Estás aquí: Página de inicio » Alienígenas » Dark Universe

Dark Universe

¡Aliens de oferta!

Dark Universe

Ver ficha completa

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Una nave. Se estrella en Florida. Te ríes. Contiene esporas. Llegan unos personajes. Algunos follan. Te ríes. Los ataca un alien ™. Las esporas mutan a los bichos. Te ríes. Se produce un encontronazo final con la bestia. Todo acaba medio bien. Te ríes.

Como empezar… a ver, probemos:
“Dark Universe” es una película producida por Fred Olen Ray…
Ummm, un comienzo que resume bastante bien por donde van los tiros, pero a lo mejor tendría que ser más directo:
“Dark Universe” es un robo barato de Alien, realizado con poco dinero y mucho morro…
No, demasiado frío, a ver si poniéndome en plan Tarantino:
“Dark Universe” es una mierda pinchada en un palo pero te partes el culo a su costa…
Esto ya está mejor, vamos, que todo lo que pueda decir a partir de aquí sobra en buena medida.
Sabéis perfectamente que estamos ante una producción directa a vídeo, precisamente esas que casi matan de muerte el género de terror por los años 90. El equivalente a las cintas que ahora se reparten a pachas “The Asylum” y “Syfy Channel”; solo que mucho más casposa, con pechos gratuitos y un guión bastante inferior. Sí, aquí las cotas de ridiculez no tienen límite; no en vano tenemos a Fred Olen Ray metiendo mano al libreto desde su cómoda posición de productor. Pero no lloréis pequeños… la clase del bueno de tito Ray está bien presente en su pupilo Steve Latshaw, otro hacedor de mierdas de la talla de “Vampire Trailer Park” o “Biohazard: The Alien Force”.

Entonces, ¿qué ofrece “Dark Universe”? ¿Nos vamos a partir con sus tonterías? ¿Tiene algún efecto especial decente? ¿Merece la pena echarse un porro viendo este aborto? Bueno, lo primero es comentar que lamentablemente estamos en la categoría de “tan mala que es divertida” únicamente por los pelos; su ritmo se hace tedioso en numerosas ocasiones y solo se salva porque goza de destellos cretinos de muy alto nivel, aunque diseminados a lo largo de los consabidos 80 minutos. Depende de como os pille el día os reiréis bastante, pero siempre sería más aconsejable realizar el experimento con drogas blandas a mano; el mejor catalizador para burlarse de unos efectos especiales que son claramente destacables por su ineptitud, mención especial a las partes realizadas con un CGI primigenio que dadas las fechas de producción, 1992, deben haber sido desarrolladas con un 286 infectado de esporas.

Una periodista y su séquito (mezcla de exploradores y científicos salidos de un tebeo de Mortadelo y Filemón) llegan a los pantanos de Florida a petición de la corporación “Kendrick”, dirigida por un Joe Estevez que debería auto-inmolarse antes de seguir sacando provecho de su apellido, para recuperar los restos del Nautilus (violación directa al cadáver de Verne); la sonda espacial que ha regresada cargada de esporas alienígenas. Unas malditas esporas que transforman a un humano en un alien pobretón (aunque con su cabecita de forma fálica), a un armadillo en una máquina de matar, a una babosa en un ser con capacidad de volar, a otra víctima en un zombie violador*… los efectos son muy diferentes y están supeditados a la necesidad contextual del guion. Fijaos que estas mutaciones están sedientas de sangre, tienen necesidades vampíricas, ¿y por qué? Pues porque mola, *una buena película de serie z tiene que tener vampiros siempre.
La cuestión es que la periodista y sus colegas se hacen con los servicios de un cazador de caimanes, un tío con cara de lelo y algo copión de los ademanes de Bruce Campbell. Así que todos juntitos descubren que algo raro pasa en los pantanos, donde varios secundarios han caído presos del alien de saldo, cuya presencia es lo único capaz de animar el cotarro. Alcanzan los restos de la nave y descubren sorprendidos que toda la zona está cubierta de un moho naranja que muta a los organismos animales. Eso sí, sin ningún tipo de rigor argumental. Una vez descubierto el percal, queda media hora para la supervivencia en un medio hostil con piedras y palos… dejemos un lanza bengalas para la ortopédica lucha final entre las féminas (¿O acaso pensabais que su misión era solo enseñar los pechos?) y el alien, cuyo mayor pecado es verse solito en este universo oscuro (un mensaje tan nihilista como sesudo no podía faltar en una película relacionada con Fred Olen Ray)

