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Invasión: los ladrones de cuerpos

Cuando la película supera al libro

La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956)

Santa mira, un pequeño pueblo del norte de California. El Doctor Miles Benell recibe en su consulta a varios pacientes con una extraña dolencia que es incapaz de tratar: todos ellos insisten en que un familiar cercano, como su tío, padre, hija o marido, no es realmente quien aparenta ser. Intrigado y desconcertado, Miles recorre el pueblo en compañía de Becky, su viejo amor de juventud, y de sus amigos Jack y Theodora Belicec, comprobando que una serie de peculiares fenómenos tienen lugar en los sótanos y armarios de las casas, mientras los vecinos duermen… El psiquiatra Mannie Kaufman, al que Miles acude en busca de ayuda, le asegura que no se trata más que de un caso de histeria colectiva, pero paulatinamente la aterradora verdad se impondrá con irresistible contundencia.

Jack Finney

Su auténtico nombre era Walter Braden Finney (1911-1995). Nación en Milwakee (Wisconsin, Estados Unidos) y trabajó en publicidad en Nueva York hasta que decidió dedicarse a la narrativa. Su primer cuento The Widow’s Walk ganó el concurso “Ellery Queen’s Mystery Magazine” y colaboró con otras revistas como “Collier´s” y “The Saturday Evening Post”. A comienzos de los años ‘50 se convirtió en escritor a tiempo completo produciendo ocho novelas, varias colecciones de cuentos y dos obras de teatro. Entre sus producciones destacan Ahora Y Siempre (1970), sobre un ilustrador de publicidad contemporáneo que es enviado por un proyecto ultrasecreto del Gobierno a la Nueva York de 1882, su secuela From Time To Time (1955) en la que el protagonista intenta evitar la Primera Guerra Mundial; las novelas de acción Five Against The House (1954) y Assault On A Queen (1959); la comedia Good Neighbor Sam (1963) que conoció una versión cinematográfica protagonizada por Jack Lemmon; Forgoten News: The Crime Of The Century And Other Lost Stories (1983) sobre sucesos que causaron sensación en el siglo XIX; y Los Ladrones De Cuerpos (1955) que fue interpretada como una alegoría del MacCartismo, del Comunismo o incluso de ambos, aunque Finney siempre insistió en que era tan sólo una historia más fruto de una horrible pesadilla nocturna.

Vainas alienígenas replicantes

Dicen que todos tenemos un “doble”, aunque yo nunca he creído tal afirmación pues siempre he preferido pensar presuntuosamente que soy, para bien y para mal, un individuo singular con mis escasas virtudes e innumerables defectos. Sin embargo, llegó el inesperado día en el que hube de asumir tan terrible posibilidad.
Me encontraba una anodina tarde de lúdico domingo compartiendo café y tertulia con unos amigos cuando sin previo aviso y con firme decisión fui abordado por una completa desconocida que comenzó a hablarme como si fuéramos viejos camaradas. Cuando superado mi inicial estupor trata de explicarle el equívoco, me responde con una sonrisa cómplice que me deje de bromas, pero tras insistir seriamente en que jamás le había visto, la chica terminó excusándose alegando mi increíble semejanza con el novio de una amiga suya hasta el punto de no distinguir la diferencia. De hecho, avisó a sus compañeras de la mesa contigua quienes convinieron en el asombroso parecido a todos los niveles.

Una vez aclarado el malentendido, cada cual regresó a sus placeres hedonistas, pero a un servidor le quedó la inquietante sensación de saber que su identidad podía ser fácilmente ser suplantada por un ignoto “alter ego”. Y este suceso que os aseguro verídico no es más que uno de esos ejemplos “forteanos” no tan infrecuentes en los que la misteriosa realidad supera a la más extraña de las ficciones. Afortunadamente me alegro de que así fuera en aquella ocasión, porque a en la novela, la suerte que corren los humanos “replicados” no es precisamente la más deseable.

