Goddess Of Love

Alerta: la siguiente reseña desvela un importante contenido de la trama.

Desde 2011, con The Shrine, son 5 años los que han transcurrido sin ver nada nuevo del prometedor John Knautz, embarcado desde hace 3 años en la lucha por financiar vía crowdfunding —lo que resultó ser un fracaso desalentador— su nueva película, The Dark Side of Venus, protagonizada por Alexis Kendra. Finalmente, el año pasado tuvo su premiere en el célebre FrightFest bajo el título de Goddess of Love y financiada por Automatic Ent., responsables últimos de rescatar el proyecto del más triste olvido. Para mi sorpresa, Goddess Of Love no salió en absoluto perjudicada tras recorrer un camino tan tortuoso; es más, resulta sorprendente que habiendo pasado por semejante periplo durante la producción del filme, éste acabe desprendiendo semejante calidad y buen hacer. ¡Bravo!

Si algo positivo, de entrada, tengo que destacar en Goddess of Love es, de facto, lo que más se le crítico a The Shrine, anterior trabajo de Knautz, donde la historia parecía fragmentada en tres subtramas distintas unidas por un nexo común bastante tedioso. El guión de Goddess Of Love, en este sentido, es mucho más homogéneo. Tanto que inclusive se permite el lujo de jugar con nosotros —el espectador— a su antojo y salir bien parada. Básicamente la película remeda todas aquellas historias propias, en muchas ocasiones, de telefilms de sobremesa, donde tenemos a un trio amoroso de entre cuyos componentes, al menos uno de ellos, está como una cabra y acaba siendo víctima de un aprovechamiento sexual por parte de los otros dos. Aunque en esta ocasión con finos toques añadidos del remake de Maniac y aprovechándose de ese veda que abrió Anthony DiBlassi con Missionary, en la que vivíamos de forma más introspectiva la locura del protagonista. Y es que corremos el riesgo, como en tantas otras ocasiones, de olvidar o pasar por alto el eje principal de la película: la villana/protagonsita que, obviamente, no está en sus cabales y de la que nos compadecemos tanto que incluso llegamos a venerar (por lo menos en esta ocasión). Sarcástica y deliciosa maniobra, Mr. Knautz.

Hay una cosa, dentro todo este tinglado, que desentona en un par de ocasiones: Alexis Kendra. Además lo hace de forma coincidente con los bajones más notorios del filme, justo en su última media hora. Soy el primero que no daba un duro por ella como actriz, pero es justo decir que la Alexis Kendra de Goddess Of Love mantiene, de forma admirable, el peso de la película durante casi todo el trayecto. Lo malo es que, cuando llega el momento de la “perdición” de nuestra Venus entre tanto estupefaciente, delirio y agresividad…, sobreactúa en exceso. Las situaciones se vuelven muy forzadas, difíciles de sobrellevar y tolerar y, lamentablemente, la exuberante Alexis Kendra no hace más que contribuir a la difícil digestión de este tramo de la película poniendo una cara de asco y de pirada de manual.

En cualquier caso Goddess Of Love es una película visualmente muy cuidada. Los pocos elementos surrealistas con los que juega son elegantes y, en muchas ocasiones, elogiables. Goddess of Love es de esas ocasiones en las que, a pesar de tenerlo todo en contra, merece la pena apostar a su favor. Una victoria rotunda.