “Don´t Cry Mommy”), aunque para mí el reparto de “Lesson…” es perfecto y eficiente en su justa medida.

Mr. Zombie: Compi, yo también abogo por un Miike más destroyer y transgresor, que así sea por mucho tiempo ;)!!!

Redrum: Sí es cierto que ese “Continuará…” es un poco bizarro y tal vez innecesario, pero tampoco es un defecto muy grave a mi modo de parecer. Hace ya mucho que no hablo contigo, espero que todo vaya bien ;)

Mil gracias de nuevo, ti@s :D!!!!

12. 08 abr 2014, 17:15 | MY

Ayer me animé a verla contando que su duración iba a ser larga. Y me gustó su arranque aunque mucho más su final. No obstante si tuviera que elegir de Miike creo que me quedaría con Audition. Quizá algún día me arriesgue a ver Visitor Q.
Sin embargo en cine oriental prefiero Macabre que me apasionó (de otro loco llamado Timo?, que creo que también dirigió el para mí mejor corto de VHS 2, y la cabrona y perturbadora letra L de ABC,S of Dead) y con Dream Home. Y por supuesto con aquellos tiempos de mujeres de pelo largo que me aterraron.
Y haré caso al comentario de Nina, ya que al igual que a ella no me convenció Confessions, así que por fin vere Revenge (que la tengo guardada), y The Chaser.
En fin, tengo deberes.
Saludos gente.

13. 01 jul 2015, 00:12 | Franc*H*is

Hola, solo pasaba por aquí para preguntar cómo no les pudo gustar Confessions. Es un peliculón, me fascinó.

A ver qué tal con esta, promete.

Saludos,

Fra

14. 01 jul 2015, 00:33 | nina

Franc, no es que no me gustara, pero las otras me gustaron bastante mas en comparación.

MY, a ver si nos cuentas que te parecieron Revengue y the Chaser!! ;D

15. 13 div 2016, 18:19 | Christian

Cogiendo la novela de Yusuke Kishi y escribiendo el guión él mismo, cosa que no hace en muchas ocasiones, Miike nos deleita con una especie de “psycho-thriller” de suspense y toneladas de violencia con su sello inconfundible.

La pega es el giro que siempre acaban dando las películas del realizador. Mientras la primera parte se mueve en el oscuro y tenebroso suspense, casi en el terror psicológico, con inevitables referencias a Fincher o Lynch, donde somos testigos de la increíble actuación de Hideaki Ito como el profesor Hasumi y un desarrollo apabullante de su pasado, la segunda (los últimos 49 minutos) parece estar concebida por Robert Rodríguez, donde del suspense pasamos a un “slasher” lleno de un ácido humor negro, muy esperpéntico, disparatado y de caricatura, con ese profesor haciendo de justiciero, agarrando una escopeta y sentenciando a sus alumnos a la vieja usanza.

Esa mezcla de géneros hace de “La Lección del Mal” un film bastante irregular, pero igualmente entretenido y disfrutable en la extensísima filmografía del realizador japonés.
Quizá no es de lo mejor que haya hecho últimamente Miike, pero sus 129 minutos se me pasaron bastante rápido, sobre todo (paradójicamente) la primera parte del film.

Hideaki Ito es hipnótico, dios mío. Que pedazo de actor.

16. 06 ene 2019, 10:28 | Chris

¿Conocemos realmente a esa persona tan amable? ¿A ese hombre/mujer que a todo el mundo ayuda, que por lo único que destaca es por su inmaculada sonrisa y buenas maneras?…
pues, seguramente, no tengamos ni puta idea de quien se esconde detrás de la “persona” (como pasaba en el film de Bergman).

Ted Bundy, a pesar de asesinar brutalmente a inocentes mujeres, acabó convertido en “sex symbol” por la (jodidamente lunática) sociedad americana; su donaire, por así decirlo, encandilaba a los más despistados. Por ejemplo, en la ficción, teníamos a Christian Bale en aquella obra magna de Mary Harron, “American Psycho”, encarnando a un tipo de tez perfecta y hábil para seducir a las mujeres y convencer a los hombres. Takashi Miike nos expone este enigma de cómo se oculta el homicida en la sociedad dándonos una auténtica “lección del mal” como sólo él sabe.
Porque a ver…¿quién podría sospechar del profesor de inglés Hasumi, que siempre socorre a sus alumnos y es el centro de atención de los jóvenes y adultos del instituto por su cortesía y excelentes modales? Pues nadie, ya que él ha sabido entremezclarse y pasar desapercibido. Está en el ABC de un buen psicópata, y ese hombre, efectivamente, lo sigue a rajatabla.

