The taking of Deborah Logan

Desde el momento en que mis ojos se posaron sobre el trailer de la cinta que voy a reseñar surgieron unas ganas locas de hincarle el diente. Esta mezcla entre found footage y mockumentary (están a un 50 por ciento) prometía una buena idea y una colección de escalofríos de gran intensidad… Aunque el resultado me decepcionó en lo referente a terror, lo cierto es que The taking of Deborah Logan contiene originalidad a raudales y resulta un film la mar de disfrutable que además, y en contra de lo que nos suele deparar este género, contiene un comienzo, un nudo y una conclusión clara y definitiva (y por dios que esto se agradece después de ver mil cortes bruscos o muertes fuera de campo…).

Un grupo de jóvenes cineastas preparan un documental sobre el alzhéimer y sus consecuencias, no sólo en el paciente sino también en sus cuidadores. Con este fin, contactan con Sarah (Anne Ramsay) para seguir el proceso degenerativo de su madre Deborah Logan (Jill Larson) que está comenzando las primeras fases de esta terrible enfermedad. Pronto empezarán a sospechar que los huecos de la mente de nuestra protagonista están siendo ocupados por una fuerte y siniestra presencia.

Ya la simple idea de una entidad que parasita la mente de los enfermos de Alzhéimer es lo suficientemente brillante como para que la cinta merezca un visionado. Pero además, este concepto se explota con brillantez en una escalada de acontecimientos que van de lo inquietante a lo grotesco, para culminar en un par de escenas sensacionales y nuevas en la imaginería del horror. Desgraciadamente, y como es clásico en este formato, se repiten todos los tópicos (casi dogmáticos) de vaivenes, filtros de visión nocturna, fallos de sonido, foco o de sincronía de la señal. En esta ocasión, este seguimiento al pie de la letra del decálogo de efectos y trucos, se antoja artificial, forzado y no termina de aportar la sensación de realidad que se pretende, y sí que resulta, en su conjunto, un tanto agotadora.

Afortunadamente esta película cuenta con un casting muy interesante que ayuda a que todo llegue a buen puerto. Jill Larson pone toda la carne en el asador para que la anciana señora Logan resulte entrañable en un momento, patética en otro y aterradora en el siguiente; y aunque en muchos casos la ayudan elementos técnicos, siempre hace gala de una sensacional gestualidad. También brillante está Anne Ramsay en su papel de sufridora hija que hace de bisagra entre la madre y el equipo de rodaje, y que logra crear un personaje creíble con quien el espectador se puede identificar.

Menos acertado está el guión respecto a narrar los orígenes de la entidad maligna… No es que sea una mala historia, y ya hemos señalado que la idea es potente y brillante, pero la investigación va por derroteros muy típicos y las respuestas de los personajes respecto a algunos acontecimientos son poco creíbles.

En cualquier caso The taking of Deborah Logan” tiene calidad técnica, argumental y artística para destacar sobre la mayoría de los found footages… Y también entre la mayoría de cintas de posesiones que suelen terminar en aburridos exorcismos tan extenuantes como predecibles. Recomendable e interesante, aunque con un afine mejor hubiéramos estado ante un clásico.