Rara avis: cuando la película supera al libro

Esta archifamosa novela de Jack Finney ha gozado nada menos que de cuatro adaptaciones cinematográficas. La primera de ellas fue una clara pero genial expresión de su época, dirigida por Don Siegel en 1956 en la que se identificaba el argumento con la persecución MacCartista que sufrieron todos aquellos acusados injustamente de ser “enemigos comunistas” cual inconcebible caza de brujas política que rememoraba los cáusticos acontecimientos de la maldita aldea de Salem en un clima post-bélico aún muy sensibilizado con los peligros nucleares.

La tercera versión fue obra de un irregular Abel Ferrara en 1994, una obra menor que anticipaba la infausta moda de los “remakes” como plasmación de la carencia de ideas, imaginación e infinita pereza de una Industria cada vez año más anquilosada en autoplagiarse y preferir seguir viviendo de las hace ya tiempo agotadas rentas dirigidas a unas nuevas generaciones lobotomizadas por la obsolescencia programada que infecta nuestras vidas cual moderna pandemia social ideada por un visionario Ray Bradbury.

En la última entrega de 2007, el “reboot” lo protagonizan una plastificada Nicole Kidman junto al inexpresivamente pétreo Daniel Craigh en una versión más dramática que terrorífica sólo recomendable para curiosos y completistas de la filmografía de Oliver Hirschbiegel.

Y dejamos intencionadamente la sublime segunda versión para el final cual goloso postre cinéfago que nos ofreció un pletórico Philip Kaufman en 1978 con un reparto de lujo acorde con unos FX aún hoy escabrosamente alucinantes sin estériles infografías de por medio. La grandeza de esta adaptación radica en que mejora y eleva la carga dramática de la novela a cotas incomparables. Y así, mientras en el relato se nos inculca un terror más intelectual que físico que por momentos puede resultar excesivamente denso para los más “impacientes”, en el film sin embargo, la paranoia tanto material como ideológica llega a ser aterradoramente claustrofóbica. Además, Kaufman, consciente de ello, quiso otorgarle un mayor dinamismo a su película tomándose unas muy necesarias licencias cinematográficas, y éstas libertades que normalmente suponen toda una aberración para los fans del libreto original, se convirtieron en esta ocasión en un cúmulo de genialidades que otorgan a la película de 1978 un ritmo sofocante y tan adrenalítico que deviene en una tensión narrativa casi insoportable, y todo ello sin traicionar los principios de la novela, esto es: la persecución y la inquina que los eres humanos vertimos sobre todos aquellos que por uno u otro motivo deciden ser “diferentes” y por tanto resultan “molestos” al no desear unirse al rebaño alienado del credo dominante.

Por todo ello, en un alarde de creatividad, valentía y auténtica mala leche, Philip Kaufman se atrevió a modificar el final de la novela otorgando a la película una conclusión tan espantosamente terrorífica como pocas veces se ha visto en toda la cinefilia del género. En definitiva, nos encontramos ante un libro tan adictivo como inquietante cuya lectura debe continuarse con el visionado de su mejor adaptación cinematográfica.

La invasión de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978)

Secuestradores de cuerpos (Abel Ferrara, 1993)

Invasión (Oliver Hirschbiegel, 2007)


Vuestros comentarios

1. 17 mar 2014, 13:20 | Lady Necrohage

Normalmente, como bien dices, es muy difícil encontrarse con el caso de adaptaciones cinematográficas que superen o, al menos, estén a la altura de las novelas originales. A mi las que más me sorprendieron han sido “Alguien voló sobre el nido del cuco”, bastante fidedigna al pedazo de novelón de Ken Kesey o, como ejemplo de superioridad filmica, “Tiburón” de Spielberg, basado en el best seller de ínfima calidad de Peter Benchley.lo que está claro es que esta calidad no suele ser la usual, por eso es una alegría encontrarse con rara avis como la que bien apuntas en tu reseña. Además, el film dde Philip Kaufman fue uno de los que más me marcaron, ya que cuando la vi siendo una cria experimenté un auténtico terror y pasé una noche de espanto escondida bajo las sábanas.

Un placer leerte de nuevo. Saludos!!!

