The Ecstasy of Isabel Mann

Ha pasado ya un año y algunos meses desde que vi Railway Children, de Jason Figgis, una película muy amateur, sacada adelante sin recursos - de un modo muy artesanal – protagonizada por un par de debutantes prepúberes y adolescentes, pero con una historia ambiciosa, con mucho que aportar y que, de algún modo, me conmovió. Pero sobre todo vi en Railway Children mucho potencial. Es por eso que cuando arrancó la campaña de indigogo para financiar The Ecstasy of Isabel Mann, la nueva película del mencionado Jason Figgis, no dudé en contribuir a la causa aunque fuera con una diminuta aportación; y siendo franco, os aseguro que fue la primera vez que contribuía en una campaña de crowndfunding. Y no me arrepiento. Conecto con el estilo y las propuestas de Figgis, y estoy convencido que algún día nos regalará una película realmente excelente.

Puestos a analizar el resultado final, The ecstasy of Isabel Mann es un buen paradigma de ese estilo de Figgis que os comentaba. Una película, nuevamente, muy precaria en cuanto a medios, pero mucho más cuidada y elegante - con planos originales y realmente bellos – si la comparamos con sus anteriores trabajos. The ecstasy of Isabel Mann bien podríamos encontrárnosla en la programación de cualquier festival de cine fantástico. La película narra la caída a los avernos de Isabel Mann, personaje interpretado magistralmente por Ellen Mullen – que era el ente oscuro y corrupto de Railway Children, y que en esta ocasión ve como todo el peso de la película recae sobre sus espaldas -, una adolescente que se siente perdida y abandonada tras la muerte de su madre y que se envicia en el arte de beber sangre. La dejadez de la figura materna es el dogma de Isabel Mann, dispuesta a hacer lo imposible por cubrir esa pérdida, lo que nos explica el porqué de su debilidad y su perdición. Tal y como ocurría en Railway Children, la historia vuelve a comenzar en “in media res”, con un ritmo algo lento, pero en cualquier caso mucho más dinámico que su antecesora y encuadrada de manera más decidida dentro del cine de terror, aunque manteniendo los tintes existencialistas que tanto definen la obra de Figgis.

Nunca se nos llegan a desvelar los detalles de la iniciación de Isabel dentro de la secta, y en realidad tampoco llegamos a saber mucho sobre esa misma secta (quizá el mayor pecado de la cinta), aunque sí disponemos de un par de jugosos flashbacks que nos irán desvelando los oscuros secretos del éxtasis de Isabel, lo que supone un gran acierto ya que, más que la secta, es el éxtasis de Isabel lo que realmente acaba interesando al espectador. Los adolescentes cometen errores, son egoístas por naturaleza, pero Figgis y Mullen consiguen que entendamos al pequeño monstruo, lleno de rabia, que Isabel lleva en su interior, lo que en última instacia resulta muy bello. No es perfecto, pero es un paso en la correcta dirección. Eso sí, cuidado los aficionados al rollo Crepúsculo porque os llevaréis una decepción: la película no tiene nada que ver con la popular saga a pesar de tener un argumento similar.

Técnicamente noté mucha mejoría respecto a los anteriores trabajos del director, y ello a pesar de que la campaña de crowdfunding no tuviera el éxito del esperado. La película tiene buenos planos, algunos muy trabajados y originales. Asimismo dispone de algún fragmento con estilo videoclip muy plausible. A pesar del poco presupuesto con el que contó finalmente la película, el trabajo de Figgis denota un estilo propio, aunque sigue teniendo algún que otro error que le da a The Ecstasy of Isabel Mann ese aspecto algo cutre que nos recuerda a trabajos anteriores. Sin embargo la película recupera muchísima intensidad cada vez que Mullen vuelve a manifestarse; es como si de repente esa pátina de cutrez se volviera invisble a causa de ese drama impactante, en ocasiones trágico y terrible, que nos ofrece la película y que, por segundos, te hace muy vulnerable.

Pero The Ecstasy of Isabel Mann también tiene un punto débil: la trama policial es realmente mala, no cuaja por ningún lado. Presenta demasiadas lagunas y un tira y afloja que no nos lleva a ningún lado, tanto por parte del reparto como del guión. Es un tramo de la película que no da la talla, y en ocasiones da la sensación de que debemos dejarlo todo en manos de un final que, gracias a Dios, es realmente reconfortante y lo suficientemente macabro.

En conclusión, The Ecstasy of Isabel Mann es un esfuerzo loable. Un bello éxtasis, infausto y audaz, con el que Figgis vuelve a demuestra verdadero amor por lo funesto y por la adolescencia perdida. No se puede ver con grandes expectativas, pero si te dejas llevar resulta una propuesta fresca e interesante. Si Railway Children no me quedó más remedio que dejarla entre interrogantes, de The Ecstasy of Isabel Mann puedo decir que es una película altamente recomendable. Definitivamente, el crownfunding será un método de financiación en el que invierta más a menudo.