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Puñaladas traperas

10 slashers para una década

El Aprendiz de Satanás (2004)

El mejor amigo de Bob

Truco o Trato. Halloween comienza y al pequeño Dougie no le dejan jugar a su juego favorito: “Satan’s Little Helper”. Por si fuera poco, el novio de su hermana no para chincharlo, lo que termina por encabronar al renacuajo y hacerlo salir a la calle para pedir caramelos. Afortunadamente, o desgraciadamente, sus pasos se cruzan con un asesino enmascarado a semejanza de un personaje del videojuego, la persona ideal para pedirle que mate al gilipollas que se manosea a su hermana. Y así dará comienzo una noche llena de disfraces, golosinas y asesinatos.

De tapadillo se estrenaba hace diez años un simpático slasher que todavía permanece oculto al gran público, pero que se ganó un merecido hueco en el corazón del aficionado. ¿Por qué? Tal vez por estar protagonizado por un niño, acompañante impenitente de un asesino en serie, cuya inocente mirada queda reflejada a la perfección en pantalla; en parte por una actuación muy competente de su intérprete, Alexander Brickel. Tampoco podemos quejarnos del resultado formal, con pocos medios “Satan’s Little Helper” consigue levantar cabeza por encima del telefilm que se prevé durante sus primeros compases.

Una cinta independiente que no le valió a Jeff Lieberman, su director y guionista, para ganar ningún premio y, sin embargo, sirvió para demostrar la importancia de un buen guión que, lleno de equívocos y buen humor, se presenta como una cinta ideal para ver en Halloween, no solo por estar ubicada la trama en dicha festividad, sino por su capacidad para no tomarse en serio. No encontramos un gore desenfrenado ni mucho terror, al fin y al cabo se acoge a la comedia casi de pleno, pero sí una agradecida pizca de originalidad gracias a su natural forma de forzar al espectador por adoptar la mirada de un pequeño fantasioso. Imposible olvidar su afición por los videojuegos y su odio hacía el novio de su hermana, un capullo al que muchos podríamos poner nombre en la vida real.

Entrañable, simpática y accesible, dadle una oportunidad aunque solo sea por el tremendo escote de la hermana de Dougie.

Black Christmas (2006)

Manu os propone una peli no apta para epilépticos

Es Navidad, y la hermandad femenina Deta Alpha Kappa se dispone a celebrar la fecha como todos los años: las chicas se reúnen y recogen sus regalos bajo el árbol. Es tradición en la casa dejar un regalo en recuerdo a Billy Lenz, un niño que asesinó, en esa misma casa, a sus padres años atrás. Pero esta navidad, puede que Billy lo recoja en persona, pues escapa del hospital psiquiátrico en el que se encuentra confinado, y vuelve al hogar que le vio nacer y le convirtió en psicópata…

Sí, de acuerdo: fuiste a verla al cine y saliste espantado porque la original de Bob Clark (1974) es una pasada y, encima, sale Margot Kidder borracha. Pero han pasado 10 años, y “Black Christmas” es un título, desde mi punto de vista, a revisar. El remake de Glen Morgan tiene bastantes puntos de interés. En serio, no me he vuelto loco. Morgan consiguió colar en círculos comerciales una película retorcida y depravada, con un asesino sin máscara pero con la piel amarilla debido a un supuesto defecto congénito. Los planos de sus ojos acechando a las víctimas son bastante turbios y perversos. Morgan trata a Billy Lenz como Ridley Scott retrató a Alien en su momento: casi nunca le veremos claramente la cara, sólo detalles, generándose así una malsana aureola a su alrededor, como si de un espectro se tratase. De hecho, aquí más que en otros slashers, la casa de la hermandad Deta Alpha Kappa sería la nave Nostromo, y las hermanas, la tripulación dispuesta a encontrar, antes de que él las encuentre a ellas, a un depredador que se esconde en los recovecos y se mueve por los espacios muertos de las paredes, lo más parecido a los conductos de ventilación de un carguero espacial.

