The Human Race

Ni el sinsajo edulcorado de Los juegos de hambre, ni los ciclados culturistas de La isla de los condenados (malísima y entretenida caspa movie), ni los asesinos a sueldo de The tournament (otra voluntariosa joya del mismo pelaje) o los convictos de The dead race tienen nada que hacer… Tampoco nuestro perseguido Arnold Schwarzenegger en The running man o los estudiantes de Battle royale (aunque estos se acercan mucho) pueden ganar… En las luchas en las que sólo puede quedar uno ha llegado una película que las gana a todas ellas. Puede que no venza en calidad cinematográfica, o en efectos especiales… o en actuaciones. Seguramente todas las mencionadas puedan dar sopas con hondas a la que nos ocupa en alguno de estos aspectos. Pero amigo, a la hora de entretener y de mantener el interés y la intensidad The human race se lleva al público de calle.

Ochenta personas son abducidas mientras transitan por el centro de una ciudad. De pronto aparecen en un nuevo espacio y escuchan en el interior de sus cabezas cuatro ideas básicas:

1 La escuela, la casa y la prisión son seguros.
2 Salirse del camino supone la muerte
3 Pisar la hierba supone la muerte
4 Si te dobla otro corredor mueres.

Tras estas reglas una frase final “Corre o muere” y el comienzo de una auténtica masacre donde todo vale con tal de sobrevivir.

No puedo decir que The human race sea una gran película pero sí puedo decir que es muy inteligente: Sabe dar todo lo que ofrece su premisa y sabe hacerlo de una forma fresca y nueva, logrando mantener al espectador interesado y sorprendido. Su combinación de juego de supervivencia con carrera funciona a las mil maravillas y recuerda remotamente a la novela de Stephen King La larga marcha. Sus primeros minutos contienen una sorpresa que descoloca e introduce en ese mundo donde nadie está a salvo. Otro acierto es centrar la atención en personajes que generalmente no suelen poblar este tipo de cintas; así, el gran protagonista del film será un personaje sin pierna (algo paradójico tratándose de una carrera), también seguiremos de cerca a una pareja de amigos sordos… y es que entre los concursantes tendremos de todo: ancianos, niños, embarazadas, enfermos de cáncer y lógicamente, como pasa en estos formatos, malos malísimos que se encargarán de reducir drásticamente la lista de participantes.

Sabedor del morboso gusto del espectador por la violencia, la película no se achanta a la hora de mostrar sangre y escenas grotescas. A pesar de que casi todas las muertes son iguales (el cuerpo se hincha hasta explotar) el efecto es tan impactante que no deja de sorprender y lo veremos aplicado al 80 por ciento del reparto… Pero no todos los personajes explotarán por incumplir las reglas, algunos morirán por culpa de otros participantes en escenas igual de impactantes donde el director Paul Hough crea secuencias de acción sencillas pero muy bien ejecutadas (influenciadas sin duda por su conocimiento de las luchas clandestinas en las que profundizó con su excelente documental “The backyard”)

Los actores por lo general cumplen con sus papeles, destacando su protagonista Eddie McGee que es, cosas de la vida, el ganador de la primera edición del Gran hermano norteamericano; su físico y su forma de desenvolverse en las escenas más dinámicas lo hacen perfecto para el papel. Igualmente brillante está Trista Robinson en el personaje de la joven sorda.

Los aspectos negativos de la carrera estarán en lo previsible de su historia, pues la explicación de lo que está sucediendo es poco o nada original y en los giros finales del comportamiento de algunos personajes que, a pesar de no conocer apenas nada de ellos hasta el comienzo de la carrera, contrastan con su comportamiento a lo largo del film.

Como dije The human race no es una cinta de 10, pero marca el pistoletazo de salida para la lista de títulos favoritos de este 2014 que comienza. Lo hace por saber entregar una hora y media de entretenimiento de alto voltaje sin amedrentarse ni bajar el pie del acelerador hasta su final… que, por cierto, promete secuela. Totalmente recomendada para amantes del género e indispensable para los fans del cine de supervivencia.