Extinction

De Miguel Ángel Vivas ya pudimos ver, en 2010, su película Secuestrados, donde unos ladrones entraban a robar en una casa sembrando el horror, durante su intrusión, en el seno de una familia acomodada. La película no estaba mal, dejaba entrever las ideas y los mimbres de Vivas… Con Extinction, el director español intenta algo más difícil, un survival horror donde prima la parte dramática que envuelve a los supervivientes frente al horror de unos seres similares a los muertos vivientes pero que, en última instancia, nos recuerdan más a las criaturas creadas para la saga Resident Evil por sus movimientos a cuatro patas y su extrema velocidad. Luego veremos más detalles de estos seres, pero toca destacar, en primer lugar, que la película no ha sido bien recibida en términos generales. Quizás se deba a que la trama, a pesar de resultar abiertamente interesante, no profundiza todo lo que debiera acerca del porqué suceden las cosas; además de la indefinición de ciertos personajes de los que apenas se explica nada. Ya se sobreentiende que cuando proliferan los zombis (o infectados) suele ser porque ha estallado una pandemia, o quizás algo similar a una intoxicación masiva; pero a pesar de ello considero que la película hubiera necesitado ofrecer alguna explicación acerca de porqué el mundo se ha ido al traste, convirtiéndose en un lugar glaciar en el que la nieve es el actor principal y el frio el común denominador. Acepto que se vaya rápido en ese aspecto, y que la mayor parte del esfuerzo invertido se centre en la historia que viene a continuación; pero considero que hubiese quedado redondo contar algo más sobre esa supuesta pandemia y extinción del ser humano como tal, mutado, para la ocasión, en bestia asesina.

A partir de aquí me centraré en la historia que cuenta Extinction sin poder evitar algunos spoilers, por lo que quedáis advertidos de ello los que aún no hayáis visto la película. El leitmotiv de Extinction se centra en el drama de tres supervivientes en un mundo dominado por el frio, ocultándose constantemente de las criaturas que acechan en el exterior y subsistiendo gracias a la caza de animales o la recolecta de latas en supermercados o casas vacías. Todo ello siempre más enfocado hacia el drama de la situación en sí misma que hacia el horror que aportan los resucitados. La mayor parte de los conflictos que azotan a estos tres supervivientes tienen que ver con sus propias vidas (la manera en que cada uno de ellos afronta la superviviencia) y las relaciones que se establecen entre ellos, más que con la amenaza que acecha en el exterior.

El enfoque me gustó… Se trata de una película donde los zombis quedan un poco relegados a un segundo plano; donde poco a poco se irán desgranando las sorpresas de ese padre que no es tal o de ese vecino que tampoco es lo que parece; o conociendo más detalles de esa niña que acabará teniendo mucho peso en la trama. Según se suceden los minutos descubrimos que hay un padre junto a su hija, ocultos en una casa fortificada con su verja y sus protecciones; y justo al lado vive otro individuo junto a su perro, igualmente parapetado en una casa fortificada con su verja y sus protecciones. No se hablan entre ellos. Cada uno va por su lado aunque, como veremos más tarde, se conocen…, incluso demasiado. La historia continua con la aparición de una primera criatura, seguida de varias más, hasta ser demasiadas para poder controlar la situación. Hasta ese momento creían que el frio había acabado con los monstruos, pero no era así; en realidad mutaron hacia un estado que les permitiera vivir a pesar de la congelación. Son criaturas ciegas, pero sus oídos pueden captar ruidos y se lanzan hacia ellos con voracidad. Al final tendrán que unirse los tres supervivientes para combatir la invasión, y será entonces cuando veremos quiénes son en realidad y qué parentesco les une.

Contada así la historia, a grosso modo, no parece gran cosa, pero debo reconocer que la película me convenció e incluso me pareció muy emotiva en sus giros dramáticos. Un cuarto personaje, que aparecerá hacia el final de la película, catapultará los sucesos que provocarán que la verdad sobre la identidad de todos los personajes salga finalmente a la luz (algún flashback aislado nos ayudará a comprender todo lo acontecido). Extinction posee un guión bien armado y orquestado, a pesar de ese vacío inicial que nos impide tener alguna información adicional sobre el porqué de la situación que atraviesan los supervivientes.

La dirección de Miguel Ángel Vivas me pareció más que acertada. Una vez comprendes el camino que el director quiere seguir, huyendo de las habituales películas de “horror con zombies”, Extinction nos deja un sólido y efectivo drama postapocalíptico en el que una serie de supervivientes deberán hacer frente a sus propias debilidades y a sus propios secretos, si quieren superar una pandemia que ha provocado que los muertos regresen a la vida. Los que esperen horror y sangre… también tendrán unas buenas dosis de ambas, puesto que la película no escatima momentos violentos e incluso con algunas escenas explícitas de casquería.

Las actuaciones no están nada mal; el trio que conforman Matthew Fox, Jeffrey Donovan y Hana O’ Reilly me pareció compacto y acertado, y la incorporación posterior de la española Clara Lago y su personaje le aportan un punto más de fuerza a la historia. Aunque el suyo pudiera parecer un personaje intrascendente o metido con calzador, no es así; de hecho vendría a suponer el eslabón que falta para que la cadena acabe de girar como debe.

Extinction es una película española que ha sido destrozada por una parte de la crítica que no ha querido ver sus virtudes y se ha cebado en sus defectos - que los tiene – . Se trata de una película singular, distinta, perteneciente al género de terror pero muy enfocada al dramatismo humano de la situación, alcanzando, incluso, algún momento de lágrima floja. No sé qué esperaban quienes la han criticado con cierta virulencia. No sé qué querían ver, pero yo tranquilamente les digo que si querían ver una españolada haber optado por una de Torrente y dejen de joder el cine español de calidad de una vez por todas. Que Extinction tiene errores… sí, lo sé, los he visto. Incluso situaciones algo absurdas, momentos no tan inspirados o directamente nada inspirados; pero en cualquier caso no son errores de bulto que me sirvan para reventar la película con palabras malsonantes. No son suficientes para tildar Extinction de porquería. Se trata de una película muy aceptable que deja buenas sensaciones.

Rodada en inglés, contando con actores anglosajones que habitualmente ejercen de secundarios en películas o series de primer nivel con el objetivo de asegurarse una buena distribución fuera de nuestras fronteras, Extinction tampoco ha tenido suerte, a nivel crítico, en el extranjero, donde ha recibido algún que otro varapalo considerable. Personalmente me ha parecido una película recomendable. No esperéis una película de terror típica y tópica, porque entonces sí os podéis llevar una desilusión muy grande. Faltó profundizar algo más en el orígen de la situación que se nos presenta al inicio de la película y pulir un final algo abrupto, pero el resto vale mucho la pena.