El amarillo de la piel del asesino no es el único tono saturado en una película, paradójicamente, titulada “Black Christmas”: para el color, la referencia clarísima es “Suspiria”. Prepárate para anestesiar el ojo con fuertes contrastes, luces navideñas antinaturales y sombras extrañas. Un violento panorama cromático que, durante su primera hora, rebosa energía, sobresaltos y mala leche. Lástima que los treinta minutos finales eche un poco el freno y pierda gas…

Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon (2006)

Bob os presenta al tío más entendido en slashers: Leslie

Leslie Vernon quiere ser famoso y sabe que no hay mejor forma que convertirse en un asesino icónico. Pero no uno cualquiera, no uno de esos tipos que han perdido la cabeza y asaltan un instituto rifle en ristre. El quiere ser recordado, una leyenda que provoque escalofríos durante Halloween a los más curtidos. Para ello se entrena, diseña una máscara aterradora y practica un cuidadoso plan que implica la grabación de un documental para que sus hazañas lleguen al mayor número posible de personas.

“Detrás de la máscara” surge cuando el slasher ya ha sido fagocitado por la industria cinematográfica mostrando todas sus debilidades, pensemos que Freddy llevaba muchos años oxidado en 2006 y “Scream” ya había dinamitado los tópicos del subgénero. Sin embargo, “Detrás de la máscara” se revela como uno de los slashers más originales de la historia gracias a desgranar la esencia de un asesino desde su vida diaria y la creación del mito, y aquí se adelanta un poco al gran boom actual que sufre el falso documental, pues es el formato elegido hasta que la cinta toma derroteros más trillados en su recta final. Esto último sería su mayor pecado, junto a unas actuaciones a juego con el humor negro que repelerán a los más serios del lugar; no obstante un defecto menor ante un slasher tan original, tan cínico, que resulta de obligado visionado para cualquier amante del subgénero. Resulta difícil resistirse a sus diálogos llenos de humor, donde las “obligaciones” de los asesinos en serie son el leitmotiv de unas escenas, donde para mí destaca el acoso a la víctima femenina de rigor, que sintetizan los tópicos de toda la vida desde un punto de vista distinto.

Además, cuenta con Robert Englund en un simpático papel secundario, ¿se puede pedir más? Sí, esa secuela que toda figura icónica merece, y Leslie Vernon se puede preciar de serlo hasta el tuétano.

Rest Stop (2006)

Los peligros de parar en carretera para ir al baño, según Manu

Nicole y Jesse van camino de Los Angeles. Como tantos actores, buscan hacerse un hueco en la meca del cine. Pero, a mitad de camino, la chica necesita un servicio y a su paso aparece un área de descanso. Nicole entra en el baño y, cuando sale, Jesse y el coche en el que viajaban han desaparecido. Y, lo peor, es que no está sola: un hombre que conduce una camioneta merodea por el lugar, y puede ser un asesino que lleva años actuando por la zona… concretamente, desde los 70.

“Rest Stop” fue la primera película (año 2006) que el trío Shiban-Krantz-Myrick lanzó al mercado doméstico bajo la marca “Raw Feed” y al amparo de Warner. Se trataba de un lote de seis pelis de género que, al ir directas a dvd, serían “unrated” y deberían haber hecho las delicias de los aficionados. Al final, el proyecto se quedó a medio camino y, aunque en general todas fueron títulos medio decentes, ninguna se diferenciaba demasiado de lo que podía verse en los cines… y Raw Feed desapareció.

La que nos ocupa es un slasher de manual con notas gore y muy buen clima, además de un componente sobrenatural que la distingue de otras tantas del montón. Lo cierto es que el asesino de turno, suerte de familiar del conductor de “Duel” (Steven Spielberg, 1971) o “The Hitcher” (Robert Harmon, 1986), se comporta como el de cualquier “body count”, pero su naturaleza sobrenatural hace que esté justificado que pueda aparecer en cualquier lado y sobrevivir a ataques. Para tratarse de prácticamente un único escenario, los aseos del área de servicio y el terreno de alrededor, la película se saca bastante partido, y cuando recurre a elementos externos (la familia de la caravana), son lo suficientemente retorcidos y macabros como para justificar su presencia. Dos años después, Shiban escribió una secuela pero, como suele suceder casi siempre, mientras más se explica lo inexplicable, menos atractivo resulta.

