Las 50 Almas Oscuras del siglo XXI...

Ojo, lo de “… según Carlos Cubo” no es un ataque de ego ni nada parecido. Simplemente, quiero que quede bien claro que este artículo, esta lista, es la opinión subjetiva de un miembro del equipo de Almas Oscuras. Ni más ni menos. Y pese a que estoy seguro que muchos compartiréis gran parte de la opinión, seguro que otros no, con mucha, poca o sólo un par de películas. Así que, esto no es una guía sobre las 50 películas imprescindibles que debes ver si no lo has hecho ya. Esto es la lista, y no completa, de lo que el que suscribe, en los momentos de confeccionarla, más disfruta dentro de lo visto durante este siglo XXI. E incluso para mí, es una lista, como cito, incompleta, porque seguro que si empiezo mañana a hacerla de nuevo, quitaría varias y las sustituiría por otras que olvidé. Lo que está claro, es que las que están, para mí lo valen. Y si para tí también, y de algún modo te sirve de ayuda, me alegrará. Y si para ti no, y te molestan las elecciones, también me alegrará, porque se puede crear un sano debate del que saldrán muchas más propuestas.

Psicópatas, monstruos, espíritus, alienígenas, justicieros, venganzas… Niños malvados, animales agresivos, futuros post apocalípticos y otros a punto de serlo… Aquí encontrarás de todo un poco. ¡Qué empiece la fiesta!

1. Déjame entrar (Låt den rätte komma in, 2008)

Me permito copiar unos parrafos de la reseña que le dedicó el compañero Joan Lafulla:

“Por momentos, Déjame entrar provoca auténtico pavor. Su ritmo pausado, lánguido y gélido (que posiblente no esté al alcance de todos y llegue a provocar algunas deserciones), contribuye a crear una atmósfera de auténtico desasosiego que se rompe, de forma puntual, por unos acongojantes impactos de horror (los ataques de la niña vampiro y los rituales asesinatos de su padre adoptivo) que encuentran su punto álgido en dos secuencias de antología: el momento en que Eli entra en casa de Oskar sin que éste la haya invitado (con las consecuencias que se derivan de ello), y sobre todo, la escena de la piscina en la que Eli da buena cuenta de los chicos que solían acosar a Oskar. Poesía y horror a partes iguales. Sin duda, la mejor escena del año.

Siempre he creído que catalogar una película como obra maestra es un innecesario ejercicio de futilidad. Demasiada presión. Demasiadas expectativas creadas. Sin embargo me atrevo a señalar “Déjame entrar” como la mejor película en lo que llevamos de año, y no sólo en cuanto al género de terror se refiere”.

La mejor película de vampiros de la historia. Esto lo añado yo.

2. Donnie Darko (Donnie Darko, 2001):

Esquizofrenia, viajes en el tiempo, estupidos disfraces de conejo y estupidos disfraces de humano. La delgada línea que nos divide entre el miedo y la realidad, la fantasía y la experiencia vital más cruda. Seguramente Donnie Darko signifique cosas diferentes según la persona. Hay variadas teorias al respecto. Pocos saben, o creen saber, todo lo que esconde en su intrincado guión. Lo que yo, particularmente, sí entiendo, es que estamos ante una obra maestra. De esas de sentarte y disfrutar. ¿Entender? También, pero poco a poco, paso a paso, con más visionados. Una experiencia hipnótica, que se convirtió en culto desde su estreno en cines minoritario, hasta hacerse grande con el boca a boca posteriormente. Y ahora, un clásico en boca de muchos. Se seguirá hablando de ella con el paso de los años, no os quepa duda.

3. Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead, 2004):

Vale, la de Romero es genial y parte de la historia del cine de terror y de zombis. Pero lo que hizo aquí Zack Snyder es de un nivel superior. De hecho, me sigue pareciendo la mejor película de zombis jamás realizada. Desde la puesta escena hasta las intérpretaciones, pasando por el ritmo frenético, los guiños (geniales Tom Savini y Ken Foree en agredecidos cameos) hasta llegar a unos FX brutales. Un remake de y para fans, que no oculta su alma de serie B de calidad, y que incluso funciona en su actualización al “zombi rápido”, creando mucha inquietud y mayor amenaza. Cierto que la acida crítica social de Romero aquí se diluye en favor de la acción y una trama más concisa y dinámica. Ojo con los primeros quince minutos, que se encuentran no sólo entre lo mejor del cine de zombis, sino entre lo mejor del cine. Ahí lo dejo.

4. La niebla, de Stephen King (The Mist, 2007):

Del miedo no puede escapar ningún ser humano. Y el miedo puede llegar de muchos sitios, ambitos, seres reales o imaginarios. Incluso de una niebla. ¿Qué oculta la niebla? ¿Qué ocultan las personas que te rodean en el habitáculo en el que te has quedado para defenderte, o esconderte. El miedo lleva a la violencia. A lo radical. A las malas decisiones. ¿De verdad el mayor peligro está fuera, en el interior de la niebla? Una de las mejores adaptaciones de King al cine. Y al igual que en El resplandor de Kubrick, con un final diferente. Y qué final, amigos… Una delicia.

