Festival Sitges. Días 7 y 8

It Follows, David Robert Mitchell.

El agotamiento entre la gente de prensa es notable. El atracón de cine hace que cueste trabajo seguir según qué ritmos y que las percepciones no sean del todo correctas… Con todo y con eso, reunimos fuerzas y enfilamos el tramo final de nuestro banquete. Aunque lo temprano de la convocatoria no ayudaba a asimilar el ritmo pausado de esta aventura, The Rover nos deslumbró a la mayoría. Se trataba de un western ambientado en un futuro apocalíptico en el que agua, gasolina y energía, parecen escasear (personalmente me recordó al video -juego “Fallout 3 New vegas”). Guy Pearce y un excelente Robert Pattinson se unen en una cruzada por recuperar un automóvil robado. Un relato que habla sobre el cariño y la lealtad y sobre la importancia de demostrarlo. De lo mejor que he visto estos días.

La ciencia ficción de The Signal resultaba muy vistosa pero vacía. Misterio, abducciones, poderes, y mil giros la hacen tan disfrutable en su recorrido como hueca en su conclusión… por momentos parece el episodio cero de una serie juvenil. Los hombres lobos van a ser la nueva tendencia para el cine fantástico y son muchos los títulos que esperan en capilla y que van a tratar esta temática. When animals dream aborda la licantropía como una fase más en el desarrollo personal de la protagonista, una suerte de nuevo despertar de la adolescencia o una metáfora sobre la aceptación de nuestra propia naturaleza. Lo hace con una narración que la acerca a Let the right in pero que no logra los mismo resultados. Sumamente interesante; creo que merece la pena no perderla la pista.

Y una que a buen seguro formará parte de la lista de lo mejor de este año es It follows: Un joven anuncia a su amante que tras mantener relaciones sexuales ha sido contagiada con una maldición. Desde ese momento un demonio, que puede adoptar cualquier apariencia, camina lento pero sin descanso en su dirección. Si la alcanza, morirá… Con esta premisa y con una narración que visualmente recuerda a Carpenter y al Brian de Palma de los 70, se construye un cuento de terror fantástico que carece de efectos especiales y demás parafernalia, pero que asusta y hace pensar. Lo que vimos en Sitges, de todos modos, distará de la versión final, pues se está rodando una conclusión diferente y remontando todo el material… esperemos que para mejor. SOBRESALIENTE.

Los Relatos salvajes también brillaron con méritos propios. Se trata de una colección de historias cargadas de mala idea, excesiva en lo visual y en las situaciones que, además, cuenta con un plantel de actores en estado de gracia. La pega es que se trata más de una comedia que de una cinta de género.

Cerramos el día con la decepcionante Let us prey, otro western a lo John Carpenter donde una comisaría se transforma en un particular purgatorio donde ponerse al día de nuestros pecados pasados. Pese a un par de momentos de gore y algunas secuencias interesantes, el guión y el ritmo arrastraron la película al tedio más vulgar…

El último día, en el que no íbamos a ver mucho cine porque nos quedamos sin entradas, lo inauguramos con lo último de Joe Dante: Buring the ex. Se trata prácticamente de un telefilm de bajo presupuesto, que hay que ver con pocas o ninguna expectativas para disfrutarlo… Un joven pierde a su novia momentos antes de separarse de ella y esta regresa del más allá para estropearle una nueva relación. Pese a estar firmada por uno de los grandes, la clausura del festival merecía un título más atractivo. Un título que bien podría haber sido What we do in the shadows. Creo que es la mejor comedia fantástica en muchos años. Se trata de un desternillante moockumental en el que seguimos el día a día, noche a noche mejor dicho, de un grupo de vampiros. Todo tipo de gags visuales lanzados con elegancia a la pantalla, excelentes actores y un guión que no para de brillar la hicieron merecedora de grandes aplausos y del premio del público.

Llegó el palmarés con aire conciliador. Casi todo lo que nos gustó se llevó premio, pero seguro que cuando llegue esta crónica lo tendremos reseñado en condiciones. Nuestra última cinta fue Tusk trabajo de Kevin Smith con humor y terror a partes desiguales pero equilibradas. Nos castiga con un cuento oscuro donde los personajes se desarrollan con más eficacia que la historia. Seguiremos a un loco en el proceso de animalizar (o deshumanizar) a su víctima. Pese a no ser el mejor trabajo de este director demuestra que continúa teniendo una gran destreza a la hora de crear diálogos ingeniosos. Recomendable para sus seguidores y para los amantes del terror bizarro.

Terminamos aquí la crónica de estos días tan agotadores e intensos. Pero no la información sobre el festival. Pronto llegarán las reseñas en monográfico de cada cinta y un video-reportaje con lo que dio de si el festival y las recomendaciones de todo lo mostrado.

Let us prey, Brian O’Malley.

The Signal, William Eubank.