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Channel Zero: Candle Cove

Traumas infantiles

Channel Zero: Candle Cove

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Tarde o temprano siempre llega el momento de desvirgarse, y si no llega tienes un serio problema. En este caso me toca a mí, esta es la primera vez que reseño una serie de televisión de las muchas, quizás demasiadas, que cubren la parrilla actual de programación. Quién me iba a decir a finales de los ochentas, cuando eclosioné como un enfermo de esto del terror, que un día me vería abrumado por la oferta de series, de muy elevada calidad, en lo que al género fantástico se refiere. ¡Y un servidor que se quejaba puerilmente! Vaya, veinticuatro horas se hacen cortas para abordar estas producciones en profundidad. Así que en los últimos años he intentado mantenerme al margen de este boom salvo casos muy puntuales – las primeras temporadas de “American Horror Story”; la gran “Fargo”; “La Habitación Perdida”, quizás infravalorada para el público general; “Stranger Things”; “MPD PSycho”, por devoción a Miike; la descafeinada “Kingdom Hospital”; la nihilista “True Detective” y poco más –, hasta que casualidades de la vida se pasea “Channel Zero: Candle Cove” por delante de mis retinas.

La verdad es que lo primero que me atrajo de este proyecto fue su escasa duración: seis capítulos de poco más de cuarenta minutos. Una extensión que parece asequible para un esclavo laboral como el que suscribe. Minutaje que además aseguraba una cantidad de divagación soportable, ¡ya sé que parece irónico por mi parte odiar las historias que se andan por las ramas! Porque ese sería el principal defecto que veo en las series actuales, una concesión vomitiva a los resultados de cuota en pantalla. ¡Alarguemos las tramas hasta convertirlas en algo ridículo porque los gorrinos piden más pienso! Llamadme iluso, pero no entiendo como una historia se expone directamente en público sin tener clara su conclusión, así salen tochos como “The Walking Dead”. Sí, yo fui coleccionista de los comics hasta que mi estantería dijo: “basta”. Es ley de vida, todo debe tener un final, y deberíamos procurar que sea digno y no agónico. El mercadeo actualmente impuesto por un capitalismo híper acelerado está corrompiendo el “arte”. Y aunque este debate queda pospuesto para tardes de cervezas y porros, no me convenceréis de que ya no hay espacio para la cultura libre de ataduras económicas, aunque sea en su fase primigenia.

Otro de los puntos a favor de “Channel Zero”, además de presentarse en sociedad con una temporada auto conclusiva, es basar su trama en uno de los más famosos “creepypastas”, simpática derivación de “copypaste”, difundidos por Internet. Un concepto que, personalmente, creo da mucho juego narrativo al partir de un entorno base ya definido y conocido. Para los no iniciados: hablamos de historias cortas de horror recogidas y compartidas a través del Internet con la intención de asustar o inquietar al lector, siempre con un ojo puesto en la creación de una leyenda urbana. Es decir, promoviendo el boca a boca por su eficacia de expansión y dificultad a la hora de desbaratar el mito. Por ejemplo, este sería el origen de nuestro buen amigo el ”Slender Man”.

La serie producida por el canal “SyFy” intentará recoger algunos de estos destacados bulos para trasladarlos a la pequeña pantalla; siendo el primer elegido la historia sobre “Candle Cove”. Partiendo de un concepto tan sencillo como una conversación ficticia en un pequeño foro, Kris Straub desarrolló en 2009 un cuento sobre un programa infantil de marionetas del que casi nadie se acuerda, basado remotamente en una experiencia real. Jugando con la interpretación distorsionada que aplicamos a los recuerdos infantiles, creó un argumento muy sencillo pero de gran potencial. Y aquí es donde entra en juego la serie “Channel Zero”, para darle cuerpo a este pequeño retal; y a mi juicio, especialmente en su primera mitad, lo consigue con creces, a pesar de los fallos argumentales comprensibles dado el juego de malabares que realiza con terror psicológico y onírico a dos manos, siempre intentando no caer en el absurdo o el surrealismo.