5. Los renegados del diablo (The Devil´s Redjects, 2005):

Cerró el sensacional díptico iniciado por La casa de los mil cadaveres, superándose en todos los aspectos. Enfermiza, bruta, con una puesta en escena plagada de hallazgos y un final de esos que quedan en la retina. Rob Zombie se puso el listón muy alto con esta insana obra de culto y delicatessen para fans del horror setentero y ochentero, del cine de psycho-killers y de los personajes bizarros. Aquí no hay buenos. El mundo de Zombie está lleno de gente mala luchando entre sí, y de ahí, ningún vencedor puede ofrecer un final feliz. Pero creedme, gane quien gane, nosotros ganamos.

6. Oldboy (Oldeuboi, 2003): La trilogía de la venganza de Park Chan-wook alcanza aquí la cumbre de su maestría. La violencia y el dolor convertidos en la más bella poesía. Tremendas interpretaciones y una banda sonora que te eriza cada uno de los pelos de tu cuerpo.

7. Al interior (À l’intérieur, 2007): La mejor película del terror moderno francés, en esta nueva ola de lo brutal y más polémico. Aunque muchos piensan que…

8. Martyrs (Martyrs, 2008): … la mejor y más brutal representante de este cine es esta. Sea como fuere, ambas son imprescindibles.

9. Zombies Party (Shaun of the Dead, 2004): La zombedia por excelencia. Humor inglés de alto voltaje, con Edgar Wright, Simon Pegg y Nick Frost en su cima.

10. La casa de los mil cadáveres (House of 1000 Corpses, 2003): Llegó con tantos problemas que más de uno hablaba de desastre. Nada más lejos de la realidad. Rob Zombie comenzó en el cine con este gran homenaje a las pelis de rednecks chungos. Con una puesta en escena pasional y personajes convertidos ya en icono.

11. Eden Lake (Eden Lake, 2008): La mejor aproximación al cine de jovenes asesinos desde el Funny Games original. Un survival superior, con un final que no se olvida.

12. Mad Max: Furia en la carretera (Mad Max: Fury Road, 2015): La película de acción definitiva. Cine del siglo XXI. La película de 2015. ¿Algo más? Pues sí, la mejor de la saga.

13. The Descent (The Descent, 2008): La confirmación de Neil Marshall como uno de los cineastas de género más competentes de la actualidad. Pura claustrofobia y tensión.

14. Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, 2006): Alexandre Aja consiguió superar la gran película original de Wes Craven. Un remake modélico, salvaje y estéticamente rompedor.

15. Starry Eyes (Starry Eyes, 2014): Una de las sorpresas de los últimos años. Cine indie de mucha, pero mucha calidad. Banda sonora tremenda. El cine satánico visto desde una nueva perspectiva.

16. Calvario (Calvaire, 2004): Sin tanto nombre, a nivel popular, como otras del nuevo terrorhardcore francés, pero a la altura. Un díficil, casi experimental, survival. Malsano, muy malsano.

17. Encontré al diablo (Akmareul boattda, 2010): Kim Jee-woon, director, y Choi Min-Sik y Lee Byung-hun, protagonistas, en estado de gracia. Uno de los mejores thriller sobre venganza jamás realizados. He dicho.

18. Escupiré sobre tu tumba (I Spit on Your Grave, 2010): Uno de los mejores rape & revenge jamás realizados. ¿El principal logro? Poner el énfasis en una segunda mitad de venganza endiablada. Superiror al original.

19. Alta tensión (Haute Tension, 2003): Alexandre Aja se presentó y triunfó con este salvaje non-stop de gore y, efectivamente, tensión. El final, muy discutible y discutido.

20. Confessions (Kokuhaku, 2010): Hipnótica y adictiva. Un juego macabro en el que vamos avanzado, sorpresa tras sorpresa, hasta su potente final. Una vez más, el cine surcoreano.

21. Hobo with a Shotgun (2011): La recuperación del mejor Rutger Hauer tuvo que llegar dentro de un triunfal homenaje cine Troma. Sublime.

22. Señales (Signs, 2002): La mejor visión intimista de lo que sería una invasión alienígena vista desde el salón de tu casa. Un par de momentos acongojantes y la puesta en escena del otrora genio Shyamalan.

23. Rompenieves (Snowpiercer, 2013): En el futuro, el mundo viaja en tren. Y ese tren, por desgracia, sigue siendo el mundo, tal como lo conocemos. Joon Ho Bong lo vuelve hacer. Un maestro.

24. Redada asesina 2 (The Raid 2: Berandal, 2014): Si la primera nos trajó el mejor cine de acción y artes marciales, la secuela eleva sus logros a un nivel demencial. Es, sencillamente, el sueño de cualquier aficionado.

25. REC (REC, 2007): Y tuvo que llegar el cine español para ofrecernos una de las cimas del mockumentary. Balagueró y Plaza se aliaron y nos apretaron el culo al asiento. El clímax final, tremendo. Lastima que la saga degeneró.

