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Crónicas del Festival de Sitges. Días 1 y 2

De zombis, Kaijus y cosquillas...

Proyecto Lázaro.

El de este año es uno de los arranques de festival más potentes que recuerdo en cuanto a títulos. Y eso que estrenamos la edición con la que ha sido la peor de lo visto hasta ahora. La cosa empezó prontito con el estreno mundial de Inside, de Miguel Angel Vivas, que por desgracia desaprovecha toda posibilidad de sacarle partido al producto original y elaborar un remake digno. Sabiendo cómo de querida es por los fans A l’Interieur, no puedo entender como la cosa se queda tan a medio gas. Con la supresión del gore ya contábamos, pero es una lástima que tras una primera hora que apuntaba maneras gracias al uso del drama bien ejecutado como motor principal, la cosa se deshinche de tal manera. Malas decisiones, una villana que no está a la altura de lo remarcado que está su papel, y un guion que en vez de remediar los baches del original, no hace más que ahondar en los boquetes.

Seguimos con producción catalana acercándonos a la sala Tramuntana por primera vez para ver la nueva sci-fi de Mateo Gil: Proyecto Lázaro. Un drama existencial sobre la vida, la muerte, y el miedo que dan ambas. El pase generó opiniones bastante dispares, pero en general no muy alentadoras. Sin embargo la cosa pareció mejorar en el pase grande en el Auditori al día siguiente. Y es cierto que la película cae en la pedantería y en el vicio de la reiteración excesiva, pero cumple de maravilla a la hora de crear un sentimiento que se traduce muy orgánico en la cabeza del espectador. Yo al menos salí conmovido.

Llegó el momento de una de las grandes del fin de semana, y que ha generado un entusiasmo descomunal tanto dentro como fuera del festival: Train to Busan. Y es que desde Asia vuelven a llegarnos de nuevo los zombies más potentes, como ya ocurrió el año pasado con la loquísima I Am a Hero. De hecho, para un servidor, que el año pasado disfrutásemos de tal desfase, me hizo ver esta con algo más de distancia. Pero desde luego es de alabar un blockbuster con tanta alma, personajes tan atractivos, y un uso del drama tan contundente. La peli es una bomba.

Y con más prisa que pausa bajamos rápidamente al Prado a por el que parecía que iba a ser uno de los highlights del día: Tickled. Que aterra tanto como divierte, por lo sorprendente de su existencia. Giros escalofriantes en direcciones tan extrañas como turbias, que desde luego subrayan aquello de que la realidad a veces supera a la ficción. Para aquellos que disfrutaron de Catfish.

Y de empalme en el Prado, la idea era ver la sesión doble de uno de mis directores favoritos de la actualidad: Sion Sono. Finalmente lo saturada que tenía la cabeza y la falta de alimento en el organismo solo me dejaron quedarme al documental: The Sion Sono, el cual disfruté como un enano. Grabado durante el rodaje de The Whispering Star (que se proyectaba después), nos muestra como el excentricismo por el que es conocido el director, no siempre va ligado a una actitud pedante y de superioridad. De hecho la sensación con la que uno se queda es la de que Sono es como un niño pequeño que fuma mucho y con unas ganas incontrolables de crear. Más interesado en el proceso creativo que en el resultado final. Además el anecdotario que presenta el documental es una delicia para los fans.

Y por último, en el Auditori, disfrutamos del que fue el colofón del día en el sentido más literal de la palabra. Nacho Vigalondo y su Colossal nos robaron el corazón a la mayoría. De nuevo, Vigalondo plasma una idea atrevida y se lo juega todo a una carta. Fantástico extremo como conductor de una historia muy muy humana a través de unos personajes muy muy humanos. Unos actores capaces de transmitir a un nivel muy íntimo y personal la dureza de una mid-life crisis a través de la personificación de Kaijus aterrorizando Seúl. Tan bizarro como puede sonar, el resultado es tierno, divertido, y encantador para muchos tipos de aficionado. Sin duda una peli de TOP, y solo es el primer día.

Al día siguiente nos levantamos pronto para lo que prometía ser una agradable sorpresa para los fans del terror más freak, y en cambio Beyond the Gates terminó resultando una decepción bastante gorda. Vacía y por momentos amateur, parece incapaz de saber muy bien como solventar su falta de presupuesto, al igual que se queda pobre a la hora de rellenar espacio entre los momentos de terror. Una lástima, por que podría haber sido la nueva Almost Human, pero está a años luz.

Tras un merecido desayuno, nos metimos con las expectativas por las nubes en Under the Shadow. La conocida como el Babadook iraní, que termina siendo capaz de sobrevivir a la comparación al ir en ciertos aspectos más allá. Sin duda el titulo más sólido que hemos visto ahora, y no descarto que sea el más sólido que veamos. Un golpe de realidad en toda la cara del costumbrismo islámico más represivo. Una película, además, con una sensibilidad femenina tan puntillosa que sorprende que haya sido dirigida por un hombre. Un título realmente poderoso. Que no os engañe lo que oigáis sobre su ritmo. Pese a lo que los fantasmas tarden en llegar, la película es aterradora desde el minuto cero.

Y ahora sí, tocaba enfrentarse al doblete que yo más esperaba. Empezamos por The Void, que muchos han masacrado, otros han tratado con indiferencia, y otros pocos la han amado. Yo me encuentro cercano al tercer grupo. Y es que la película tiene problemas de ritmo y termina yéndose por las ramas, es cierto. Pero a su vez nos presenta un universo tan difícil de ver en cines a día de hoy que en cierta forma la excusan. Los referentes ya estaban claros: Lovecraft, Carpenter, Barker… y así es. Lo sorprendente es que de Carpenter tenga más del Asalto a la comisaría del distrito trece que de La Cosa, como parecía ser. Mejor o peor, una película necesaria para mantener esta clase de terror vivo.

Y cerramos el sábado de máxima afluencia con el rey de reyes. La película que yo personalmente más esperaba consiguió hacerse con el público. Y es que Shin Godzilla es uno de los Kaiju eiga más especiales que he visto. Y más grandes, y más peligrosos. Los niveles de cataclismo, llegan a sobrepasar a los que trajo Gareth Edwards en 2014, habiendo sido este el Godzilla más grande hasta la fecha. Todo ello, contado desde un punto de vista político regido por la burocracia, generalmente absurda y narrado por el que parece ser el Aaron Sorkin Japonés. Sin duda, la enésima reinterpretación del mito sabe renovarse y no reiterar de nuevo, pese a tratarse del concepto de siempre. Le tenía muchas ganas, y aun así fue toda una sorpresa.

Beyond the Gates.

Under the Shadow.


Vuestros comentarios

1. 14 oct 2016, 22:52 | Mr Zombie

Buen repaso y buenos cometarios. Al final el nivel de Sitges de este año no esta nada, pero nada mal. Es incluso dificil de decir si es mejor al del año pasado , pero para mi si es mejor que el del anterior 2014.

Shin Godzilla parece que se va a poder ver en formato domestico antes de finalizar el año. De paso decir lo mismo de la esperada I am a hero, que no se si sabeis que la ha comprado mediatres y saldra en cines a final de año y en dvd el año que viene.

De The Void , poco a añadir, tipica peli que dan muchas ganas de ver, seguramente el año proximo habra oportunidad de hacerlo en video distribucion. Lo mismo para Under the shadow, y una pelicula que a priori no me interesaba mucho como es Colossal, ahora me interesa bastante mas despues de leer algunas opiniones de aqui y de alla.

Un saludo Titus.

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