Atmo HorroX

A través de una surrealista persecución, basada en el espionaje y la vigilancia, Catafuse, un “criatura” vestida con dudoso gusto, persigue objetivos humanos con la ayuda de Molosstrap. Pero en un mundo completamente dominado por una oscura industria farmacéutica, las líneas de la realidad se vuelven tan borrosas y complejos, que el dominio de la demencia podría ser la única forma de escapar…

Ya tenemos a las tres candidatas de este año a cinta más extraña y enfermiza. Si las primeras nominadas eran Swiss Army Man” y “The Greasy Strangler”, hoy le toca el turno a la más barata y trapera de las tres: “Atmo Horrox”. De estrambótico título, no sabría deciros qué coño he visto cuando el tráiler ha desfilado frente a mis cansadas pupilas. ¿Terror psicotrópico, comedia barriobajera, cine experimental hermafrodita? No lo sé, no me importa, me da igual. Sólo me queda claro que está hecha con cuatro duros y ganas de ponernos la cabeza del revés, aunque también tiene pinta de provocar siestas monumentales.
Su propio director y guionista la define como “una sátira experimental dentro de una película de terror psicodélico envuelta en un críptico thriller de misterio”. El interfecto se llama Pat Tremblay, lo cual apunta ya en alguna dirección. ¿Por qué? Pues porque Tremblay es el director de “Hellacious Acres: The Case of John Glass”, otra fumada de la que ya me hice eco en su día y que, actualmente, ha quedado olvidada entre toda la maraña de cintas de serie Z que nos bombarda cada año.

Por si fuera poco, esto es lo que Tremblay añade sobre su descollante obrita: “La película ofrecerá un montón de imágenes alucinantes, pero también es un trabajo de detectives para que el espectador descifre el rompecabezas. Así que estad preparados para una experiencia distinta promocionada sin ningún spoiler”. ¡Adorable el muchacho!

Su premiere tendrá lugar este Julio, en el marco del “Revelation Perth International Film Festival” australiano, posteriormente podrá verse en el prestigioso “Fantasia” canadiense. Veremos cuantos espectadores tienen que ser llevados al manicomio tras la exhibición.