Tall Men

Un hombre es acosado por unos extraños cobradores fantasmales después de que comprase un coche con una tarjeta de crédito negra.

¿Qué pasaría si tus deudas pasaran a cobrarlas entidades sobrenaturales en lugar de llegar un miserable burofax a marcar la escasez de tus bienes? En una sociedad, la del “primer mundo”, donde casi toda la población vive hipotecada, estaría bien que todo el materialismo extremo que nos ha llevado a la degradación de principios más naturales, “naces desnudo y dueño únicamente de tu palabra”, se revolviese mordiéndonos las garganta y acabando con la falsa seguridad de este capitalismo donde una puesta de sol pronto tendrá precio. A todos nos encantaría tener una cita con un bate de beisbol y esos usuarios de tarjetas opacas fabricadas a costa de nuestro sudor, ¿verdad?
Así le sucede al protagonista de la estadounidense “Tall Men”, una película independiente de terror sobrenatural que todavía no asegura distribución de ningún tipo. La verdad que la premisa podría dar mucho juego de ser explotada con habilidad. El caso, y no criticaré un argumento que desconozco en profundidad, es que el largometraje debut de un tal Jonathan Holbrook no parece gozar de mucho estilo visual, reduciéndose a las fantasmadas más típicas dentro de la época actual. Por no hablar de la irritante insistencia por engañar al espectador desde una aparente perspectiva de locura por parte del protagonista.

Otro dato poco favorecedor llega cuando descubrimos que “Tall Men”, que podríamos entender como dotada de una pizca de originalidad, es una revisión de un largometraje previo de Holbrook: “Customer 152” (2004). Es decir, ha revestido una idea primigenia con el disfraz de espectros seguidores del “Slender Man” ya clásico, y a tirar millas, logrando por el camino algún dólar más para que el diseño de producción no parezca tan cutre. No sé si lo habrá conseguido, pero desde luego no ha conseguido a actores de calibre. Dan Crisafulli, Jeff Barber, Jennifer Angelucci-Medina… *¿quiénes coño son? *

Por si fuera poco contemplad el fastuoso póster donde se promocionan mediante frases emitidas por dudosas ¿publicaciones online? Como si algún capullo quisiera usar una frase mía para promocionarse, ¡pues no está “interné” lleno de gentuza con una opinión intrascendente que dar! Como colofón: esa frase donde las palabras “strange things” son especialmente escamosas. ¡Maravilloso!