Out of the dark

Poco misterio en este caso… La película que traigo hoy muestra sus cartas desde el minuto 3: un grupo de niños espectrales, que pueden resultar letales, deambulan por una parcela en mitad de la espesura colombiana. Como suele pasar en estas historias el cómo han terminado allí y que es lo que buscan será el pretendido motivo de suspense y el motor de la acción; sobre todo cuando la vida de otra niña, hija de un matrimonio norteamericano que ha alquilado la casa, corra peligro y la resolución del enigma, a contra reloj, se antoje como el único remedio para traerla de vuelta a la normalidad. Por desgracia las respuestas, a poco que el espectador preste atención y tenga experiencia en estas lides, saltarán a la vista. Una historia típica, con una dirección cargada con los convencionalismos del género que pasará sin pena ni gloria por nuestras retinas y nuestras neuronas pero que contiene, no obstante, algunos elementos interesantes para los incondicionales del género que trataremos de indicar en estas líneas.

Sarah (Julia Stiles) acude a Colombia junto a su hija y su marido Paul (Scott Speedman ) para ayudar a su padre (Stephen Rea) en la dirección de su empresa papelera. Se alojan en una villa colonial , preciosa en apariencia, habitada por la presencia de unos extraños niños. Mientras el matrimonio va haciéndose a su nueva vida y conociendo la sórdida historia local, estas presencias parecen acosar, cada con más fuerza, a la más débil del grupo: la pequeña hija del matrimonio Hannah (Pixie Davies). Anclados en su pragmática mentalidad moderna, les resultará muy difícil asimilar que lo que está ocurriendo traspasa los límites de lo explicable de manera racional y que sus vidas corren peligro…

Out of the dark es una producción colombiana, que cuenta también con participación española, pensada para su distribución internacional; para ello cuenta con un reparto de actores norteamericanos populares (al menos en algún momento lo fueron) y la práctica totalidad de las líneas de diálogo son en inglés. También norteamericanas son las maneras de rodar las escenas: los planos y secuencias de la cinta funcionan muy bien en la parte dramática pero cuando se trata de construir momentos de terror destilan un tufillo a plato recalentado, a algo ya visto y por tanto sumamente predecible, que le resta interés. La forma en la que los entes ocupan el espacio de la familia y su aspecto tétrico nos pueden remitir en ocasiones al cine de Balagueró o al de Guillermo del Toro, y si la cinta hubiese cargado más las tintas en las apariciones y en la amenaza para los vivos seguramente lo habría hecho más… Pero desgraciadamente, bajo esta forma de hacer, se esconden pocas pretensiones de asustar de verdad y muchas ganas de agradar al público menos receptivo a los escalofríos, por lo que, entrados en faena, nos despreocuparemos por el destino de los más inocentes de la trama pues intuiremos que nada malo puede pasarles…

Junto a la trama actual corre en paralelo una leyenda local que nos recordará a la cinta de Carpenter La niebla. Los guionistas pierden la oportunidad de seguir por el palo de éste clásico y se decantan, desgraciadamente, por una historia más tradicional de aparecidos. Digo desgraciadamente porque los espectros de esta cinta son visualmente escalofriantes y se les ha sacado muy, muy poco partido. Este cuentecillo de terror, junto a la historia principal, hablan de la explotación y abuso de la colonización y de la ayuda a las zonas más desfavorecidas del planeta. Una relación nada equilibrada, abusiva, violenta y dolorosa, sobre la que se han forjado las grandes fortunas y empresas occidentales… pero nuevamente la cinta quiere gustar y entretener y pese a una sólida cimentación pasa de entrar a cuchillo en este espinoso asunto, tal vez también por contar con capital español, y le da una insatisfactoria lectura superficial.

En cualquier caso Out of the dark cuenta con buenas interpretaciones por encima de la media de lo que nos proporciona el terror por lo general. También, pese a algún que otro efecto especial mediocre, entra por los ojos con bastante agrado y su localización es exótica y atractiva. Lo predecible de su historia tampoco se hace demasiado crispante, así que los incondicionales del género y los que no tengan nada mejor que ver pueden invertir su tiempo en este título, sabedores de que se mantendrán mediocremente entretenidos.