Seguiremos los pasos de Mike (Paul Schneider), un psicólogo infantil que abandonó durante la infancia su pueblo natal, tras perder a su hermano gemelo, Eddie, en el curso de unas desapariciones que terminaron siendo horribles asesinatos… aunque todavía no se ha recuperado el cadáver de su gemelo.
Acosado por pesadillas y alucinaciones sobre “Candle Cove”, un inquietante programa de marionetas que se emitió de forma local durante un breve periodo de tiempo, decide volver a “Iron Hill” en busca de las respuestas que parecen bloqueadas al filo de su mente inconsciente. Su regreso coincide con el reinicio de las desapariciones, sucesos extraños y la emisión de ese programa que, aunque inocente en apariencia, influye en las mentes de los más pequeños. ¿Quién maneja los hilos de las marionetas? ¿Por qué hay un niño hecho de dientes acosando el sueño de los habitantes de “Iron Hill”? ¿Qué respuestas guarda el cadáver recién encontrado de Eddie?

“Channel Zero” explora con bastante acierto las entrañas de una pequeña comunidad removiendo los cimientos primarios de su estabilidad, poniendo a los niños del pueblo en el objetivo de mira de esa fuerza sobrenatural que va dominando poco a poco la vida de los aterrados ciudadanos. La herramienta elegida para diseccionar la típica estampa del sueño americano son los recuerdos de nuestro protagonista, el cual van ahondando en imágenes mentales de su niñez que nunca fueron lo que parecían. Hecho que todos, absolutamente todos, hemos comprobado más de una vez durante nuestra vida adulta. A este respecto vislumbramos una fuerte influencia de David Lynch en formato “Twin Peaks”, por aquello de unos secretos que se van dosificando inteligentemente hasta el capítulo tres, el mejor y más aterrador sin dudas. Perdiendo fuelle tenemos dos capítulos- relleno como son el cuarto y el quinto, para llegar a un final que pese a definitivo, deja con muchas dudas y algo de decepción ante las expectativas creadas durante las primeras entregas. También hay que decir que esta bajada de intensidad no impide para nada disfrutar de “Channel Zero”, impulsada por un elenco sólido y convincente, siempre que nos olvidemos de unos niños bastante justitos en sus actuaciones.

Paul Schneider juega bien su rol ambiguo y confuso, sumido en una gran cantidad de flashbacks y ensoñaciones que transitan entre lo destacable y lo prescindible, pero no podría haber brillado sin un casting de secundarios muy profesionales, especialmente del lado femenino. Caracteres que si bien no poseen una definición elegante, dan vida al relato de una forma que haría estar orgulloso a Stephen King: Fiona Shaw lo borda como madre preocupada y protectora; Marina Stephenson Kerr ofrece grandes matices en su rol de profesora, y sólo podremos descubrir la profundidad de su trabajo llegando hasta el final; Natalie Brown combina ternura y sobriedad en un personaje que pide amor a gritos; Luisa D’Oliveira va cobrando presencia a medida que la historia se desarrolla, una policía con los ovarios bien puestos…

Sorprende por la parte del guión que Nick Antosca esté detrás de la adaptación, por aquello de que también fue responsable de ”The Forest”, película de la que cuanto más me acuerdo más mala ostia se me pone. Sin embargo, el nombre de Don Mancini aparece tanto de productor como guionista de alguno de los capítulos, un sabio movimiento de la productora. Una incógnita muy jugosa será ver cómo se las apaña Antosca escribiendo el nuevo capítulo de “Viernes 13”, para 2017 tendremos más noticias acerca de este ¿remake del remake?

En cuanto a la dirección, encontramos a un tal Craig William Macneill que no se ha comido un trozo de turrón en su vida más allá de “The Boy” (y no es la del muñeco Paquito Repollo). Se nota un mínimo de oficio para una serie que en cuanto a diseño de producción no va a epatar a nadie. Teniendo en cuenta pepinazos como “Fargo”, “Channel Zero” demuestra su verdadero origen televisivo en cuanto diseño; por ejemplo, el año 1988 podría ser 2008 sin mucha esfuerzo. Pero sí hay una cosa que resalta, y ojo que aquí hablan mis filias personales, sería el diseño elegido para las emisiones de “Candle Cove” y “el niño de los dientes”: acojonante. Aterrador, en el sentido más sutil de la palabra, diametralmente opuesto a series como “American Horror Story”, no en vano “Iron Hill” suena a otra colina. Estamos hundidos hasta las rodillas en terrenos pantanosos descubiertos por el mejor Grant Morrison. No se trata de gore explícito o sustos, se trata de una magistral unión de imágenes perturbadoras, en el sentido de pulsar los resortes del miedo infantil que todos llevamos dentro, con una ambientación sonora que termina detonando a nivel subconsciente.
Sufrí fuertes pesadillas durante los días en que estuve disfrutando de la serie, unidlo a ataques esporádicos de apraxia y ya tenemos el pack completo; en paralelo a los efectos lisérgicos de “Xtro” o “Los Pitufos Morados”. “Candle Cove” se ha ganado un lugar en mi muestrario ideal de horrores a pesar de la banalización que sufre durante sus últimos compases.

