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Rupture

El siguiente paso en la evolución

Rupture

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Renee es una madre soltera de fuerte carácter que es secuestrada tras varias semanas de vigilancia. Llevada a la fuerza a un cochambroso laboratorio será enfrentada a varias pruebas médicas, especialmente creadas alrededor de su fobia a las arañas, con objeto de descubrir si es poseedora de una anomalía genética que esconde un terrible cambio para la humanidad.

¿Qué puede salir de la unión de fuerzas del director de “Secretary”, Steven Shainberg, y el guionista de “Hard Candy”, Brian Nelson? Pues nada remotamente parecido. Aunque la trama de “Rupture” guarda como thriller muchos paralelismos con la premiada “Hard Candy”, la dupla privación de libertad/pérdida de inocencia, se aleja en cuanto a ambientación se refiere optando por una atmósfera enrarecida que sustente con solvencia la larga tortura a la que es sometida Noomi Rapace, absoluta protagonista del film; quizás empachando debido a una concesión generalista a la taquilla, y que ha terminado siendo un tiro por la culata. Eso en primera instancia, porque sumergidos algo más en esta especie de heredera espiritual de “SAW”, “Cube” y “La Invasión de los Ultracuerpos”, encontramos muy poca inteligencia en su desarrollo, echando mano de unos elementos científicos y emocionales que crujen desde el primer momento.

Estamos de lleno en el terreno fantástico, así que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, y me parece genial, pero se echa en falta algo de coherencia interna con respecto al universo que nos propone Brian Nelson. Uno donde la evolución no es lo que parece y su importante giro, al que se apuesta doble o nada, parece sacado de la chistera sin mucha reflexión. El típico “¿todo esta parafernalia para semejante fumada?”. Ya de regalo asistiremos a un epílogo donde más de esas ideas pueriles hacen acto de presencia para rematar de forma agridulce un argumento con mucho potencial, especialmente de haberse reestructurado.

Y apunto hacia una pequeña decepción porque a pesar de las malas críticas recibidas, casi me daba morbo, el diseño de producción está muy logrado para lo ofrecido narrativamente. Las instalaciones donde tiene lugar el grueso de la trama parecen sacadas de un “buen mal sueño”, interesante decisión la de usar una iluminación basada en amarillos, naranjas y púrpuras. Además, lejos de tratarse de una rendición a la moda retro que impera en el cine de género, aquí la opresiva fotografía tiene su justificación, aunque podría haber sido la ofrecida por el guión o cualquier otra.

Casi sesenta minutos de un sufrimiento para Noomi, muy criticada por su interpretación pero que mantiene un nivel de carisma aceptable, que se respaldan mediante una vuelta de tuerca ridícula dentro del ámbito de la ciencia ficción pura e infantil desde la perspectiva del mero entretenimiento. Precisamente, al concentrar todo el impacto narrativo sobre esta revelación, por supuesto envuelta con los oropeles del típico soliloquio de una ópera de Verdi, la hora previa de perrerías, a la que el personaje de Noomi es sometida sin apenas información, se torna aburrida y falta de sentido frente a ese tramo final casi alucinógeno. Lo mismo podríamos haber razonado la necesidad de tortura, basada parcialmente en la aracnofobia que sufre nuestra protagonista, como una maratón de vídeos de Rick Astley.

Otra clave es la capacidad que tenga el espectador para ponerse en la piel de la protagonista: espiada, raptada y vejada por un grupo organizado de tipos raros sin más explicación. Quien padezca de un miedo real a la arañas pasará un par de ratos muy malos, siendo estas escenas el momento álgido de la parte hermanada con la corriente instaurada por “SAW” a principios de siglo. ¿Un “torture porn” a finales de 2016? Independientemente de etiquetas rebuscadas, queda claro que ante la falta de un discurso real, y empujados por la necesidad de tener a la Rapace en pantalla la mayor cantidad de tiempo posible, tanto Shainberg como Nelson se vuelcan en el apartado morboso de ver llorar y padecer a esta señorita. Hablamos de cuarenta minutos donde no pasa casi nada, empañando ese destello de originalidad que posee la organización encargada de secuestros a lo largo y ancho del planeta.