Dark Ride (2006)

Descubrimos porque Manu es tan aficionado a las ferias

Después de más de veinte años cerrado por el asesinato de dos niñas en el interior de una atracción de terror (y el descubrimiento de quince cuerpos más), el parque de atracciones Asbury está a punto de volver a abrir sus puertas. Cinco spring breakers rumbo a Nueva Orleans deciden desviarse del camino para visitar el tristemente famoso su pasaje del terror, ignorando que el responsable de los asesinatos ha escapado del hospital psiquiátrico en el que se hallaba recluido…

Probablemente, Dark Ride sea el título más conocido del primer After Dark en nuestro país, allá por 2006, lo que es no decir prácticamente nada. Se trata de un slasher, a juzgar por su argumento, de manual: cinco jóvenes, un pasaje del terror y un asesino enmascarado. La referencia directa es, inevitablemente, The Funhouse, la película de 1981 de Tobe Hooper. Como en aquella, se aprovecha un escenario impagable para el género, un parque de atracciones, para construir una pesadilla. Lo mejor de Dark Ride tiene lugar una vez que los jóvenes han entrado en la atracción: a pesar del bajo presupuesto de la película, encuadres, ambientación, fotografía, música (excelente la banda sonora del griego Kostas Christides)… todo juega a favor de obra a partir de ese momento.

Como en todo buen slasher de manual, la gran carencia son sus protagonistas. No consigue que nos interesemos por ellos, su pasado o sus inquietudes, lo más mínimo. En Dark Ride hay dos largas conversaciones absolutamente insoportables que sólo sirven para que te entren más ganas de que esos cinco adolescentes sean asesinados. Por el contrario, crímenes y acecho funcionan bastante bien, y su asesino enmascarado de turno, Jonah, es lo suficientemente salvaje y despiadado como para levantar la función.

Mientras otros juegan a la sugerencia, la película de Craig Singer mira al terror de frente. Y, aunque es una virtud rara vez valorada, también hay que saber cómo ser explícito para que las escenas no se queden en una mera exhibición de gore. El momento en que el asesino escapa del hospital psiquiátrico, por ejemplo, me parece brillante a este respecto: hay sangre, vísceras, pero también un par de planos icónicos y aterradores, de esos que se clavan en tu retina, como son la cara de Jonah en penumbras, o éste arrastrando el cadáver de uno de los médicos por el pasillo.

Hack! (2007)

Una película dentro de una película, serie b típica de Bob

Un grupo de estudiantes quieren subir la nota media de la carrera asistiendo a un seminario en una remota isla. Allí los espera el profesor junto a su adorable esposa que pronto revelará su afición por el cine de terror, la principal razón para que los jóvenes vayan cayendo uno a uno en una serie de escenas que han sido copiadas de diversas películas.

De nuevo el metalenguaje se apodera de la pantalla, y es que parece ser que el subgénero slasher propicia la reflexión sobre el cine dentro del cine, aunque “Hack!” aborda dicha premisa desde el puro entretenimiento descerebrado sin dejar de ser el típico recetario para matar jóvenes de buen ver (tan prototípicos como mal actuados) mediante métodos más o menos ingeniosos sacados de otras películas. A su favor el ritmo, fácil de ver y fácil de disfrutar; en contra el poco ingenio a la hora de desarrollar su guion, con una dirección final que decepciona por obvia. Aquí no estamos frente a “Alta Tensión”, el interés de la trama radica en adivinar quién será la siguiente víctima de una pareja de anfitriones que parece cualquier cosa menos cuerda, ellos son los que hacen destacar el elemento cómico de la cinta que, por desgracia o por suerte, es muy destacado a lo largo de todo el metraje. ¿Una pareja memorable de psycho-killers? Dejémoslo en entrañables sino queremos desvelar más sobre una sorpresa final que se ve a la legua.

Un nivel técnico por encima del aprobado, una buena dosis de asesinatos (rubricados los mejores con la inquietante presencia de la nieta de Martin Landau, Juliet), la ración justa de pechos y un argumento plano para la versión estándar del slasher del siglo XXI (con todo lo bueno y malo que implica).

