Shimauma

Una banda de extorsionadores de poca monta se cruza con Akasada, antiguo compañero de colegio de uno de los maleantes. Cuando descubren que “Aka” es en realidad un sádico asesino adicto a la tortura ya será demasiado tarde.

¿”Shimamuma”? No sé si será buena o no. Tampoco si el manga en que se basa valdrá un mojón, aunque he visto extractos de la obra publicada en 2010 por Fumio Obata, japonés afincado en Inglaterra, y la cosa promete sexo y violencia sin tapujos. Desconozco si su director, Hajime Hashimoto, es un artista audaz u otro de los formales y técnicos robots que produce el exótico país del sol naciente. A juzgar por su filmografía, títulos dramáticos apenas conocidos en occidente, probablemente estemos hablando de un director especializado en encargos, pues como potente productora hayamos una división de la prestigiosa “Toei”, conocida en el mundo entero por sus animes. Lo que indica que, tratándose de la adaptación de un exitoso comic, la compañía no busca tanto una obra de arte como un producto que atraiga a todos los lectores a los que Obata ya fascinó con su brutalidad. Y creo que esta tesis se corrobora en la elección del guionista: Izumi Takahashi, experto en adaptar novelas y mangas, del género que sean, tanto a la gran como a la pequeña pantalla. La ecuación se completa con Ryô Ryûsei ejerciendo de protagonista, mero reclamo de taquilla, por su juventud y apostura, sabido que el mayor hito en su carrera sería la participación en las últimas sagas niponas sobre los (go go) “Power Rangers”.

Con semejante plantel uno se pregunta si “Shimamuma” será un regreso genuino a los parámetros extremos del cine japonés. Seguramente no. Su parecido con “Ichi the Killer” una simple “casualidad comercial” que marcará una verdadera extrañeza en el alicaído cine de género oriental. No obstante, disfrutad de su tráiler, porque si la película sigue fiel a lo mostrado, seguro que locos como yo tendremos algo que aplaudir, con las manos manchadas de rojo, el próximo 21 de Mayo.