2. 17 mar 2014, 23:58 | Mountain

Que grandiosas son las dos primeras versiones de este peliculón, incluso la de Ferrara me gustó, la de la Kidman ni he visto ni veré, tampoco he leído la novela.

Es un placer recuperar estas películas por aquí. Coincido en que “Tiburón”, la película que yo adoro y amo con toda mi alma, es mucho mejor que el libro, que por cierto no me parece para nada de ínfima calidad. Otro ejemplo que yo pondría sería “Do Androids Dream of Electric Sheep?”, gran obra de Phillip K. Dick que en la pantalla grande se convirtió en el eterno clásico “Blade Runner” y con eso ya está todo dicho. Es curioso, nunca me han gustado ni el libro ni la peli de “Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco”.

Eso sí, cada vez que recuerdo la imagen de Donald Sutherland con su dedo acusador y ese rictus en la boca se me ponen los pelos como escarpias, un gran clásico.

Saludos Masp y Lady.

3. 18 mar 2014, 18:48 | MASP

Saludos a ambos!

Lo cierto es que hay más de un ejemplo en el que la película supera con creces a la novela en la que se inspira, como los mencionados.

“Tiburón” es una obra maestra del suspense y uno se percata aún más de ello tras leer la mediocridad de novela en la que está basada. Por no hablar de esa “space ópera” que se calcó el Scott de los buenos tiempos a partir de una insulsa novela de Dick, en la que por cierto no sale la famosa frase final pronunciada por Rutger Hauer.

PD: Por cierto, si os gustó “La Tienda” de Stephen King, os recomiendo la lectura de “El Almacén” de Bentley Littel, que sería una especie de versión modernizada de la misma pero yendo un poco más allá con cierta crítica social incluida muy acertada. Quizá realice la reseña en breve.

Gracias por vuestros comentarios!

4. 18 mar 2014, 20:42 | Lady Necrophage

Siiii, MASP, reseña cuanto quieras que aquí estamos para leerte.

Un saludo!!

5. 18 mar 2014, 23:38 | Mountain

Estoy con Lady Necrophage, yo siempre estoy deseando que hagas reseñas de libros y fíjate el caso que te hago que sin haber hecho la reseña de “El Almacén” me lo acabo de meter en el ebook. “La Tienda” no es de lo mejor de nuestro Stephen King pero era muy disfrutable como casi todo lo del maestro. Por cierto, no sé si te lo había comentado pero “22/11/63” para mi ya se ha convertido en uno de los clásicos de King, me lo leí en verano y lo disfruté la hostia, no te lo pierdas.

6. 19 mar 2014, 14:57 | MASP

Pues nada, oído cocina, me pongo con la reseña de “El Almacén” porque creo que la merece y tomo nota de “22/11/63”. A King es que le tengo un poco abandonado, lo confieso. Creo que salvo en relatos cortos, ha perdido buena parte de su encanto. Al menos a mí cosas como “Dr. Sueño” no me llaman para nada y las considero hasta innecesarias a menos que alguien me las recomiende efusivamente.

PD: Acabo de pillar la nuevo de Valdemar Gótica “Corazones Perdidos: Cuentos Completos De Fantasmas” de M.R. James. Ya os contaré!! xD

Saludos!!

7. 19 mar 2014, 15:31 | Lady Necrophage

Pues fíjate, MASP, que Dr. Sueño es de las pocas obras de King que ha acaparado mi atención,, ya que yo nunca he sido fan de este hombre, aunque a lo mejor lo leía algo más siendo jovencita.

“Corazones Perdidos” de MR. James es uno de mis libros favoritos XD ya no por la descriptiva, técnica y gótica ambientación de la obra, sino por la originalidad del erudito James a la hora de representar el horror de sus criaturas, eso de que “algo” se toque antes de verse, me ponía los pelos como escarpias. Lo ley siendo bastante joven y le guardo especial aprecio. Ese si es un libro digno de una buena reseña.

Saludos ;))

8. 20 mar 2014, 00:19 | kaos

Sinceramente MASP eres un fantoche.

