The Philosophers

Los trailer han perfeccionado, y de qué manera, esto de vender una cinta, de metértela por los ojos y crearte la ansiedad de salir corriendo a buscarla. Un buen trailer te deja loco, emocionado, conmocionado, salivando como un perro en una carnicería, ansiando saber más, matando por continuar la historia… un buen trailer genera una expectación que muchas veces poco o nada tiene que ver con el resultado del producto. En el caso de The philosophers, donde todo el interés de su propuesta radica en el trailer y la historia que cualquier espectador se forje tras ver sus fragmentos inconexos os aseguro que mejorará el resultado final de este producto… Si, amigos de Almas Oscuras, a esta le vamos a dar duro por tramposa, por tonta y por robarnos unos minutos preciosos de vida.

Los alumnos de un colegio privado en Jakarta, veinte en total, se enfrentan a su último día de la asignatura de filosofía. Lo hacen con un ejercicio de fin de curso que su profesor (James DÁrcy) ha diseñado: en esta dinámica empírica (pero que se mostrará ante el espectador como real), cada alumno recibirá un rol y todos juntos, basándose en las características de sus personajes, decidirán qué diez de ellos son los más aptos para sobrevivir, durante un año, en un refugio ante la llegada de una catástrofe que terminará con nuestra actual civilización. El descarte de caracteres sacará a relucir las diferencias en el grupo y demostrará la fragilidad de los vínculos afectivos con los que convivimos en la vida real.

Así, leyéndolo sobre un dispositivo suena bien ¿verdad?. Es más, si logras parar tu mente y no reflexionar sobre los acontecimientos que suceden en la pantalla, The philosophers puede resultar hasta una experiencia divertida. Tenemos un montón de chicos y chicas atractivos, localizaciones de ensueño que nos proporciona Malasia, un refugio que parece un spa de lujo; una factura visual impactante, banda sonora étnico chillout y algunas escenas apocalípticas para terminar de sazonar la mezcla. Pero tras estas vestimentas de lujo se esconde un guión anoréxico donde la lógica ha escapado por la ventana y las trampas y los giros sensacionalistas tratan de engañar al inocente espectador.

Esta desangelada mezcla entre El experimento, El club de los poetas muertos y El señor de las moscas transcurre en dos planos: uno imaginario y otro real, que nunca llegan a funcionar bien entre ellos porque oculta unas veces y muestra otras, información al espectador tratando de despistarlo; y tiene tal cantidad de personajes que realmente no logras epatar ni asimilar quién es quién y al final lo cierto es que te importa poco saberlo. Tampoco llega a quedarte claro ningún tipo de aprendizaje de todo ese embrollo y ni el profesor transmite ninguna teoría filosófica… Es decir, la simulación se antoja minuto a minuto más absurda.

Lo peor de todo es que, como decía antes, el resto es más que correcto: su buena colección de rostros juveniles, muchos de ellos medianamente populares, actúan correctamente, y si bien DÁrcy cada vez parece más estreñido lo cierto es que su presencia continúa siendo interesante. También destacable la pareja de guapos protagonistas: ella (Sophie Lowe) con una mirada limpia que enamora la pantalla y el atractivo Rhys Wakefield que recientemente vimos en +1 y en The purge.

No me voy a extender más… a no ser que seas un adolescente poco exigente y fácil de contentar, en cuyo caso te recomiendo sagas fantásticas plagadas de hormonas y romance, The philosophers te resultará cuanto menos una experiencia decepcionante. Su modernidad visual, y su excelente factura no han logrado tapar sus evidentes imperfecciones en cuanto a enganchar al público se refiere. El triunfo del corazón sobre el razonamiento puro y la lógica merecen una aproximación menos tontorrona y blanda de la que este filme, con aroma de videoclip newage, nos ofrece. Suspenso que no suspense para estos alumnos y su profesor.