The last days on mars

Me encanta el terror cuando viene mezclado con ciencia ficción… lo digo de antemano, pues la película que comento es justamente eso y, a pesar de muchos defectos que señalaré a continuación, su regusto a títulos clásicos de género me hizo mantenerme entretenido durante su algo más de hora y media de duración.

La expedición Aurora lleva seis meses en el planeta rojo realizando experimentos y recogiendo muestras de mineral. Sus ocho miembros están agotados y sólo desean que corran las 19 horas que restan para finalizar la misión y emprender el ansiado regreso a la tierra y reencontrarse con sus seres queridos. El descubrimiento de lo que parece ser una bacteria alienígena trastocará sus planes y les obligará a acercar a un par de miembros a supervisar el hallazgo. Un desafortunado accidente revelará el terrible poder que esconde esta nueva e invasiva forma de vida.

“Alien el 8 octavo pasajero”, “La cosa” , “Planeta rojo”, “Abyss”, “Leviathan”, “Prometeus”… en menor medida “28 días después”, “Fantasmas de Marte” o “Apollo 18” son títulos que pueden mencionarse a modo de ejemplo para que el lector se haga una idea de lo que va a encontrar en esta película: una aventura de supervivencia y asedio en el marco de una instalación remota (localizada en este caso en Marte). Cualquiera que haya visto al menos un par de ellas sabrá desde el minuto uno casi todas las claves del film y podrá deducir toda la trama con muy poquito margen de error, llevando siempre la delantera a la acción.

El director irlandés Ruairi Robinson, que se estrena con este largometraje, saca brillo a un elenco envidiable de actores; pero los personajes que éstos interpretan son los clásicos estereotipos de bueno, guapa, borde, misterioso, cobarde, amable, etc. que van cayendo hasta quedar sólo uno o dos frente a la amenaza del otro mundo… no hay nada nuevo que no hayamos visto decenas de veces antes, tampoco se narra mejor que en otras ocasiones; es más: algunas de sus escenas de acción se contemplan con total indiferencia… Y es que su corte clásico corre en su contra y la cinta, que hace diez años nos habría dejado la mar de contentos, se antoja actualmente como un telefilm de fin de semana con excelente factura y ninguna ambición de trascender… ¿Es esto necesariamente malo? Yo no sabría contestar a esa pregunta, pero desde luego muy bueno no es. Lo cierto es que contemplar una historia mil veces contada tampoco es grave si, como en mi caso, la narración original te encanta… quiero decir que tras terminarla prefiero haberla visto que haberla dejado pasar. Así que imagino que eso significa que aprueba.

Como ya mencionaba, lo más brillante de la misión Aurora es su reparto que encabeza con la solvencia acostumbrada Liev Schreiber. Otro que nunca defrauda es Elias Koteas que hace de comandante de la misión. El elemento odioso del grupo (siempre tiene que haber uno) lo aporta con acierto la bellísima Olivia Williams (que habría jurado que era Selma Blair pues se parece mucho)… el resto (chica guapa, cobarde y demás carnaza) correctos sin más.

En el apartado visual, lo cierto es que los efectos especiales y la recreación de Marte son muy buenos aunque también muy sencillos y nuevamente tenemos que resaltar su falta de gancho pasados los primeros minutos de cinta… Con todo y con eso, no sería justo obviar que algunos planos con los infectados caminando entre las brumas de polvo del planeta resultan realmente inquietantes; si ese tono fantasmagórico hubiese sido más explotado posiblemente la cosa habría resultado más terrorífica y por ende más sabrosa de consumir.

De nuevo templado será el tratamiento de la violencia y de las criaturas. Pocos sustos y un maquillaje sencillamente correcto para mostrar los efectos de la infección en el cuerpo humano. La violencia, por su parte, lo suficientemente contenida para no espantar al espectador neófito en esto de las sensaciones fuertes.

Creo que con todo lo dicho, las imágenes que acompañan este artículo y su trailer podéis haceros una idea de lo que traen estas últimas horas en Marte: entretenimiento, suspense, acción y fantasía en pequeñas dosis cómodas de tragar pero sin efectos a corto y largo plazo.