26. El hombre sin pasado (Ajeossi, 2010): La historia de justiciero de siempre, pero contada con la maestría del mejor cine surcoreano moderno. La banda sonora es orgásmica.

27. Irreversible (Irréversible, 2002): La gente salía de la sala de cine en masa. Yo me quedé. Todavía estoy agradecido a Gaspar Noé por los huevos que le pone al cine. Rompedora, te deja exhausto.

28. May (May, 2002): Tan emotiva como oscura, con una espectacular Angela Bettis y ecos del míto de Frankenstein.

29. Dog Soldiers (Dog Soldiers, 2002): La presentación de Neil Marshall es un divertidisimo divertimento sin prejuicios y homenaje al cine de hombres lobo ochentero.

30. La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 2003): Igualar o si quiera acercarse a la original es una utopía. Pero esta matanza es muy digna.

31. John Wick (John Wick, 2014): ¿Quién dijo que Keanu estaba acabado? Así, de pronto, reaparece en plena forma como héroe de acción y justiciero muy molón en esta vibrante peli de venganza, violenta y con una puesta en escena sobresaliente.

32. La cabaña en el bosque (The Cabin in the Woods, 2013): Uno de los bombazos del terror moderno. No por romper taquillas, sino por hacerlo con los clichés, reformulando un género completo con un divertimento sobresaliente. De culto instantáneo.

33. Detrás de la máscara (Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon, 2006): No debería pasar desapercibida. Joyita multireferencial sobre la locura, delante y detrás de la cámara. Con grandes del género.

34. Las últimas supervivientes (The Final Girls, 2015): Uno de los slasher más refrescantes de los últimos años. Aparte, un homenaje a los mismos. Falla la escasa violencia, pero lo suple con numerosos logros visuales y narrativos.

35. Triangle (Triangle, 2009): Las vueltas que da la vida. Te metes en un barco abandonado junto a unos amigos, y todo empieza a dar vueltas y vueltas. Una y otra vez, y mientras disfrutas y disfrutas.

36. The Collector (The Collector, 2009): Salió como un exploit de la saga Saw, y nada más lejos de la realidad. De hecho, es superior en todo a dichas películas, incluyendo la primera entrega. Sin olvidar el gore, ofrece un ejercicio de suspense de altura.

37. 7 días (Les 7 jours du talion, 2010): Una de las mejores, más perturbadoras y reflexivas películas sobre venganza en muchos años.

38. American Psycho (American Psycho, 2000): Lejos de comparaciones con la inadaptable novela, hay algo que eleva la película a lo imprescindible: Christian Bale.

39. The Woman (The Woman, 2011): El director Lucky Mckee da una de cal y otra de arena. Y se agradecen las de cal, sin duda. Tremendo clímax final.

40. Jeeper Creepers (Jeeper Creepers, 2001): Un pequeño clásico del cine de terror desde su estreno, con villano icónico y unos primeros 45 minutos soberbios.

41. Stoker (Stoker, 2013): Poesía en movimiento. El gran Park Chan-wook viaja a Hollywood, pero mantiene toda su esencia.

42. American Mary (American Mary, 2012): El pequeño clásico de las hermanas Soska y de la actriz Katharine Isebelle. Así se la recordará con el paso de los años.

43. *Redada asesina*(The Raid, 2011): De la nada llegó, desde Indonesia, un bombazo en forma de acción desafiante a base de las mejores coreografías de artes marciales vistas en muchos años. Aquí, los golpes duelen. Los machetazos se sienten. Cada piso del edificio es una prueba, subir de nivel y tener que pegar hostias más contundentes. Brutal.

44. Contracted (Contracted, 2013): El descenso a los infiernos de lo putrido de una bella joven pocas veces fue tan interesante. Una sorpresa.

45. The Host (Gwoemul, 2006): La Monster Movie de Bong Joon-ho, uno de los mejores cineastas del cine surcoreano actual. Poco más que añadir.

46 .Excision (Excision, 2012): Visualmente arrebatadora. Con dos actrices en estado de gracia: AnnaLynne McCord y Traci Lords. No deja indiferente.

47. It Follows (It Follows, 2014): Original y atrevida reformulación del slasher adolescente. De culto instantáneo y con una soundtrack tremenda.

48. La huéfana (Orphan, 2009): Uno thriller de terror notable y muy eficaz, con una tremenda interpretación de la niña, Isabelle Furhman y una gran sorpresa final.

49. El bosque (The Village, 2004): El trailer engañaba. A muchos no les gustó ser engañados. A otros nos encantó. La última gran película de Shyamalan.

50. The Children (The Children, 2008): Intenso thriller terrorífico con niños asesinos. Y estos niños dan mucho, mucho mal rollo. Posiblemente los que peor rollo dan desde ¿Quién puede matar a un niño?.

BONUS TRACK

The Human Centipede (The Human Centipede, 2009): Hemos visto asesinos y locos usando muchas formas de matar y torturar, pero pocas veces tan creativas. . El tiempo nos dirá si se queda ahí o Tom Six ha creado clásicos del trash, lo macabro y bizarro, como hoy recordamos, por ejemplo, Saló. O si todo queda en una tontería gamberra con ganas de provocar.