Como decía, técnicamente lo mejor que vamos a encontrar es la fotografía, aunque tampoco quiero desestimar el trabajo de Steven Shainberg detrás de las cámaras. Sobre todo teniendo en cuenta el cambio de registro que supone un thriller de terror con tintes de ciencia ficción pulp dentro de su carrera, marcada por trabajos que casi rozan el cine de autor, cargado de una personalidad ácida que, por desgracia, no aparece en “Rupture” por ninguna parte.
Quizá, si hablamos del apartado visual, lo peor sean unos efectos especiales realizados por ordenador que incrementan esa sensación de ridículo en lo que debería haber sido un apoteósico descubrimiento. Nietos de un “morphing” que pensaba olvidado desde la década de los noventa, los efectos digitales de los que hace gala la película atestiguan lo ajustado del presupuesto con el que contaban. Con mucha probabilidad invertido casi totalmente en el elenco, constituido por llamativas caras secundarias como la de un poco creíble Peter Stormare (“Clown”, “Fargo”) o una risible Kerry Bishé (“Argo”, “Grand Piano”); en general poco inspirados. Sin embargo todos son opacados por la omnipresencia de Noomi, digna pero no maravillosa como para soportar el peso de hora y tres cuartos únicamente sobre sus esculpidos hombros. Ni como madre ni como “überfrau” aporta nada que no hubiese aportado cualquier otra actriz del momento.

Resumiendo, una de esas películas que te deja pintada una soberana cara de gilipollas cuando llegas a sus títulos de crédito. “Cómos” y “por qués” acumulándose al borde un rictus que atestigua la incredulidad, la incapacidad para saber si te ha gustado o no esta “Rupture”, vaya título más insípido. No voy a negar una importante dosis de personalidad en la trama de fondo, seguro que su guionista pensó que era una de las ideas más originales del séptimo arte mientras iba fino de alcohol y marihuana, pero todo se va al traste cuando las partes están tan descompensadas entre sí, al servicio de un giro que, personalmente, parece la salida fácil de un estudiante de instituto a una retorcida ecuación que merecía algo más de calma para ser explotada en toda su complejidad. ”¿Y esos recursos tecnológicos? ¿Y esa forma de provocar una evolución traumática? ¿Y seres tan inteligentes jamás van a ser pillados en uno de sus secuestros exprés? ¿De verdad necesitan esas gafas?”. Demasiadas incógnitas chorras para mi gusto.

Controlad vuestras expectativas y quizás interioricéis vuestros miedos durante el proceso, dando a luz a un ser superior. ¿Sí? ¿De verdad? ¡Ni de coña!

Lo mejor: Una interesante fotografía basada en una paleta de colores compuesta por amarillos, naranjas y púrpuras. Además justificada argumentalmente.

Lo peor: Creo que la situación de torturas a la protagonista se alarga demasiado, debido a un guión falto de solidez que se rinde a una vuelta de tuerca muy ida de madre. El más difícil todavía no funciona.


Vuestros comentarios

1. 13 div 2016, 19:55 | CGT

Ufff… la vimos hace dos días… Siento ser así, pero me dio incluso un pelín de vergüenza ajena la película.
Yo quería que me gustara, de verdad, y durante el primer tramo, ¡oye!, no estaba mal la cosa… Pero ya el rollo de las luces (lo siento, por muy argumentalmente justificado que esté, no dejaba de sacarme a patadas de la película —-incluso me inclino a pensar que no hicieron lo de las luces por ese tema que se explica al final, sino al revés: que metieron ese dato para justificar las luces de videoclip), lo extremadamente largo que se hace el “secuestro” con la moza p’aquí p’alla y al final, la explicación de la falla… Quita quita. ¡Además un buen tramo de la peli me la pasé con la manta encima de la cabeza porque no puedo ver arañas! (pero eso no es culpa de la peli).
Por decir algo bueno, yo creo que la Noomi se lo ha currado: hacer semejante papel, todo el rato en un estado de angustia tal, y con los sudores de la muerte, vamos, ¡el cielo ganado!

2. 24 ene 2017, 08:14 | n3storm

Lo de que una pitón albina (tipo constrictora) tuviera colmillos es un error que te hace no creerte el resto de la película.

Las arañas moviendose por el casco las podía haber hecho un estudiante en primer curso. Yo estaba esperando que se le metiera alguna en la boca y nada.

El chaval con los ojos abiertos mecánicamente estilo “naranja mecánica” (ole) no sé.

Después del rapto esta película me dejó muy indiferente.

A ver si alguien me puede responder porqué después de darse el paseito por todas las intalaciones vuelve a la camilla y se ata? Gracias de antebrazo.

3. 30 ene 2018, 04:12 | Leonor

Me gustó mucho la película Rupture, me enganchó de principio a fin.
Pueden pesar que debo ser bastante nueva e ingenua en estas lides cinéfilas, dadas las opiniones anteriores, pero no.
La película puede que tenga un tema bastate surreal pero es entretenida y Noomi Rapace como siempre lo hace estupendo. No me cansó para nada verla en cada plano del film, porque ella llena la pantalla, cubre los baches y se hace con la historia, para mi no hay duda de eso.
Sí confieso, SPOILEEEEER – que los últimos segundos quedé sin entender exactamente qué significaba la expresión final de Renée, como en éxtasis, si acaso se pasó al bando de ellos o si fue nuevamente de miedo, si alguien tiene una explicación me gustaría saberla- FIN DEL SPOOOOILEEEER. Saluditos.

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