Nocturna 2015, según Carlos Cubo

Nocturna. O en su nombre oficial Nocturna Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid. Por las calles madrileñas esperábamos con ansía un certamen de este tipo, un poco hartos de tener que viajar siempre a Sitges para ver películas de género de difícil distribución, invitados de culto y pasar un buen rato entre birras con amigos. Y aunque el citado Sitges, o en su nombre oficial Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, sigue siendo el buque insignia de los festivales en el país, Nocturna ha dado un paso adelante en este, su tercer año, que no por nada ha sido el más exitoso, con mayor afluencia tanto de espectadores como de medios. Y por supuesto, con algunos invitados de lujo que se han portado genial con nosotros: Robert Englund, Lamberto Bava y Alexandre Aja. Otros que se dejaron ver por allí fueron conocidos nacionales como Macarena Gómez, Caros Areces, Paco Plaza, Elena Furiase, Nacho Vigalondo, Alex De la Iglesia o el ilustrador Javier Trujillo, que, o bien formaban parte del jurado o presentaban película, o corto, o todo a la vez. A ellos se unieron otros nombres ascendentes en nuestro cine, como Miguel Ángel Vivas, Sergio Morcillo, Víctor Matellano, Marta Flich, Jimina Sabadú y Paco Manzanedo, entre otros. Aparte de los principales responsables de todo esto, que vienen a ser La Cruzada Entertaiment en colaboración con Scfiworld, con José Luis Alemán, Sergio Molina y Luis Miguel Rosales al frente.

¿Cuánto dio de sí esta tercera edición? Pues mucho. Como dije, el festival está creciendo. Muchos medios importantes/populares se acercaron a cubrirlo y la presencia de invitados entre míticos, famosos y famosetes era ininterrumpida. Un pequeño Sitges que, con los años, puede ser muy grande.

El primer día sirvió para ir conociendo todo el tema de la acreditación, un tanto lioso entre hotel y cine, aunque finalmente mucho más sencillo de lo que me explicaron. Vaya, que con presentarte en la zona de merchandising del Palafox servía para recibir tus entradas reservadas. Cosas de la novatada, pues es el primer año que cubro el certamen. Una vez solucionado, tocaba disfrutar con las películas de la tarde. El pistoletazo de salida lo daba Indegenous, y la cosa no pudo empezar peor. Un infame mojón que viene a ser una mezcla entre The Descent (2005) y Turistas (2006), quedando en cuanto a resultados más cerca de la segunda, obviamente. Un survival tonto, sin ritmo y con menos sorpresas que un discurso político; Corremos un tupido velo y nos cambiamos de sala para ver que nos depara la más prometedora Another. Segundo error. Si la anterior provocó bostezos, la que nos ocupa provocó encabronamiento mayúsculo. La mejor forma que se me ocurre para describir tal engendro, es coger el Lord of Salem (2012) de Rob Zombie y multiplicar su parte más etílica por diez. Droga dura, amigos; Afortunadamente, nos quedaba una oportunidad de redención con la sesión golfa, que nos traía el slasher Lost After Dark. Y si bien es olvidable, durante sus noventa minutos proporciona un entretenimiento ochentero bastante digno. Una declaración de amor, no sin cachondeo, tanto al slasher adolescente más básico como al grindhouse. Cine basura con encanto y la estimulante presencia del eterno T-1000 Robert Patrick, en un rol secundario. Con Lost After Dark, su gore guarro y sus clichés de los ochenta, terminó lo que el lunes nos pudo dar.

Lost After Dark

Claro que, el martes empezó el día con fuerza. Me sucedió una de esas cosas que rara vez pueden sucederte. ¿Qué posibilidades había? ¿1 entre 100? ¿1 entre 1.000? El caso es que salí del hotel y me di de bruces con Robert Englund… ¡El mismísimo Freddy Krueger estaba delante mía! Y para mí solito, sin fans alrededor, ni periodistas, ni guardaespaldas… Éramos él y yo. Me temblaron las piernas unos segundos y me lancé a saludarlo. Un sueño hecho realidad. Uno de mis ídolos y, por lo que parece, también muy buen tío. Robert sabe que se debe a sus fans y lo refleja en su trato, como buen profesional. Ya podrían tener algunos “don nadie” de nuestras tierras esa humildad para con los seguidores/prensa… Que cada uno piense en los nombres que quiera; La mañana mágica no terminaba aquí, sino que estaba a pocos minutos de continuar en la salita de la FNAC en Callao, lugar elegido para dar las ruedas de prensa y ofrecer variados eventos relacionados con el festival. Allí esperaba otro de mis ídolos. Actual, eso sí. Aún no es mítico y no se si lo llegará a ser, pero hoy por hoy es uno de mis cineastas favoritos: Alexandre Aja. El director de *Alte tensión (2003) y las Las colinas tienen ojos (2006) llegó a Madrid para presentar la correcta Horns, que aunque de forma tardía, acaba de tener estreno comercial en España y fue la responsable de la inauguración. Robert y Alexandre recibieron los premios Maestro del Fantástico y Visionary Adward, respectivamente.

