Momias y Embalsamados

“Momias y Embalsamados” es la constatación del buen estado que vive el género fantástico dentro de la literatura española. Mientras las grandes editoriales todavía se acercan al género de forma confusa, medida y cuadriculada – de ahí el gran número de reediciones y la apuesta sobre seguro mediante premios de dudosa reputación –, las editoriales independientes están cubriendo al aficionado con un abanico de posibilidades, la gran mayoría de origen autóctono, con el que jamás antes soñamos. Así, desde el auge de nuevas perspectivas fantásticas como el steampunk o el género fosco, pasamos por el terror o la ciencia ficción más clásica en las frecuentes antologías auspiciadas por blogs y portales; incluso la literatura popular, o “pulp” si lo prefieren, pone la guinda del pastel con la recuperación de viejos formatos como el bolsilibro para deleites de los amantes de la novela negra, las aventuras exóticas o las fusiones imposibles, como por ejemplo el “western horror”. Y una muestra de ese atrevimiento, enarbolado por los jóvenes y pujantes editores de hoy, sería la pequeña antología de la que quiero hablarles, el trabajo debut de una editorial que seguro dará mucho que hablar en el futuro más cercano: Editorial Hermenaute, la orgullosa y sana hija de Lluis Rueda (escritor, crítico de cine, director del fanzine “Judex” y lo que le echen).

Como indican su título y atractiva portada ilustrada por Alberto Rodríguez Modolell, estamos ante una colección que retoma el gusto por el universo de horror creado alrededor de la figura icónica de la momia, “personaje” de la mitología popular, y de la historia del hombre, capaz de evocar exóticos lugares y macabras maldiciones. Como el propio Lluis indica: “Ver a un vampiro o un hombre lobo no es probable. En cambio, si uno se da un paseo por el Brithis Museum o el Museo Egipcio de Turín, tarde o temprano dará con una momia real en todo su esplendor”. Sin embargo, la gracia de esta antología de siete relatos radica en la capacidad para alejarse, de forma extrema, de los tópicos asociados a las maldiciones egipcias. Esa imagen común que todos tenemos gracias a las mediáticas excavaciones realizadas a principios del siglo pasado por Howard Carter y la famosa interpretación de Karloff en el clásico imperecedero “La Momia” (Karl Freund, 1932), son dinamitadas en “Momias y Embalsamados” a través de una aproximación que en los últimos años se ha optado por llamar “Weird Horror”, del que tenéis una representación sesgada en castellano merced a la novela “El rito” (Laird Barron) y las antologías “Alas Tenebrosas” y “Una temporada en Carcosa” (Ed. Valdemar). Más allá de maniqueas etiquetas, que sólo sirven para confundir y menospreciar la versatilidad de cada autor, la primera obra de Hermenaute viene a cubrir un importante hueco dentro del panorama fantástico, pues pocas son las obras editadas en nuestra lengua que ahonden completamente en el terror embalsamado. Me vienen a la memoria “La Maldición de la Momia”, otra antología de Valdemar; “Ramses, el condenado” de Anne Rice, aunque no lo recomendaría actualmente; o “Las ciudades de los muertos” de Michael Paine, una novelita olvidada pero de obligada lectura. Pero, como decía, no estamos ante una recopilación de historias de momias al uso, lo que le aporta un doble valor, por no hablar de que es la única colección compuesta de forma íntegra por autores españoles.

Entonces, si en la variedad está la diversión, aquí tenemos un fiestón por todo lo alto, pues los autores han contado con absoluta libertad creativa de forma que todos los palos del terror moderno, ajeno a ataduras estilísticas, han sido reflejados en mayor o menor medida. ¿Cyberpunk extremo? ¿Terror costumbrista? ¿Horror onírico? ¿Weird Western? Siete visiones desprejuicidas que podemos etiquetar como deseemos y nunca lograríamos sintetizar su agradecida riqueza.
Sin embargo, no sólo es el contenido lo que se nos vende, de nuevo recalco la estupenda portada, con una sugerente momia/Marilyn Monroe que hará replantearnos el pecado oculto tras la necrofilia, y la fantástica calidad de la edición, sencilla dentro de los estándares en que se mueve la producción independiente, pero lograda y con el detalle de establecer ese viejo sentido de “colección”, pues “Momias y Embalsamados” es el arranque de la línea “Caronte”, la serie dedicada al terror dentro de Hermenaute. En tiempos donde a veces la recuperación de formatos asociados al “pulp” (por ejemplo, los “bolsigrapas”) muchas veces aluden a la falta de recursos de los editores, Lluis le ha dado un aire muy profesional a esta colección: portada con solapas, satinada mate, papel ahuesado con una estupenda maquetación y un pequeño prólogo, de mano del propio Rueda, para ubicar todavía mejor al lector. Más allá de alguna pequeña errata, y de la cual yo soy el mayor responsable, el adjetivo más adecuado para la edición sería sobresaliente. ¡Enhorabuena! Esperamos que su próximo trabajo, “Carnaval de Sangre” (un ensayo sobre el Circo dentro del cine de terror), tenga el mismo acabado.

