The dude bro party massacre III

Si no has degustado los estúpidos films de terror de Charles Band, alucinado viendo cintas como Terrorvision o Frankenhooker (conocida en estos lares como “Frankenputa”) o la saga de El vengador tóxico, o Festín sangriento; si no te measte de risa con el delirio británico de Baño de sangre en la casa de la muerte, o no te has tragado de principio a fin bochornosas copias de los Gremlins como los Munchies o Ghoulies, es posible que no le encuentres el punto a este film… Pero aún así yo que tu le daba una oportunidad a The dude bro party massacre III, sobre todo si eres de risa fácil, pues nos encontramos ante una gamberrada, de tamañas dimensiones, cargada de humor grueso y gore casposo que hace honor a las cintas mencionadas y a todas aquellas producciones, de ínfimo presupuesto, que tenían como único y sano objetivo hacernos pasar un buen rato sin preocuparse demasiado de la coherencia argumental o del buen gusto.

Con el único fin de descubrir al asesino de su hermano gemelo, nuestro protagonista, Brent (Alec Owen), se infiltra en la hermandad universitaria del difunto y decide salir con ellos a una alocada excursión. Uno a uno, los miembros se irán enfrentado a “Motherface”, archienemigo de la hermandad, a la que creían muerta de las anteriores entregas de la saga. En esta ocasión “Motherface” parece conocer muy bien las flaquezas de cada una de sus víctimas y termina con ellos de la forma que más les amedrenta.

Planteada como la tercera parte de una saga confiscada por el gobierno de Reagan, la copia que se nos muestra es el resultado de una grabación, en VHS, de su última emisión en un canal local de Minnesota. Por ese motivo, la película se verá truncada por pausas de publicidad, fragmentos de teletiendas vergonzosamente reales y por los clásicos drops de video analógico. También la calidad de la imagen será muy deficiente y algunos colores rebasarán sus contornos… Por último el formato de imagen será en 3/4 en lugar de 16/9. Un look casposo y viejo que se verá acentuado por unos efectos especiales intencionadamente artesanos (atención a las escenas submarinas) y una banda sonora ochentera en el peor sentido de la palabra. El resultado es encantadoramente retro y llenará de nostalgia a aquellos que , como este que suscribe, tenía su estantería plagada de grabaciones de la tele y copias de sus películas preferidas.

Dirigida a tres bandas y escrita por un buen grupo de monologuistas y cómicos americanos curtidos en las webseries y cortos, The dude bro party massacre III es un compendio de gags hilados por una trama absurda, plagada de humor sexista (con tintes claramente homoeróticos) y situaciones que, de puro tonto, terminan por sacarte más de una carcajada. The dude bro party massacre viene a sumarse, con buen acierto, al revival del cine con look y aroma de los 80 de cintas como el grindhouse del tándem Rodríguez-Tarantino y de películas tipo Lost after the dark o Headless… Tal vez la gran diferencia es que, en ningún caso, pretende transgredir la época a la que remite ni jugar con sus reglas básicas, sino que su única pretensión es la de parecer, exactamente, un film redescubierto de los 80 con todo lo bueno, pero también todo lo malo que ello conlleva.

El arranque contiene una buena colección de muertes y sangre que resume los mejores momentos de sus entregas anteriores (algo de agradecer pues en los cinco primeros minutos sabes si entrarás o no en el juego que te ofrecen); pasada esa introducción y como en todos los slashers, la violencia se hace a un lado para presentar a nutrido grupo de personajes y sus absurdas peripecias durante treinta largos minutos tras los cuales “motherface” comenzará su particular purga.

El trabajo de los actores es realmente divertido pero, siendo el tono tan payaso, me resulta muy complicado decir si son buenas interpretaciones o no: lo cierto es que me hicieron reír y las escenas desprenden que lo debieron pasar de lo lindo durante el rodaje. Algo similar me sucede con la calidad de la cinta: No se decidirme si estamos ante una futura película de culto o me sorprendió muy gratamente al pillarme con la guardia bajada… y tendrá que pasar un buen tiempo antes de que me apetezca revisarla de nuevo, así que en este caso vuestro feedback es incluso más importante que en otras ocasiones. Yo por si acaso la pongo por encima de la nota de corte…