Home Sick (2007)

Manu nos presenta un debut rojo en toda regla

Un extraño se cuela en una casa donde unos jóvenes celebran una fiesta. Lleva un maletín, y les convence para participar en un juego: cada uno de ellos debe decir el nombrar a una persona a la que odia. El maletín está lleno de cuchillas, y con cada nombre, el extraño se hace un corte… Lo que los jóvenes ignoran es que un asesino enmascarado irá dando muerte, uno a uno, a sus seres odiados, y a ellos no les quedará más opción que intentar detener la masacre enfrentándose al misterioso psicópata…

Hay muchos motivos para adorar “Home Sick”, slasher de bajísimo presupuesto y nula distribución por estos lares: es el primer largometraje de Adam Wingard, ya ultraconocido por títulos como A Horrible Way to Die o You’re Next; cuenta con un guión de E. L. Katz, guionista de Autopsy o director de Cheap Thrills; la película suple su falta de medios, como mandan los cánones, con imaginación, mala leche y diversión. Es decir, que nadie espere encontrarse interpretaciones de primera línea o una factura técnica cuidada; por el contrario, lo que hay es un planteamiento desquiciado y acelerado del slasher clásico: son unos jóvenes caóticos, drogadictos y faltos de cualquier escrúpulo moral, que se traicionan entre sí y cuya única meta es el hedonismo. Y, por ello, son castigados por un asesino enmascarado. Todo, contado a través una cámara histérica y un guión pasado de rosca a casi todos los niveles.

¿Y por qué es digerible este conglomerado informe? Porque, como toda buena película de bajo presupuesto que se precie, está repleta de humor, un humor gamberro, unineuronal y absolutamente disfrutable. Y porque, además, la mayoría de los asesinatos son bastante gore y los efectos especiales están por encima de la media de este tipo de productos.

The Hills Run Red (2009)

Manu nos descubre una joyita moderna

Tyler es un estudiante de cine obsesionado con una pelicula, The Hills Run Red, y su director, Concannon. De la película no hay ninguna copia completa, sólo un trailer, y su director murió años después de terminarla. Pero Tyler consigue localizar a Alexa, la hija de éste, en un burdel, y la convence para que le lleve a él, a su chica, Serina, y su amigo, Lalo, al bosque en el que se rodó la película, donde Concannon tenía su casa, para grabar un documental… sin contar con que conocerán, también a Babyface, el asesino enmascarado de The Hills Run Red…

The Hills Run Red es una suerte de regalo para los fans del slasher. Hecha con mimo, con una historia trabajada (no en vano, firman el guión tres escritores, entre ellos David J. Schow, también responsable de varias secuelas y remakes de The Texas Chainsaw Massacre, por ejemplo, y varios ensayos sobre cine de terror, lo que significa que, al menos, es un profundo conocedor del género) y un sinfín de referencias, The Hills Run Red fue injustamente relegada a la distribución doméstica. La parte positiva es que, al menos, pudimos verla y disfrutarla.

Dave Parker es un enamorado de la serie B, sólo hay que revisar su filmografía: “Bimbo Movie Bash”, homenaje a las invasiones alinígenas de los 50; “The Dead Hate the Living”, revival de títulos ochenteros a la zaga de “Re-Animator” y “Night of the Creeps”; o esta misma, donde combina la famosa saga de la sierra mecánica tejana con el subgénero de “paletos” violentos, o el found footage en la era pre-found footage, dando como resultado un aterrador slasher. El director y sus guionistas han estudiado las distintas películas del subgénero y han intentado evitar todos y cada uno de los errores típicos. Y lo consiguen casi al cien por cien: los personajes interesan, por ejemplo. El trío protagonista tiene una relación peculiar pero reconocible, y apetece saber cómo se enfrentan a ella. El tramo inicial de la película, el previo a los asesinatos, es potente e interesante, y no estás deseando que acabe para que comienzen las muertes. Y los asesinatos y las escenas de tensión funcionan. El único “pero” es el excesivo subrayado de lo que acabará siendo un punto de giro importante de la película.

Mención aparte merece, por supuesto, Babyface, el asesino de turno. Tiene una historia pasada escalofriante, es duro, expeditivo, y su máscara da bastante mal rollo. Babyface, al contrario que otros asesinos, sí se merecería una secuela, algo que además sería muy consecuente con The Hills Run Red… pero, por ahora, no hay motivos para esperar que eso suceda. Mientras tanto, Dave Parker tiene pendiente de estreno… desde 2011, Coldwater. Su tráiler, contra todo pronóstico, no tiene mala pinta.

The Orphan Killer (2011)

Colega de cervezas de Bob

Marcus y Audrey presenciaron el asesinato de sus padres para al poco acabar en un orfanato católico donde la chica será adoptada por el agente que los salvó, mientras que su hermano sufrirá un horrible cambio de carácter debido a sus traumas personales y a la dura disciplina de unas hermanas que incluso le obligan a llevar una máscara debido a su mal comportamiento. Pero el pasado siempre vuelve y cuando Audrey casi ha olvidado a su hermano, el orfanato donde da clase se convertirá en el objeto de venganza de un Marcus que ha regresa convertido en todo un hombre.