Siempre nos queda el consuelo del auténtico despropósito de diálogos para los que El Club de la Comedia se quedaría corto. Yo destacaría a este respecto la escena donde el productor de la periodista quiere zumbársela junto a la nave llena de esporas. ¡Oye! Que fácil lograr que una mujer se despelote, y que oportuna intervención del armadillo mutante.
Otro consuelo sería la banda sonora, si logramos romper la barrera de la locura, nos daremos cuenta de que su omnipresencia y su capacidad para estar fuera de lugar le otorga a la escenografía de patio trasero una cualidad surrealista digna de regar con cervezas. ¡Qué desparrame, estridentes sintetizadores forever!
Hablar de las actuaciones también supone un agradecido consuelo, por aquello de ser tan lamentables que nos arrancarán algún que otro gritito de placer. Orgasmando asistiremos al despliegue de actores de tercera, comandado por el infame Joe Estevez, para contemplar su histriónica incapacidad para moverse, tomar decisiones acertadas o siquiera caminar rectos. ¡Pues si ellos fueron pedos al rodaje nosotros no vamos a ser menos!

Total, que si solo ves buen cine: ¡ni te acerques! Si solo lo gozas con los últimos estrenos: ¡ni te acerques! Si veneras la saga Alien como coprolitos de diamante: ¡ni te acerques!
Por otro lado, si eres conocedor y aficionado de la basura fílmica, te partes la caja con cada rip-off de Alien (algún día me atreveré a hablar de “Shocking Dark”), si te va la marcha, no tienes prejuicios y en el instituto siempre aprobabas por los pelos: esta es tu película. Un buen ejercicio para saber lo que nunca hay que hacer con una cámara, pero también un buen ejercicio para realizar cine de guerrilla con el único objetivo de sacarle cuatro duros al personal (una enseñanza útil tal y como están los salarios de a pie)


Un calzone del espacio exterior


“¡Efectazos especialeeeeeees!”


Para bodas, bautizos y comuniones: ¡aliens de saldo!

Lo mejor: La música omnipresente que ayuda a no tomarse en serio esta película, el único método para conservar algo de dignidad durante su visionado.

Lo peor: Otro apestoso montaje que producirá tocamientos entre David DeCoteau, Fred Olen Ray y Bruno Mattei


Vuestros comentarios

1. 10 jul 2019, 08:22 | bébete el semen que dejé en el freezer

en el ultimo parrafo, bob rock me describió a la perfeccion.

la pelicula, solo entretenida cuando aparece el alien berreta ese que tiene patas como de cucaracha para diferenciarse un poco.

los dos pares de tetas que aparecen tienen una circunferencia y un diametro necesario para verse suculentos.

el gordo si que es inservible, bueno para nada y bastante maricón.

no me extraña lo facil que matan al alien… ¡si era de carton pintado! ja!

Escribe tu comentario:

¡ATENCIÓN! El formulario de comentarios utiliza un sistema de previsualización con el objetivo luchar contra el spam. Por lo tanto, tras pulsar el botón PREVISUALIZAR no olvides pulsar el botón ENVIAR para dar de alta definitivamente el comentario.


Si desea incluir un spoiler indique use las etiquetas [spoiler] y [/spoiler] para enmarmar el texto que se ocultará.