Llamar insulsa a una novela como “Sueñan los androides con…” es ser un paleto profundo y no tener ni idea de lo que se habla realmente.
Tanto la pelicula como el libro son cosas distintas pero el mensaje es el mismo y sin el libro la pelicula no existiria.
Todo ese fondo que tiene Blade Runner es exactamente el mismo que hay en la novela. Resumido, simplificado y alterado para que cualquier mendrugo se entere de que coño le estan contando.
Igualmente pasa con la novela de Tiburon que no es nada mas y nada menos que una novela con “monstruo”. Conseguir que una novela con cliche tan sobado como ese sea un exito literario – al margen de su calidad literaria – es en si mismo un triunfo.
Pero nada, nada aqui estas tu para soltar la garrulada e ir de “provo”.
Te has ganado un gallifante y que yo pierda mi valioso tiempo respondiendote.

9. 20 mar 2014, 01:20 | MASP

8-Kaos: Gracias por tu educada e interesante aportación.

Creo que cada uno puede y debe tener libertad de opinión acerca de la obra en cuestión, sea libro o película sin que ello suponga un menoscabo de su bagaje cultural ni ser por ello objeto de gratuita descalificación.

Pero por una simple cuestión de deformación profesional, pues soy abogado, voy a rebatir tus argumentos con los míos para así hacer más interesante si cabe el debate:

A-Eso de que sin el libro no existiría la novela quizá deberías replanteártelo tras ver “Metrópolis” de Fritz Lang (1927) en la que el robot “María” viene a simbolizar los mismos elementos visionarios de la futura obra de Scott. El libro de Dick se parece a la película lo que un huevo a una castaña (ambos tienen cierta forma esférica y poco más) y mientras en el libro no hay lugar apenas para la duda acerca de la naturaleza de los personajes , Scott juega constantemente al equívoco, modifica el final y hasta incluye escenas inexistentes en la novela como el famoso monólogo de Rutger Hauer. Por tanto si como afirmas, Scott y te cito textualmente “resume, simplifica y altera” la novela, entonces ambas cosas no pueden por definición ser lo mismo, con lo que incurres, a mi juicio en una flagrante contradicción.

2-Que una novela sea un triunfo de ventas no la convierte en una buena obra literaria. Es un triunfo para el autor, las editoriales y las librerías porque venden y ganan dinero, y hasta para los lectores porque les entretiene. A Dan Brown habría que hacerle un monumento por lograr que personas casi iletradas comenzasen a interesarse por el Renacimiento con su “Códido Da Vinci”, pero la novela posee una calidad literaria más bien mediocre como ocurre con el “Tiburón” de Benchley, lo que convierte precisamente al film de Spielberg en una obra maestra es haber sido capaz de crear todo un icono terrorífico de referencia acuática para futuras producciones con esa música inolvidable de Williams, a partir de un material narrativo tan pobre.

3-Todo aspirante a crítico (recalco lo de aspirante, pues como decía Charles Chaplin, “en el fondo todos somos unos aficionados pues en nuestras cortas vidas no tenemos tiempo para otra cosa”), si deja de lado cierto aire provocativo, no merece ser digno de tal actividad, o si quieres en mi caso de intrusismo profesional, por otra parte totalmente altruista.

4-Yo personalmente me alegro enormemente de haber intentado dar respuesta a tus opiniones e intentar rebatir tus argumentos con los míos. Para mí ello siempre será un inversión que acicate aún más mi deseo de seguir escribiendo en Almas Oscuras. Odio resultar indiferente, así que gracias por tu tiempo.

Saludos.

10. 20 mar 2014, 10:39 | Lady Necrophage

Perdona mi insistencia, pero no puedo por más que decirte: bravo. más que nada por contestar de esta forma tan coherente y educada a una persona tan sórdida maleducada y pedante. Expresarte mi admiración, ya que yo tengo no me defino precisamente por la paciencia.

De otra parte, quiero decirte que he visto un punto de luz l comprobar que hay alguien más que ha sabido valorar la novela de Dan Brown de la misma manera que yo lo hice en su día. Por mi parte llegué a leer 30 páginas y hube de dejar aquel pelmazo ínfimo y absurdo, pero todo el mundo me decía que era una gran novela, que le vamos a hacer…

Saludos!!!