La tarde/noche del martes guardaba dos películas: Dark Was the Night y el reencuentro con la grandísima Pesadilla en Elm Street (1984). De la primera poco (o nada) bueno que decir. Otro tostón intragable, rodada con una frialdad pasmosa, personajes insulsos y una trama inexistente. ¡No pasó nada en toda la jodida película! Pero nada eh. Se supone que hay un monstruo, un Wendigo de criatura mitológica que anda por un pequeño pueblo poniendo en jaque a la policía. Pero ¿dónde carajo se mete? ¿Por qué tenemos que aguantar durante algo más de noventa minutos las relaciones estrafalarias entre los personajes sin una pizca de acción y/o tensión?; Afortunadamente llegó la hora de ver en pantalla grande Pesadilla en Elm Street, con la presencia de Robert Englund para recibir su premio. Fantástico, como siempre. De la película poco se puede decir que no se haya dicho cientos de veces. Verla en pantalla grande debería ser tarea obligatoria para todo fan de la saga y del género. Eso sí, siempre he preferido la tercera.

Miércoles. Bien, en el centro de la semana, decido hacer un descanso. Sin faltar durante la mañana a FNAC para visitar, de nuevo (si, qué pesado soy) a Robert Englund. Esta vez, pasando calor y empujones en una rueda de prensa en la que todavía no entiendo cómo no se produjo ninguna baja por lipotimia. Al menos, conseguí que me firmara el bluray de Pesadilla en Elm Street, algo que hace olvidar todo ese calor y todos esos empujones.

It Follows

¿Dije que me tomaba el miércoles de descanso? Era la idea, pero entre hamburguesas y cervezas terminé asistiendo a lo que, nos avisaron, era una Premiere Mundial. Así, en una sala medio vacía, con la morriña de la barriga llena, empezó June. ¿Qué es esto? Pues otra peli de niña peligrosa, en este caso por culpa de unos poderes sobrenaturales. Suena a Carrie (1976), pero nada más lejos de la realidad. En realidad hay un rollo satánico de por medio. Se puede ver, conclusión a la que llegué tras no quedarme dormido en tan inadecuadas condiciones. Se olvida rápido, pero no molesta. Y qué coño, sale Casper Van Dien llorando… ¡y no lo hace nada mal!; Después de una siesta, llegó la sesión más esperada (clásicos aparte) del festival, para mí y para muchos: It Follows. La película de terror indie que está sorprendiendo en medio mundo. Sala abarrotada, no era para menos. Al finalizar, muchos aplausos. Algún que otro decepcionado, pero me atrevería a decir que un noventa por ciento de la sala disfrutó con esta pequeña joya que huele a clásico del género y de la que es mejor no contar mucho por aquellos que la tengan pendiente. Únicamente, que refresca el slasher adolescente con una tremenda banda sonora ochentera y una Maika Monroe que enamora.

El jueves decidí tomarme el día tranquilo y prepararme para la noche. Me perdí la sesión temprana de la que luego se convirtió en la peli del festival, Liza and the Fox Fairy, pero es que pocos se esperaban tamaño éxito. La que no me perdí fue Exeter, la nueva del director Marcus Nispel, esta vez relativamente apartado del mainstream, y que, sorpresa, me hizo pasar un buen rato. Una pequeña sorpresa sobre cine de exorcismos, en clave paródica y salvaje. Descacharrante por monentos, este Night of the Demons meets Evil Dead fue un buen aperitivo para la sesión golfa: Headless. ¿Recordáis Found (2012)? Si, aquella excelente película sobre un niño que sufre acoso escolar y se refugia en las pelis de terror. Pues bien, esto es un spin-off con el siniestro personaje psicópata que aparecía unos minutos en aquella. Y ojo…¡no es lo mismo! Aviso porque, más de uno puede llevarse un susto. Estamos ante un regreso al ultragore más sucio, sin historia y con un ritual que no deja de sucederse durante noventa minutos: canibalismo, vejaciones, necrofilia… Sin duda, un festín para los amantes del cine más enfermizo. El resto, abstenerse.

