Cruel and Unusual

“Castigo cruel e inusual” es una frase que describe el castigo que se considera inaceptable debido al sufrimiento, el dolor o la humillación que inflige a la persona sometida al mismo.

Con estas mismas palabras, el debutante Merlin Dervisevic, bautiza su primera película: Cruel and Unusual. Una película que nos ubica en el infierno, donde son castigadas todas aquellas almas que cometieron, impunemente, un “castigo cruel e inusual”, y creyeron que la muerte les salvaría de su condena. Pero no es así… Estas malévolas almas deben pagar por lo que han hecho, y lo harán reviviendo su propio pecado - ese castigo cruel e inusual que infligieron a sus víctimas – todos los días de su vida espiritual. En otras palabras, Dios les castiga pagándoles con la misma moneda. Sin embargo el guión de Cruel and Unusual propone diversas lecturas morales, relatando un mismo hecho desde todos los puntos de vista posibles de manera que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones. Pero si de algo no nos cabe duda alguna es de que Dios lo ve todo…, y sabe como tocar las pelotas a lo grande.

Estamos ante una de las mejores películas del pasado año. Cruel and Unusual no solo es inteligente y sabia; también resulta una propuesta conmovedora y muy elegante. Tampoco cabe definirla como una película de terror al uso; es más bien un thriller sobrenatural, cuasi de carácter religioso – aunque esta última afirmación debéis cogerla con pinzas , cuyo objetivo es proponerle al espectador un castigo de carácter plenamente psicológico. Y ciertamente lo logra con creces gracias, principalmente, a un excelente personaje principal, interpretado por David Richmond-Peck (Edgar), cuya historia guarda cierta correlación con la que nos brindó Charles Dickens en su Cuento de Navidad. Lo realmente inteligente del argumento de Cruel and Unusual al margen de los múltiples giros brillantemente resueltos, la inteligente evolución de los personajes y lo imaginativo de la historia que nos cuenta – es que consigue provocar al personal de una manera muy cafre, llegando a resultar verdaderamente insoportable ese castigo de regreso que reciben sus protagonistas, con los que, por otro lado, llegamos a establecer vínculos muy fuertes e incluso a cogerles un cariño especial – inclusive con aquellos que son realmente malvados, carentes de apología alguna y que muestran poco arrepentimiento… – .

La verdad es que no entiendo como una película tan redonda como Cruel and Unusual ha podido caer en el olvido de la manera en que lo ha hecho, hasta el punto de que casi nadie ha oído hablar de ella. Por suerte algunos festivales especializados – curiosamente destacando los nacionales – como el Fancine de Málaga o el Nocturna Fest han galardonado con premios, más que merecidos, a la película de Merlin Dervisevic. Especialmente prolífico fue su paso por el Fancine, donde esta pequeña producción canadiense logró los premios a la mejor película, el mejor guión y el mejor protagonista masculino.

El apartado técnico de la película es muy correcto. El juego de las puertas es muy ingenioso y está sutilmente bien resuelto; es como un laberinto que entremezcla, con astucia, pasado, presente y futuro – lo que nuevamente me trae a la mente a Dickens – , y que no se corta un pelo en cuanto a mala leche se refiere. La terapia que plantea Cruel and Unusual resulta muy eficaz; pero gran parte de su éxito recae en la empatía que logran sus personajes, interpretados por un reparto sublime, sobre todo por parte del lado oscuro de las almas quejumbrosas, destacando a un más que correcto Richmond-Peck y a secundarios memorables como el cabrón de Michael Eklund – como siempre haciendo lo que mejor sabe: convertirse en la principal atracción de la película – o la sexy Michelle Harrison. Más irregular es la aportación de las victimas, cuya participación, en ocasiones, está cogida por pinzas y desgraciadamente no llegan a despertar el interés y el cariño de los malos de la película, que son las aunténticas estrellas del film.

En resumen, y por si no os había quedado claro, ni se os ocurra perderos Cruel and Unusual porque es realmente buena. Una historia de redención, castigo y arrepentimiento dotada de un aroma dickensiano que no dejará indiferente a nadie. Obra de culto se mire por donde se mire. Un altamente recomendable con letras mayúsculas. Esperemos que lo largo del 2015 el público la coloque en el pedestal que se merece.