11. 20 mar 2014, 14:52 | Mountain

Un sonoro aplauso para MASP, eso es una respuesta con elegancia y clase, lo demás tonterías.

Coincido con vosotros en cuanto a “El Código Da Vinci”, me dejé convencer por una amiga y cometí el error de leerlo, sencillamente uno de los libros más patéticos que he sufrido en mi vida.

12. 20 mar 2014, 18:07 | MASP

Lady y Mountain, gracias a ambos por vuestro apoyo. Pues ya veréis cuando se publique la reseña de “Retornados” que me he calzado en plan conspiranoico total. Ahí sí que se va a montar buena polémica! xD

13. 22 mar 2014, 14:15 | Sprocket

Me ha encantado el artículo. Sinceramente soy fan del film de Kaufman desde que lo viera allá por los 80 en compañía de mi madre (que me inculcó el amor al género). Muchas gracias!!!

Saludos,

Pd. – MASP, eres un señor, gran respuesta al comentario 8.

14. 04 jun 2015, 19:36 | Leo

Masp, muy interesante la reseña y además quería felicitarte por la buena respuesta que que diste a Kaos. Lamentablemente vivimos cada vez más en una sociedad que alimentada por esta obsesión con lo vacío y banal que resulta en general el ciberespacio, que fomenta el egocentrismo e individualismo que vemos cada vez con más frecuencia en nuestra vida diaria e interacciones como seres humanos, donde la violencia ya sea verbal o física y el imponer mi necesidad y mi opinión frente a todo lo demás resulta ser casi siempre la primera respuesta, es grato encontrarse con mentes como la tuya dispuestas a la pausa y el raciocinio, en hora buena como dicen en por allá…

por mi parte, aun no he leído la obra del señor Finney en cuestión, pero como a todos acá me encanta la segunda versión cinematográfica de la misma, completamente aterradora con uno de los mejores finales de la historia del cine, especialmente en nuestro amado género…

voy a ver si me hago con alguna copia de la obra por ahí, aunque debo reconocer que tengo un montón de libros pendientes aun que terminar y en el notebook (que es donde los tengo) no me seduce demasiado lo de leer en ese medio, creo que debo hacerme de un e-reader pero ya… jajajaja…

otra película que a mí parecer supera con creces el libro, y que no fue mencionada acá es “El Exorcista”, que si bien, la novela no es mala, si carece de la fuerza e impacto que tiene la película que te agarra casi desde el primer momento, mientras que en la novela lo impactante sucede solamente en el desenlace…

saludos y felicitaciones nuevamente…

15. 06 jun 2015, 15:25 | MASP

Hola Leo, muchas gracias por tu comentario. Efectivamente la intransigencia parece proliferar donde quiera que uno vaya, pero con el tiempo te percatas que no puede resultar como política sostenible y es mejor dejarla de lado y observar el mundo que nos rodea con una perspectiva más pluralista y ecléctica.

Respecto a “El Exorcista” como bien comentas, el libro a pesar de ser aterrador carece del poderío visual del que goza su adaptación cinematográfica, gracias a unos fascinantes y perturbadores FX, incluyendo ese escalofriante maquillaje que ha creado escuela.

PD: Yo también comencé leyendo ebooks en el netbook, pero forzaba mucho la vista y me cansaba enseguida así que esperé a encontrar un ebook de tinta electrónica no muy caro y desde entonces estoy encantado con él. Es una inversión muy recomendable. XD

Gracias por leernos. Saludos!

16. 08 jun 2015, 23:54 | Leo

Masp, de nada, ojalá comience a prevalecer más el raciocinio y si podemos todos contribuir a ello, mejor aun… que bien que lo del ereader te funcione, más ganas me dan de hacerme de uno, yo he probado con el tablet de mis sobrinos, pero el peso y la excesiva luminosidad de la pantalla no ayudan mucho, el formato es genial eso si, ojalá encuentre alguna alternativa económica, pues necesito dos, uno para mí padre y otro para mí…

saludos y a hacer de este mundo uno mejor…

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