Headless

Llegó el viernes, que se presentaba como el día más largo del festival para el aquí firmante. La mañana empezaba con visita a FNAC para la rueda de prensa con Lamberto Bava, y de paso, que me firmase un ejemplar de la genial Demons (1985). ¿Qué sucedió? Pues que, una vez fuera de casa, me di cuenta de un error garrafal: olvidé el DVD. Intenté comprarlo por los comercios cercanos, no hubo manera y mi momento de suerte fue encontrarme con Fran Chico, presentador, junto a Angelo Khelmani, del podcast Holocausto Zinéfago, que me regaló el librito que acompaña una edición especial. Además, durante la rueda de prensa, cuando mi brazo sujetando la cámara no daba para más, llegó la ayuda de Serena Iniesta Toledano, que a los amantes del cine Cannon seguro que les suena por haber colaborado en el libro Cannon, la generación del videoclub, y la segunda parte de inminente venta. Gracias a todos.

Las películas elegidas para el viernes fueron dos reencuentros: La noche de Walpurgis y la citada Demons. Y dos novedades, Vampyres y Bunny the Killer Thing. Por partes.

Pese a que no considero La noche de Walpurgis (1974) entre lo mejor del gran Paul Naschy con su personaje Waldemar Daninsky, su proyección sirvió, además de para poder verla en pantalla grande, para dar homenaje y aplausos al mito de nuestro cine de terror; El reencuentro con Demons era otro asunto. Más que nada, porque se trata de una de mis pelis favoritas y un placer culpable en su versión optima, lista para disfrutar en un cine hasta arriba de entregados fans. ¿Lo malo? Pues la copia que pusieron. Subtítulos y formato horrendos. Se les perdona por la entrega de un ocurrente y nostálgico regalo, en forma de entrada de los cines Metropol para asistir a una misteriosa proyección; Llegaba el turno de Vampyres, lo nuevo de Victor Matellano tras la fallida Wax (2014), ahora también con la participación de nuestro amigo Sergio Morcillo y de nuevo con rostros míticos del fantástico y el terror como Lone Flemming o Caroline Munro en el reparto. A ver, se nota un paso adelante respecto a la anterior. Más ritmo, mejor puesta en escena, acertadas escenas gore… pero se queda a medio camino de lo que pretende. Una puesta al día de Las hijas de Drácula (1974) a la que lastra un guion que pierde sentido por momentos; Nos quedaba la sesión golfa, que ya avisaban delirante, con Bunny the Killer Thing. Y eso es justo lo que nos ofreció. Un delirio tremendamente divertido y macarra, con un hombre conejo de pene gigante en busca de agujeros para introducirlo (¡!) Bizarra aportación del sueco Joonas Makonen, que consiguió risas y fervor en la sala. Muy recomendable para ver con amigos y (mucha) cerveza.

Bunny the Killer Thing

Aunque sábado y domingo todavía quedaba algo de festival, se puede decir que terminó para mi. Salvo por un asunto pendiente, la revisión de Reanimator (1985). Y salvo un desconcertante inicio en el que tuvimos que ver repetida la misma escena unas diez veces, en varios idiomas y subtítulos, por fin se hicieron con la proyección y pudimos disfrutar de una de las mejores películas de Stuart Gordon.

Cierro esta crónica, con ganas de que llegue 2016 y Nocturna nos ofrezca su cuarta edición. Sin olvidarme de mencionar a grandes personas que pude conocer y con los que espero repetir sesiones y cervezas: Alberto Pérez Segura, Ara Molina, Daniel Luis López, Oscar & Marta Villalta, Bruno Molina, Jose Antonio Diego Bodajo, Pau Crishal, Patricia Barragán, Sergio Morcillo, Serena Iniesta Toledano, Fran Chico, Angelo Khemlani, Antonio Montesinos, Daniel Romero, Txemita Gil, Esperanza Misma, Jesús Pamplona, Gorka Martín-Curto y unos cuantos más, que seguro se me olvidan pero merecen estar en este párrafo. ¡Hasta la próxima!