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308

La habitación que jamás has de pisar

308

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Interesante propuesta que nos llega desde los confines de la remota Indonesia – país que se encuentra en pleno auge de aportación cinematográfica, incluyendo las todavía inéditas Killers o The Philosophers – y que nos traslada hasta la leyenda de Nyai Roro, también conocida como la Renia del Mar del Sur; y es que resulta que existe la creencia de que su espíritu transita nuestro mundo a través de la habitación de un hotel de Java: la 308 del Samudra Hotel Beach, habitación en la que se rinde culto a dicha Diosa con las paredes completamente pintadas de verde, su color favorito. Y precisamente de esa creencia nace 308, la película que hoy nos ocupa, que cuenta la historia de una joven, encargada de la manutención de su hermana, que se traslada al Samudra Hotel para responder a la oferta de un puesto de trabajo de limpiadora muy bien pagado en temporada baja, con todos los gastos pagados (y una tormenta tropical de por medio); y con la única regla de que jamás deberá irrumpir en la habitación 308. Pero como ocurre siempre en esta vida, nadie regala nada y la curiosidad suele pagarse a un alto precio.

A pesar de que 308 se presente como una película de tintes clásicos y actitud puramente comercial (a mi modo de ver se trata de una propuesta muy arraigada al cine estadounidense más comercial), lo cierto es que resulta digno de elogio y agradecimiento su esfuerzo por transmitir la leyenda de Nyai Roro al espectador medio. Debo reconocer que no tenía ni la más remota idea acerca de las creencias que envuelven el mito de Nyai Roro, ni de que una historia de fantasmas como la que cuenta 308 tuviese incluso un domicilio real; y creo estas son ya de por sí razones más que suficientes para que al menos haya valido la pena pasearse por los rincones de esa funesta y maldita habitación de hotel. Además 308 consigue mantener el interés del espectador durante todo su desarrollo, resulta una película entretenida de principio a fin, y ata, acertadamente, los cabos sueltos que plantea su trama, siempre bajo la sombra del cuento de hadas Barba Azul, de Charles Perrault, al que somete a un interesante y tentador giro de tuerca. En definitiva, difícilmente alguien podrá sentirse engañado con 308.

Sin embargo 308 es francamente irregular. Por momentos se hace pesada. Su exagerada duración de 120 minutos resulta agotadora y el reparto no enardece mucho el asunto – la labor del conjunto de los actores es bastante, bastante pobre – . El único aliciente que mantiene el interés de la película en un nivel óptimo son sus originales “juegos sobrenaturales” y un maravilloso tercio final, el cual fomenta una valoración positiva del conjunto. Otra característica destacable de esta curiosa incursión es que opte por una musicalización exacerbada en todo momento, hasta el punto de recordarme a las maneras del cine hindú: tuve la sensación de que en cualquier momento alguien iba a ponerse a cantar y a bailar, lo cual me produjo cierta angustia dado mi resquemor a este tipo de secuencias (gracias a Dios, dicho momento jamás tuvo lugar).

No obstante, en términos globables, si algo se contrapone a la buena voluntad de 308 no es ni su musicalización, ni tampoco su extensa duración; el verdadero handicap de la película lo encontramos en el abuso descarado del efectismo barato. Al principio es estupendo, porque ese efectismo sabe explotar el argumento de la película al máximo y siempre da con algún giro sobrenatural original que complementa a la perfección con ese terror folclórico tan innovador del que hace gala 308; pero finalmente degenera en un juego tremendamente abusivo y carente de cualquier límite. No sabe cuando parar… y al final enerva.

Por otro lado, la ambientación es ciertamente fantástica. 308 sabe transmitir esa magia suntuosa y esa contínua tentación a negarse a hacer algo que uno no debería. Al igual que en el resto de apartados, sabe explotar dicha ambientación y jugar con ella sacándole el máximo rendimiento. En resumen, 308 es una propuesta entretenida, directa, disfrutable y que se arriesga al apostar por algo diferente y original. El guión es sagaz, sabe mantenerse fiel a sus principios folclóricos y además propone giros de tuerca muy bien construidos. Sin duda alguna, a quien le interese y tenga ganas de disfrutar de un gran paradigma de terror folclórico, tiene que verla. Recomendable.

Lo mejor: la ambientación y que sea capaz de exprimir sus recursos al máximo. Es tal y como se vende.

Lo peor: abusa hasta la extenuación del CGI. Para ver una vez.


Vuestros comentarios

1. 08 mar 2014, 13:34 | Jesus pamplona

Esta peliculas terminan por ser agotadoras.pinta como el tipico producto asiatico con poca inovacion y trama infantiloide

2. 08 mar 2014, 20:44 | Lady Necrophage

A mi no me llama la atencion para nada, se ve ciertamente pueril y exenta de interes.

3. 08 mar 2014, 22:13 | Mountain

Me suele gustar ver cine de género de países exóticos, más que nada porque muchas veces suelen pillar lo mejor del terror tradicional, del que estamos acostumbrados, y se lo curran de tal forma que le dan un toque verdaderamente original… o no, a veces copian plano por plano lo que han aprendido y lo estropean todo, nunca se sabe y con este tipo de producciones suele ser como una ruleta rusa.

Estéticamente pinta muy bien, ese hotel parece que puede dar mucho juego o sea que habrá que echarle un vistazo.

4. 09 mar 2014, 08:03 | edgardo

la verdad es que no me despierta ningún interés.

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