Controvertida hasta límites insospechados, y como muestra quede la censura sufrida en Alemania donde fue declarada ilegal su exhibición, “The Orphan Killer” ha sido arrastrada por el barro igual que encumbrada desde su irrupción como síntesis de los preceptos básicos del slasher: un psicópata y una heroína que le hace frente, a la par que es “satisfactoriamente” torturada. Como muchos sabréis yo fui una de las primeras personas en romper una lanza a favor del trabajo de nuestros buenos amigos Matt Farnsworth y Diane Foster, y fui duramente criticado por ello. Sin embargo sigo manteniendo, pasados los años, que esta película supera su falta de guion, las referencias a Halloween son demasiado evidentes, y de medios, al fin y al cabo estamos hablando de una producción de bajo presupuesto, para regalarnos una figura icónica a la vieja usanza: Marcus Miller, el asesino en cuestión, es el slasher del siglo XXI y como tal fue promocionado por los medios digitales en una campaña imaginativa y digna del venerado Rob Zombie. Y no menos icónica es la bellísima Diane Foster, ejerciendo de contraparte de su malvado hermano, Audrey Miller.

Reconozco que el resultado final puede ser decepcionante cuando las expectativas se mantienen altas, como decía se ve demasiado sesgada por sus referencias y una definición inexistente de personajes; pero la violencia… la crudeza de su propuesta, incluso a niveles estéticos, se erige como la compañera perfecta de ese enmascarado obsesionado con la represión. Un claro mensaje antirreligioso que comparto y que me hizo sentir parte de la fiesta gore organizada por Marcus.
Si todavía no le habéis echado un vistazo, podéis hacerlo para uniros a la controversia justo aquí, de obligado visionado para el seguidor del slasher actual.

Stitches (2012)

¿Por qué Bob no invita a payasos a su cumpleaños?

Una fiesta de cumpleaños sale mal y el payaso contratado, Stitches, da con sus huesos en una caja de pino. Lejos de quedarse en mera anécdota graciosa, los años verán crecer a los niños reunidos en la fiesta para enfrentarlos, finalmente, con el fantasma de Stitches regresado desde la tumba para vengarse de esos pequeños cabroncetes.

Si algo nos marcó durante los ochentas fue el boom sufrido por el subgénero de la mano de los asesinos sobrenaturales. ¿Cómo olvidar a Freddy, Chucky o incluso al nuevo Jason salido del infierno máscara de hockey mediante? Del Más Allá venían para torturar a jóvenes imberbes demostrando que el slasher tenía vida más allá de la crudeza formal de los setenta, sin embargo el chicle se estiraba demasiado y precisamente a través de las sagas señeras, como “Pesadilla en Elm Street”, veíamos aumentar el nivel de cachondeo hasta unos niveles francamente cuestionables: ¿los primeros pasos de la comedia de horror?

La cuestión es que “Stitches” intenta resucitar, en época moderna y con cierta dignidad, el fenómeno de los psycho killers sobrenaturales, por supuesto con un ojo en la comedia. Y lo hace de la mejor manera posible: usando la imagen de un payaso siniestro como generador de bromas macabras que regadas con mucho gore satisfarán al público más generalista. Detrás del antihéroe protagonista hallamos a un cómico británico de cierto renombre: Ross Noble, el cual se erige como principal motor de la cinta. Una película que no pasará a la historia por la tensión generada o el profundo guion, pero sí por el efectivo ritmo que se gasta a golpe de muertes rocambolescas. Un homenaje en toda regla al bueno de Freddy Krueger, el cual se sentiría orgulloso de su subalterno: el payaso más bastardo desde Mr. Jelly.


Vuestros comentarios

1. 08 div 2014, 22:06 | Mountain

Excelente repaso, muchas gracias.

Vistas unas cuantas: “Behind the Mask” muy original, “The Hills Run Red” muy entretenida, “The Orphan Killer” muy bruta, “Stitches” muy mala. Pendiente “Rest Stop”, me la compré por un par de euros no se ni dónde ni cuándo pero todavía no la he visto y también me llama la atención “Dark Ride”, voy a por ella.