Esa es la premisa de la novela de Yusuke Kishi, adaptada aquí por el propio Miike, cosa que casi nunca ha hecho, presentándonos una envolvente historia, dividida en dos partes bien diferenciadas, donde el protagonista es el mal que al fin y al cabo reside en todos nosotros (¿se acuerda alguien de esa famosa frase en “Twin Peaks”?), encarnado, en su máxima expresión, en la piel de un ser humano, fuente misma del propio mal.
En la trama, el descubrimiento de la verdadera identidad del protagonista se fragua lentamente, paso a paso, con una estilizada y sobria puesta en escena y un suspense y tensión que van “in crescendo”, avisándonos de lo que se nos viene encima, de esa explosión en el carácter del personaje. Y es que, si la gente pensaba que Miike se había sosegado o en cierto modo “suavizado” sólo porque demostró un cambio de registro en las anteriores “Trece Asesinos”, “Hara-kiri” y esa pastelada de musical llamada “For Love’s Sake”, pues como que van muy equivocados.

Sí, en la primera hora y veinte se expone un “thriller”, como ya se ha dicho, que se mueve entre un sobrio desarrollo y un oscuro suspense con ecos del “Seven” de Fincher, del “Cure” de Kiyoshi Kurosawa o de aquella “Crónica de un Asesino en Serie” del coreano Bong Joon-ho, eso sí, con el inconfundible sello de Miike en muchos momentos: cuervos, romances tabú, cámaras de vídeo caseras, violencia doméstica, relaciones homosexuales, personajes esperpénticos aunque muy realistas (el “flashback” en el que Hasumi, en EE.UU., se hace socio de ese chiflado que mata porque sí es Miike en su más pura esencia). Pero en los casi 50 minutos restantes se desata la vena más salvaje de este director, la que sus fans añoraban desde hacía tiempo y la que convierte al final, a esta obra, en algo totalmente diferente e inédito…
Más o menos como ocurría en “Audition” (de hecho las semejanzas de una y otra en estructura son evidentes). Es decir, que Miike regresa por sus fueros, transformando la moderación en delirio, cuando Hasumi decide sentenciar a sus alumnos, atrapados en el instituto, a la vieja usanza (es mejor no decir cómo, mejor verlo), lo que se traduce en un festival “slasher” y “gore” de buena carga de humor negro e irreverente locura muy al estilo de Rodríguez o a lo Sono (ese otro pirado del cine nipón) y sin poder evitar acordarme del final, igualmente salido de madre, de “American Psycho”.

Hasta aparece por ahí un homenaje a uno de los héroes del director, Cronenberg (cuando la escopeta se convierte en esa “criatura” de un solo ojo…¿referencia a “Videodrome”?). En fin, nada desdeñable esta bizarrada de film, la verdad, aunque un tanto irregular al querer juntar dos partes tan desiguales.
De todas maneras podemos gozar de un Takashi Miike en plena forma, haciendo uso de grandes alardes técnicos, en particular una cuidada fotografía, y un buenísimo elenco donde aparte del hipnótico Hideaki Ito, que es un pedazo de actor, también sobresalen Takayuki Yamada, como ese profesor de educación física pederasta, Mitsuru Fukikoshi y los jóvenes Shota Sometani, Kodai Asaka, Fumi Nikaido y la otrora “idol” Erina Mizuno.

…y antes de los créditos aparece “Continuará”…
¿seguirán las andanzas de este auténtico psicópata japonés? Yo espero que sí.

17. 01 abr 2019, 05:00 | princesa unikitty

excesivamente lenta pelicula japonesa que extrañamente es buena acerca de un profesor que no da muestras de ser un psicopata frio y desalmado como se vera en la segunda hora de pelicula cuando se empiece a vengar de todos los que le inflaron las bolas en la primera hora (la parte aburrida).

y cuando digo aburrida me quedo corta. hay que hacer muchos esfuerzos (fisicos y mentales) para tolerar esta primera parte que encima no presenta alguna subtrama digna de seguir.

solo para muy pacientes.

madness / bed and breakfast man

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