La Cena

Una pareja llega a una casa, alejada de la ciudad, para conocer a los padres que les entregarán a su hijo en adopción. Cuando se sirven los platos, la tensión ya es insoportable.

Cuatro personajes, una localización opresiva, una terrible incógnita, diez minutos y mucho suspense. De lleno en el terror psicológico, herencia formal de Hitchcock con destellos visuales de Argento, Karim Shaker, conocido por estos lares por su cortometraje ”Malas”, ataca a la yugular del thriller con una pequeña pieza de trama clásica, muy cercana a la literatura de horror de principios del siglo pasado por su interesante uso de una atmosfera sugestiva que invita al espectador a poner cara al horror, en lugar de dar todo mascado. A nadie se le escaparán los ecos “lovecraftianos” de “La Cena”.

El director de ”Walskium”, una revista digital con vocación de proyecto multimedia, es un joven que se declara enamorado de todo lo relacionado con el fantástico, con especial apetito por su vertiente macabra; pero, más allá de su faceta como director y productor cinematográfico, me ha llamado la atención su vertiente como compositor y propietario de un blog de psicología en el diario de Alcalá. Es decir, Karim está entregado a la creatividad en casi todas sus ramas, hecho que le proporciona una amplitud de perspectiva reflejada en su cortometraje de maneras directas y no tan directas.

En el apartado más agradable, destacaría un diseño artístico muy competente, sobre todo teniendo en cuenta el presupuesto tendente a cero con el que ha contado, especialmente la ambientación sonora, clave en cualquier pieza de horror que se precie de serlo. El tráiler de “La Cena”, que estrenamos en exclusiva en Almas Oscuras, sirve como aperitivo a estas habilidades musicales, pero además ofrece la perfecta puerta de entrada a la historia. No quiero olvidarme de destacar su cartel: genial diseño que ayuda a construir la parte críptica del argumento; mis más sincera enhorabuena a Jasminka Kunovak, la diseñadora tras tan enigmática imagen, hay que aplaudir su trabajo.
Además, el apartado técnico también cumple con creces en “La Cena”. Siendo tantos y tantos los cortos que nos regalan una escasez de medios alarmante, he disfrutado soberanamente de una iluminación y fotografías perfectas, sin homenajes forzados al cine de los ochentas o al “grindhouse”. Ya me entendéis, Karim demuestra personalidad propia porque no rinde pleitesía a ninguna época o director concreto, sin olvidar todas las influencias que cristalizan merced a sus amplios intereses artísticos.

Desgraciadamente, la nota negativa la ponen unas actuaciones algo anquilosadas, aunque no por parte de todo el elenco, que le restan magia a una historia que, siendo tan simple, pedía a gritos credibilidad y pasión por parte de sus actores. Es duro, pero cuando un intérprete parece que esté leyendo sus diálogos, y “La Cena” es fundamentalmente un diálogo, le queda mucha carrera por desarrollar. Entiendo que en España no podemos tener al alcance de la mano la cartera del “Actors Studio”, hablamos de un país donde Jorge Sanz o José Coronado, genios de la dicción, siguen siendo considerados actores, sin embargo habría que hacer una seria autocrítica en este sentido, pues no hay nada peor que una actuación mediocre para sacarnos de la narración y nuestro cine está plagado de ellas. Entiéndase como una crítica constructiva, pero justificada.

Karim, junto a Pablo Schumann tras el libreto, no reinventa la rueda, está claro que esa no es su intención y quizás ahí también podríamos haber exigido un trabajo más profundo. Es decir, a “La Cena” le falta en parte más riesgo, unas gotas más de originalidad aprovechando la libertad del formato corto. Los aficionados curtidos tendrán una sensación de “déjà vu” continúa, algo que no es malo por sí mismo, simplemente he echado en falta una mayor sorpresa en su desenlace, por otra parte genialmente presentado, en las antípodas de “La Invitación”, con la que supongo que algunos querrán ver cierto parentesco: gracias a los Dioses Primigenios, nada más lejos de la realidad. Claro que no es fácil contar con una trama sólida, epatante y que desprenda originalidad por los cuatro costados, menos a estas alturas de la creación artística, y lo digo con frustración, donde todo parece ya inventado.

Poco más queda por decir, si queréis disfrutar de esta obrita tendréis que hacerlos en algunos de los festivales donde espero sea recompensado el gran esfuerzo de Karim. En concreto, su premier mundial tendrá lugar en Octubre, dentro del prestigioso marco del “Screamfest” norteamericano. Además participa en la sección oficial de Cine Sinú (Colombia), Indie Film Festival (Suiza), Hemoglozine (España), Mac International Horror Film Festival (Brasil), Los Angeles Film Fest (USA), DSOFF Festival, Rewind Festival (España), C-Fem (España).

¡Mucha suerte!