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Rojo Carmesi

Ana y su esposo Martín discutían acaloradamente, cosa que parecía haberse convertido ya en un hábito. Él se había ido a la casa de su madre, llevándose consigo algo de ropa, lo que significaba que pensaba quedarse allí por unos días. Un cierto alivio se sumó a sus pensamientos. Eso les daría tiempo para reflexionar y convencerse de que tantos años juntos ¿cuantos eran? ¿15?, no, 16 años, no habían sido en vano. Ella había tratado de comunicarse con él en varias oportunidades sin éxito. La madre le había dicho que no estaba con ella, pero Ana bien sabía que su suegra no la quería, y que por su hijo mentiría descaradamente. Llamaba a su oficina y tampoco la atendía, según la secretaria, Martín hacía 3 días que no iba a trabajar. En ese momento fue cuando decidió llamar a la policía y hacer la denuncia de su desaparición.

-¿Te gusta la historia que inventé Martín? Es lo que voy a declarar a la policía dentro de 4 días cuando les diga que desapareciste.
Ana estaba sentada a horcajadas sobre su esposo, el pecho de él tenía varias heridas, producto del cuchillo que ella sostenía en sus manos.
-¿Y todo esto por qué? ¡Porque NUNCA me hacés caso! ¿Cuántas veces te dije que NO me usaras el lápiz de labios rojo, mi favorito y por cierto MUY CARO lápiz de labios?
Mientras hablaba, el cuchillo seguía entrando en el cuerpo de Martín, una y otra vez, lacerando su piel y sus órganos.
-¿Cuántas veces te dije que te compraras tu propio maquillaje? ¿Te gusta el color rojo? ¡Acá tenés color rojo!
Ana metió la mano dentro del vientre de su esposo, empapó sus dedos de sangre y los pasó luego por la boca de él, desdibujando el contorno de sus labios. Martín agonizaba, la sangre brotaba a borbotones de su boca. Ana encendió un cigarrillo. Le dio una larga pitada y soltó el humo despacio.
-Morite de una vez, que todavía tengo que enterrarte en el patio ¿No te acordás que yo también trabajo y mañana tengo que madrugar?

Dio una última pitada al cigarrillo y lo apago en un charco de sangre. -¿Sabés que es lo único que lamento? Que ahora mis sobrinos se quedaron sin payaso en su fiesta de cumpleaños…

Por Gabriela Schiaffino


Vuestros comentarios

1. 24 jun 2009, 08:33 | Bob Rock

Hola Almas Oscuras.

Muy divertido y retorcido. Sobre todo me ha gustado su brevedad. Admiro a las personas con esa capacidad de condensar conceptos en pocos parrafos. Y aquí hay para dar y tomar.

Un saludo.

2. 24 jun 2009, 19:03 | NATALIE

Cortito y al punto…muy efectivo, qué capacidad de síntesis!!felicitaciones

3. 24 jun 2009, 22:53 | Elizabeth

Ojo chicos…esto es lo que pasa cuando una se cansa de repetir las cosas…
Vamos Gabriela todavia!!!

PD: sabes que soy la persona que te ayudaria a hacer el pozo

4. 25 jun 2009, 01:33 | Gaby

Joan: Muchas gracias por publicar mis cuentos!
Bob Rock y Natalie: Gracias por los comentarios!

PD: Eli, por supuesto!!!

5. 25 jun 2009, 18:19 | MaRiAnA

Interesante¡¡
me gusta..Felicidades¡¡

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