Fortitude

¿Quién en la actualidad no se ha enganchado a alguna serie? Parece que los 90 minutos de un filme ya no nos satisfacen lo suficiente. Necesitamos historias más largas, acompañar a los personajes en su periplo por tramas que se retuercen y sorprenden. Los nuevos canales, internet, los amigos que de pronto se presentan con una serie en un disco duro… todos los caminos llevan a que consumamos temporadas y temporadas de moteros, guerras por tronos de hierro, guardianes del tiempo, vampiros calentorros, cocineros de metanfetaminas, piratas, etcétera, etcétera. Es tal la calidad y cantidad y es tan poco el tiempo libre para la gran mayoría de los mortales que, a veces, pequeñas joyas se nos pueden escapar de la vista o puede que si no nos enganchamos en los primeros latidos pasemos a ver algo más sencillo. Para mi gusto Fortitude es, junto con la primera temporada de True detective, una de esas series que requieren por parte del espectador un esfuerzo inicial que posteriormente es devuelto con creces.

La trama nos sitúa en la isla de Fortitude, una localidad próxima al círculo polar con unos pocos cientos de habitantes cuya pacífica existencia se ve alterada por una muerte de un ingeniero por ataque de un animal y el asesinato de un científico. La llegada de un agente desde el continente para investigar esto sucesos y las propias pesquisas de la policía local, poco a poco, irán revelando enigmas y secretos de los moradores de la localidad. Los intereses de la gobernadora por la construcción de un hotel en el corazón de un glaciar, el encuentro de un mamut perfectamente conservado, la extraña enfermedad de un niño y el enigmático pasado de una joven serán sólo parte de los misterios que esconde la aldea.

Fortitude bien podría ser una versión nórdica y moderna de Twin Peaks salpimentada con algo del Fargo de los Cohen, pero con la suficiente entidad como para ser un producto genuinamente único y singular. Es también un espectáculo visual; su principal personaje es el asombroso paisaje que se despliega ante el espectador. Un apabullante mundo helado que por momentos parece engullir a los personajes y que resulta tan fascinante como amenazador. Desde los primeros planos de la serie se impondrá sobre el televidente una atmósfera de inquietud y de mal rollo que no dejará de crecer episodio a episodio dejando intuir que bajo su apariencia de serie policial se esconde algo más oscuro y terrible. Alcanzando cotas de terror y sangre altas en sus episodios finales donde la trama policial queda aparcada y algo mucho más opalino comienza a emerger a la superficie.

Simon Donald, creador de la serie, invierte los primeros capítulos en presentar a los personajes y las tramas, y no será hasta el episodio cuarto que empecemos a sentir que algo realmente malo se les viene encima… Aun así faltarán otros cuatro episodios más para que el horror y el gore haga acto de presencia (la serie tiene momentos realmente intensos para lo que vemos en televisión pero que nadie espere que ese baño de hemoglobina sea desmedido o funcione como el protagonista).

Pese a su lentitud Fortitude no se hace aburrida en ningún momento, los personajes son tan misteriosos y sus diálogos tan bien elaborados que el espectador se sumerge en esa atmósfera onírica y febril tan original y visualmente hipnótica.

Un reparto internacional plagado de rostros populares habita en esta isla: desde la española Verónica Echegui que nos sorprende con una gran actuación y un papel protagonista en una serie internacional, a un clásico de la escena británica como Michael Gambon, o la popular, por otra gran serie de suspense como es Forbrydelsen, Sofie Gråbøl. Y brillando con especial luz encontramos a Stanley Tucci en el papel del curioso detective que dará la vuelta a todos los ciudadanos de la localidad… pero no todo queda ahí: también participan actores como Christopher Eccleston, Luke Treadaway (Attack the Block), o Nicholas Pinnock… muchos de ellos no llegarán de una pieza al final de la temporada.

El arco argumental de este entrega cierra con bastante corrección pero nos proporciona también prometedores flecos dibujando un panorama donde, aparentemente, será el terror el que tome protagonismo por encima de todo lo demás. Yo la esperaré impaciente. Desde Almas Oscuras no puedo por menos que recomendaros esta serie que empieza lento pero que os cazará en una heladora experiencia.