Nocturna 2014 (día 1)

Fractured, de Lance Kawas.

La diosa de las destrucción se abre camino por un Madrid resacoso de elecciones europeas y finales de fútbol de infarto. Mientras se acerca al espectador va sembrando el caos. Expectantes, a oscuras, parapetados en sus butacas, hay una legión de curiosos, de seguidores, sedientos de degustar sus poderes y sus exquisitas torturas. En su primera aparición los gritos al dios Cthulhu entre el público no se hacen esperar… Es el Nocturna que ha regresado a Madrid.

La rueda de prensa no puede oler mejor, mucho esfuerzo, lucha y amor por el género se respira en la sala. Los tres pilotos de este barco (Luis Rosales, José Luis Aleman, y Sergio Molina) son héroes que luchan por sacar adelante un proyecto que, a todas luces, merecía más difusión por parte de los adalides culturales… así nos va.

El programa de este año se antoja a priori más interesante que el de su pasada edición. Por poner una pega se echa de menos más títulos inéditos, pues hay un buen porcentaje de cintas que ya se pudieron ver en festivales nacionales meses antes… y es que la sombra de Sitges es alargada. Pero en cualquier caso el Nocturna también trae cosas nuevas y sobre todo frescas y rompedoras… esperemos que algunas lo sean tanto que logren que su público, maleado y resabiado en esto de las emociones fuertes, se anime a practicar el boca oreja por Madrid y despegue este proyecto que sin espectadores no es nada.

The Station es una vieja amiga para éste que os escribe. La monster movie austríaca ya me robó unos buenos minutos de sueño en Sitges y revisitarla en Madrid estando más fresquito es todo un placer. Pura serie B sin complejos ni demasiados medios que gusta más cuanta menos pretensiones se tengan depositadas en ella. Monstruo mutante, equipo encerrado en una estación científica en medio de ninguna parte… las referencias a La Cosa son evidentes y las comparaciones demoledoras, así que mejor no hacerlas y todos contentos. ¿Recordais al abejorro del anuncio? Pues bien podría ser resultado del agente de esta película. Lo mejor, Angela Merkel transformada en heroína de acción.

Mientras Juego de Tronos reúne a una legión de fans, un grupo más pequeño de aficionados nos encerramos con Fractured, una cinta de amnesia y redención de bajo presupuesto y de resultados discretos. Tiene un poco de “El corazón del Ángel, del cine de Lynch, de Memento y también de los telefilmes del domingo en la TDT… Aún así tiene sus momentos.

Odiada y aplaudida, singular o estúpida, genial o absurda, abstracta, rara, hipnótica, caótica, hermética… todos o ninguno de los adjetivos pueden definir lo nuevo de Terry Gilliam, titulado The zero theorem. Para un servidor, inmerso en pleno proceso de crisis existencial, fue una bomba en mi línea de flotación que me fascinó y me hizo llorar en varias ocasiones sin saber muy bien porqué, ya que se trata de una comedia… A la salida aplausos y quejas al 50% (miento, más quejas que aplausos). Finalizaba la jornada en un positivo alto.

También positivo el avance de la cinta de stopmotion Pos’ eso, una alocada mezcla entre La Profecía y El Exorcista, de humor grueso y ordinario, pero a todas luces divertida y técnicamente sensacional… ¡hay que seguirle la pista a su director, Samuel Ortí!

Pero no me gustaría irme sin poner una mala nota a una parte del público: es genial divertirse, aplaudir e incluso hacer chistes de la película, tampoco está mal quejarse, o pitar discretamente al finalizar… pero hay que ser respetuoso con las cosas que se presentan, sobre todo si son cortometrajes. No hay que interumpirlos con gritos y sobre todo no se puede chillar “¡¡¡Menuda mierda!!!” de forma tan gratuita. Hay mucho trabajo, por lo general, en estas piezas que merecen un trato, como mínimo, amable. Y lo digo por la extraña reacción de una parte de la sala al visualmente sensacional corto Entity. Fenomenal también fué Time after time, cortometraje español con homenajes a los 80 y especialmente a regreso al futuro que logró que la sala estallara en aplausos.

The Zero Theorem, de Terry Gilliam.

The Station, de Marvin Kren.

Pos Eso, de Sam.