Espero que perdonéis este resumen superficial de “Channel Zero”, la serie merece mucho más análisis y para eso decenas de páginas llenas de críticos sesudos me han hecho el trabajo sucio. Mi única intención era pasarme por aquí y recomendaros sin dudar una serie que ofrece mucho sin pedir apenas a cambio. ¿Sólo seis breves capítulos frente a la elefantiasis de la televisión actual? ¿Terror genuino sin concesiones comerciales? ¿Actuaciones realistas y personajes sencillos pero creíbles? ¿Un puto niño hecho de dientes? ¡Póngame cuarto y mitad!

Lo mejor: El inquietante programa "Candle Cove" y el niño de los dientes

Lo peor: Las actuaciones del elenco infantil y dos capítulos de relleno (el cuarto y el quinto).


Vuestros comentarios

1. 08 div 2016, 02:39 | AmthenoR

A saber qué es lo que harán con las siguientes temporadas…
De momento, esta ha estado bastante bien (menos los citados caps de relleno).

2. 08 div 2016, 03:05 | AZOTE

A mí me decepcionó bastante. Había leído cosas buenas de ella pero me pareció una copia mala de It.

Por cierto Lost Room es muy grande. Y espero hamijo Bob que te suenen cosas como Fringe, Dexter, etc…

3. 11 div 2016, 17:07 | Kanaval

Para mi estuvo aceptable, con ese ambiente de extrañismo pese a sus defectos… se podría decir que es la respuesta del canal SyFy a American Horror Story

4. 11 div 2016, 18:05 | Kanaval

¿Ah que ha pasado con la adaptación de televisión australiana de Wolf Creek? que fue una miniserie de 6 capítulos, pasando la primera matanza se volvió menos explicito, convirtiéndose mas en un drama alternativo de serie negra

5. 12 div 2016, 16:05 | dani3po

Jijiji te juro que cuando he leído “¡Alarguemos las tramas hasta convertirlas en algo ridículo porque los gorrinos piden más pienso!” he pensado inmediatamente en The Walking Dead antes de leerlo. Por lo que dicen sus fans no es relleno, es “desarrollo de los personajes”. A mí también me parece un tostón.

6. 12 div 2016, 17:52 | Jahn Guzmán

Saludos y gracias por la reseña de esta serie.

Le incluyo a los capitulos 4 y 5, a los que haces referencia por ser rellenos, un elemento más que a mi parecer se hizo innecesario, o por lo menos no me pareció funcional: el chico de los dientes.

Si bien el diseño es acojonante y da un paso adelante en el diseño de monstruos, me atrevo a decir que es un elemento puesto en la historia más por un ornamento que visualmente de fuerza, que por darle un transfondo que conecte con la historia. Dicho de otra forma: las marionetas y sus apariciones, tanto en la TV como en las visiones de los personajes, funcionan por sí solas, y sobre ellas se podria haber soportado tranquilamente la totalidad del elemento onírico/terrorífico de la serie. Para puntualizar: el chico de los dientes me pareció tenido en cuenta más como un elemento de forma que de fondo, y si bien es muy probable que no sobre, creo que tampoco hacia falta más allá de ponerlo en el poster para llamar la atención.

Por lo demás, una serie justita que me deja contento.

7. 15 div 2016, 01:01 | DEVILMAN

Me e saltado los comentarios por miedo a spoilers, pero no tenia ni la mas remota idea de la existencia de esto. Suena interesante y hasta cierto punto “nostalgico”.

Y pense que yo era el unico al que le mataba el interes de tanta serie kilometrica actual. The Waliking Dead ya no tiene perdon, ni en serie ni en el papel.

8. 10 ago 2017, 13:35 | Slenderman

Es cierto que las series kilométricas ahora asustan, sobretodo si te propones empezar una de nuevas, pero las hay que también pecan de cortas. No me parece este el caso, puesto que como bien decís, algunos episodios sobran.

Pensáis que eliminándolos hubiera sido suficiente? quizá habría quien opinase que en ese caso habría faltado más para quedarse a gusto.

En mi opinión, no creo que haya nacido con la etiqeuta de ser la AHS de SyFy, peor tiene buena pinta y la seguiré en el futuro.

También mencionas a Slenderman, de la que hace poco HBO sacó un documental titulado Beware The Slenderman, más que interesante.

Un saludo

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