Pero, ¿qué contienen estos siete sarcófagos, convenientemente apilados en el Museo de Curiosidades Hermenaute?

El Señor de la Nada, de Víctor Blanco

Una expedición al desierto de Atacama se convierte en un descenso a un infierno donde la sed es el último de los problemas.
Un relato muy bien escrito que te deja sediento y al que sólo le reprocharía un final ligeramente anti climático. Eso sí, el factor momia es uno de los dos más aterradores de toda la antología, descrito con un acierto escalofriante propone una escena final difícil de olvidar.

Cuerpo de niña, de Daniel P. Espinosa

El futuro es un erial de adictos a la conexión salpicado por pequeños corpúsculos de poderosos con peores aficiones todavía. Malos tiempos para un embalsamador que nos narrará una historia no apta para estómagos sensibles.
Probablemente la historia más retorcida, directa al estómago. Usando un entorno “cyberpunk”, Daniel nos propone un viaje de culpabilidad y obscenidad escrito con fuerza pero quizás lastrado por las limitaciones del subgénero en que se encuadra, sensiblemente predecible.

En el nombre del musgo, de Jesús Gordillo

La posguerra española guarda demonios peores que los de la lucha armada. Una taberna de Castilla guarda una sorpresa para nuestro protagonista, el cual, con los huevos bien puestos no le tendría respeto ni al mismísimos Lucifer.
Esta historia de horror costumbrista es a mi juicio la mejor escrita de toda la antología, con una prosa cuidada y llena de matices, nos adentra en un cuento macabro donde lo de menos sería la amenaza sobrenatural; lo que nos hace disfrutar de verdad es Sebastián, su aguerrido protagonista.

Papel Maché, de Luis Guallar

La casa de la risa donde trabaja el viejo Sammy, adicto y vago profesional, guarda un misterio del pasado que volverá para poner en solfa a nuestro aterrorizado protagonista. ¿Hay algo más siniestro que una oxidada atracción de feria?
Guallar se decide por un formato tradicional, pero eficaz, para narrar una historia con regusto clásico, muy de serie B, que está narrada con mimo y cuidado. Quizás, como heredera de “Historias de la Cripta” sepamos de antemano el final, pero el viaje, como el realizado a través cualquier pasaje del terror, es una experiencia llena de risas y chillidos. Una momia fosforescente que me ha dejado aterrado.

Carcasa, de Jorge P. López

¿Pesadilla? ¿Terapia? ¿Interrogatorio? Un joven amnésico y lleno de culpabilidad se enfrenta a las preguntas de un enigmático psiquiatra para descubrir la verdad de lo que pasó durante aquella trágica noche en el hotel.
Estamos ante un relato de terror onírico fabricado por el que suscribe en formato dialogo; un extraño cuento de múltiples interpretaciones. Espero que os guste, si así es, podéis encontrar más paranoia en mi Cuervología Nº 13.

Descenso a Duat, de Guillermo Tato

La obsesión de un periodista frío y calculador por encontrar a un asesino antes que la policía le llevará al descubrimiento de un submundo donde le estaban esperando.
Terror con toques alucinógenos donde quizás encontremos la prosa más floja de la colección. No es que el estilo directo de Tato sea un problema, como ya comenté en la reseña de su novela debut (“El Torreón de las Muñecas”), lo es el defecto de una aliteración peligrosa. ¡Ojo! Nada que impida disfrutar de una “bonita” historia macabra.

Expedición Newton-Jenney, de Lluis Rueda

La expedición a las Colinas Negras de 1875 en busca de oro, con la famosa Calamity Jane como miembro, da lugar a una interpretación muy libre de leyendas y misterios donde las momias demuestran estar bien afianzadas en el Nuevo Continente.
Relato preciosista que se apoya en hechos históricos para, en muy pocas páginas, compaginar western con horror sin despeinarse. No sólo por su calidad técnica, más bien por la presencia de vívidos personajes apoyados en sólidos diálogos, se trata de un cuento que cierra con mucho acierto la antología, ahondando en esa vertiente inexplorada de la ficción literaria con momias de por medio.

PUNTUACIÓN: 3.5/5

Diversión: 3
Terror: 3
Gore: 2
Originalidad: 4

EDICIÓN:

Páginas: 190
Formato: Rústica con solapas. Interior papel ahuesado (80gr.).
Año de edición: 2015, Ed. Hermenaute
Precio: 13,99€ (compra online)

Lo mejor: ¿Componer siete cuentos de momias sin ni siquiera ecos egipcios? ¡De locura!

Lo peor: Su extensión, muy breve.