2. 08 div 2014, 23:13 | Bob Rock

Mountain.- Como aficionado, aparte de estas… ¿que otro par nos recomiendas tú? Seguro que tienes un par de debilidades personales chulas :)

3. 09 div 2014, 08:15 | Joan Lafulla

Genial articulo!!!
De la lista me quedaría co Behind the Mask y The Orphan Killer.
Rest Stop no me gustó nada.
Y creo que tengo pendiente Home Sick.

Un abrazo.

4. 09 div 2014, 12:41 | Bob Rock

Joan Lafulla.- ¿Y una recomendación que se nos haya pasado? No vale Bikini girls on ice :P

5. 09 div 2014, 19:34 | Mountain

Bob: Yo es que soy muy clásico, “Halloween” de Carpenter para mi es lo más de lo más. De unos años a esta parte un slasher, si es que lo podríamos meter dentro del subgénero, que me parece estupendo y a reivindicar podría ser “My Little Eye” un Gran Hermano enfermo y muy oscuro, en mi opinión una pequeña gran película. Otra gran recomendación la hizo hace bien poco vuestro compañero Mad Pelox con “Intruder”, cojonuda y con unas muertes súper explícitas, no os la podeis perder!

6. 09 div 2014, 19:57 | Bob Rock

Mountain.- My Little Eye está muy bien, como Intruder. Aunque esta última me decepcionó en su día. Fangoria la vendía como la coca-cola y luego estaba un tanto bufa, mejor “My Little Eye” (anda que no me hacían gracia sus carteles, mejor que “La Cámara Secreta” la tenían que haber traducido como “Ojito”). Yo me refería de diez años a esta parte. El slasher ahí continúa como subgénero con un par y bueno, más o menos, siempre es sinónimo de un ratejo interesante… yo por si acaso añado más leña al fuego: Venom (muy ignorada pero muy ambiental) y The Cottage (también algo olvidada para su negrísimo humor británico)… un abrazo!!

7. 10 div 2014, 09:40 | Narcoléptica

A mí The Orphan Killer me pareció, y con perdón, una chufa. Sé que tiene sus limitaciones y que hay que apreciar lo positivo, pero en realidad lo poco positivo que tiene no merece la pena ni mencionarlo. De la lista, creo que me quedo con Behind the Mask.

8. 10 div 2014, 11:24 | Bob Rock

Narcoléptica.- Por supuesto, ya dije que TOK ha sido tan odiada como apreciada. Para eso están los gustos… oye, ¿y alguna recomendación moderna? Un slasher que creas que ha pasado desapercibido sin razón aparente?

Un abrazo!

9. 10 div 2014, 14:39 | Mr.Celofán

¡¡Por fin!!

¡¡Ese aprendiz de Satanás!!

Llevo tiempo reivindicándola.

Ya estoy tranquilo… :)

Un saludo.

10. 10 div 2014, 16:22 | Bob Rock

Mr.Celofán.- La verdad que la película se lo merece. Yo la vi solo y luego la puse en una quedada con amigos en una casa perdida en el desierto… todos disfrutamos como críos

Un abrazo!!

PD: ¿Y alguna otra recomendación en cuanto a Slasher moderno?

11. 10 div 2014, 17:52 | Deathpile

Yo recomendaría como slashers modernos:
La cabaña en el bosque, Wrong Turn, Cold Prey y Wolf Creek entre otros

12. 10 div 2014, 19:17 | Bob Rock

Deathpile.- Gracias por tu lista. Bueno, ya es una cuestión de opiniones pero pese a lo mucho que me gusta Cabin in the Woods, me cuesta considerarla un slashers… no obstante, Cold Prey y Wolf Creek cumplen con creces… junto a Blood Runs Cold forman un buen triplete para una noche temática… Wrong Turn por supuesto me gusta, pero han llevado la franquicia por el verdadero camino incorrecto :\

Un abrazo!

13. 11 div 2014, 01:53 | Varon dandy

Wow, muchas gracias por el listado.
Yo aprovecho para nombrar uno de mis slashers favoritos que es Someone’s knocking at the door.

14. 12 div 2014, 23:40 | Lady necrophage

Hola compis!!!

Un artículo muy completo el de nuestros bob y Manu. No es ningún secreto que, a título personal, estoy bastante desencantada con este tipo de productos, no obstante, viene bien de vez en cuanto ver morir pandillas de incautos, sobre todo cuando la imbecilidad es la principal cualidad de esos personajes jijiji.

De los títulos nombrado me quedo con The hills run red y, tal vez, alguna escena suelta de The orphan Killer, que era un poquito bestia ^^. Coincido en las alusiones a Someone´s Knocking…, Wolf Creek, y My little eye. Siempre soñé con ver morir a participantes de un programa deleznable como Gran Hermano, reconozco que me lo pasé particularmente bien con éste film. De cosecha propia, agrego el que para mí es uno de los mejores y que también colocaría entre lo más efectista del año, Ditch day Massacre con nuestro querido Bill Oberst Junior que, además, hace poquito ha sido flamante ganadora en el Burbank International film festival. Me siento contenta por todo el equipo, su trabajo ha sido de lujo y más que merecedor. La recomiedo encarecidamente.

Un megabeso!!!

15. 13 div 2014, 15:05 | Andrómeda

Nunca he sido muy fan del slasher, aunque hay algunos que son ineludibles por su altísima calidad, como la remake de Las colinas tienen ojos, pero sobre todo me impresionó muy favorablemente la remake de Maniac… un lujete :3

16. 14 div 2014, 22:47 | Bob Rock

Varon Dandy.- Fíjate si nos gustará Someone’s knocking que la tenemos en nuestro catálogo ;)

Andrómeda.- Pues sí Maniac es una gran acierto… pero mira, me cuesta considerarlo slasher porque la visión subjetiva diluye el efecto de “bestia” que para mí debe tener un buen slasher… veo que se produce un apego emocional que no me convence para el subgénero… pero muy buena peli…

Lady Necrophage.- Tú lo has dicho sista’, lo mejor es ver morir capulletes… seamos realistas, ¿no querrías ver a Jason en el congreso de los diputados? Uhhh, a ver si algún director español se anima con una del estilo y bien cañi (pero sin caer en la caspaza de Tuno Negro).

Gracias por tu recomendación y apreciaciones. No he podido disfrutar todavía de Ditch day Massacre, pero viniendo la recomendación de la Diosa del Mal (la mismísima reencarnación de Kali) no puede estar mal :P

Un abrazo!

17. 24 div 2014, 13:10 | Mr zombie

Una lista muy chula, aun me falta alguna por ver de ella, pero el resto muy bien escogidas.

Saludos navideños.

18. 28 div 2014, 17:50 | Franc*h*is

Creo que fui la única que se entretuvo harto con Stitches….

The Orphan Killer me parece tan chafa y tan sucia que entretiene un montón, me gustó bastante pese a sus limitaciones.

Slashers, la verdad yo también voy más por los clásicos. El año pasado vi en pantalla Halloween de Carpenter y fue casi una experiencia religiosa. (sorry por la frase infamemente célebre).

Podría considerar, pese a no ser estrictamente un slasher, A L’Interieur. Qué pela para más dura.

¡Saludos, y que tengan un genial 2015!

19. 29 div 2014, 19:24 | Bob Rock

Mr Zombie.- Gracias mister… faltan tus recomendaciones ;)

Franc*H*Is.- Bueee, A L’interiour es casi, casi un slasher… lo que me choca es que, saliéndonos un poquito por la tangente, nadie haya nombrado neo-giallos… por cierto, me alegra coincidir en gustos ;)

20. 07 ene 2015, 20:23 | Mountain

Otro slasher que me gustó bastante fué “Laid to Rest”, solo por lo brutos que son los asesinatos ya merece mucho la pena.

21. 18 div 2015, 05:00 | Cuervo

La única que he visto de las citadas es “El aprendiz de satanas”, y bueno, es un slasher distinto por la cosa de que va con el niño, pero poco creíble. SPOILER- Qué el asesino no hable recuerda a Jason voorhees (pero solo en eso porque Jason te metería un sablazo a la primera de cambio) y es forzado porque si hablase se delataria claro-FIN SPOILER. Y la rubia esta muy buena, si, pero si me das a escoger entre un buen escote y un buen topless como los vistos en “Viernes 13” (2009) me quedo con este último. Y este último es también para mi uno de los mejores slashers que he visto junto con “Jason contra freddy”.

Saludos y paz, Cuervo.

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